viernes, 10 de septiembre de 2010

Sweetness Follows

But sweetness follows...

R.E.M.


Algún personaje famoso dijo una vez que todos somos ex de alguien o de algo. Ex novia. Ex amiga. Ex compañera. Ex empleada. Ex lo que sea. Somos ex de aquello con lo que nos unía un lazo o de aquello con lo que no nos unía nada, dependiendo de cómo se quiera ver. Dejar de ser algo para convertirse en otra cosa significa despedirse de aquello que se fue y darle la bienvenida a lo nuevo que llega. No siempre se está listo para decir adiós, pero se tiene que hacer cuando no existe otra opción más que la despedida.

Ya lo dice la letra de la canción que le da título a este post. Te preparas para decirle adiós a alguien, te preparas para enterrarlo. Enterrar a una persona no necesariamente significa que esté muerta. Enterrar y decir adiós implica un cambio, darle fin a un ciclo y comenzar otro, si no con esa persona, sí con una diferente. O solo. O sola. La soledad no es del todo mala y la compañía no es del todo buena, porque nadie sabe qué es lo malo y nadie sabe qué es lo bueno. Sólo se trata de enfoques, de puntos de vista acerca de una misma cosa.

Hoy hablaba con A. acerca de cerrar ciclos. Él dijo que nosotros no lo hemos cerrado. Yo pienso que sí. Terminó hace mucho, y cuando sucedió, comenzó otro ciclo. Ninguno de los dos es el mismo de hace dos años. Cada quien hizo su vida. Enterramos el pasado. Enterramos lo que fuimos y estuvo bien porque era necesario, porque era indispensable para seguir adelante. Ese cierre, esa despedida de lo que fue era la clave para convertirnos en lo que somos ahora y, al mismo tiempo, permanecer en nuestras respectivas vidas, en nuestros recuerdos más preciados. No seguimos aferrados al pasado, como muchos pudieran pensar, conservamos algunos de sus detalles pero desde una nueva perspectiva, una configuración diferente de lo que veníamos siendo hace tiempo. Somos exes, pero también somos otras cosas que pesan mucho más que lo primero y que, por supuesto, son igual de chingonas que lo que hubo en el pasado, con sus propios bemoles, claro.

A continuación, el video y la letra de la canción:


Sweetness Follows from ozge on Vimeo.


Readying to bury your father and your mother,
What did you think when you lost another?
I used to wonder why did you bother,
Distanced from one, blind to the other?

Listen here, my sister and my brother
What would you care if you lost the other?
I always wonder why did we bother,
Distanced from one, deaf to the other

Oh, oh, but sweetness follows

It's these little things, they can pull you under
Live your life filled with joy and wonder
I always knew this altogether thunder
Was lost in our little lives

It's these little things, they can pull you under
Live your life filled with joy and thunder
Yeah, yeah, we were altogether
Lost in our little lives

Oh, oh, oh, oh, but sweetness follows.


Mucha gente piensa que ser ex es algo terrible y se resiste a que algo termine o, al contrario, mata a esa persona, la borra de su mente. El pasado no se puede destruir, pero tiene la ventaja de que está en el pasado. Ser ex no tiene por qué ser una cruz que se carga eternamente. Sólo es un hecho más de la vida. Ser ex es parte del cambio, parte de las transformaciones que sufre la existencia. No tiene sentido aferrarse. Tampoco tiene sentido que te valga madre. A todo se le tiene que dar su justo lugar, porque todas las cosas tienen su justo lugar. Así de simple.

No me molesta ser ex. Tampoco me molesta que me digan que no le hable a A. Mucho menos me enoja que piensen que me aferro. Sé que estoy en un ciclo nuevo, aunque muchos no lo vean de esa forma. Sé que él está viviendo su vida y yo hago lo propio. Y estamos bien. Y estoy en paz. Le dije adiós a lo que fuimos. Enterré, más no olvidé, lo que fue. No pienso negarlo pero tampoco tengo por qué hablar de ello todo el tiempo. No tengo por qué evocarlo cada que tenga oportunidad. Eso es algo mío. Y de A. Y se quedó en el pasado. Se quedó ahí para dar lugar a este presente. Somos exes, pero somos otras cosas ahora. Cosas que hacen casi imperceptible el hecho de ser exes. Eso está muy bien. Hemos cambiado y está más que bien. Todo lo que hubo se transformó. A todo lo que hubo le siguió la dulzura. ¿Hay algo que pueda superar a la dulzura? No lo creo.

Lau dixit.