domingo, 30 de mayo de 2010

Syrtaki / Zorba's dance

Las personas necesitan un poco de locura, de otro modo nunca se atreven a cortar la soga y liberarse.

Nikos Kazantzakis


En casa de mis padres siempre está el periódico del día. Los domingos, El Universal regala un ejemplar de la revista Día siete, que casi siempre trae algo interesante y con "onda": propuestas literarias y musicales novedosas, reportajes estremecedores, mini entrevistas, y cientos y cientos de cosas nuevas que aprender. Entre sus muchas secciones, hay una que disfruto mucho y se llama Hasta atrás, con todas las connotaciones que se le pueden dar a esa locución; en ella, un personaje de la literatura regala un texto breve que si bien provoca sensaciones agradables, también puede generar otras reacciones: el escrito de la edición del 23 de mayo me hizo llorar.

He aquí el texto:


Manual de autoayuda /10

Zorba el Griego.

Tal vez recuerdes la película: Anthony Quinn e Irene Papas como protagonistas. Y la música de Theodorakis. Alegre, pegajosa, contagiosa, llena de vida.

Pero antes hubo un libro. Su autor: Nikos Kazantzakis.

De él tengo una frase que me acompaña:

Llega hasta donde puedas. O mejor, llega hasta donde no puedas.

Kazantzakis fue un espíritu libre, cuya mejor encarnación literaria es ese minero analfabeta en apariencia rústico y primitivo llamado Alexis Zorba.

Para Kazantzakis hay tres clases de seres humanos.

Los que tienen como objetivo de la vida comer, beber, enriquecerse, llegar a ser famosos.

Los que no viven sino a través de los demás: los que buscan hacer el bien, enseñar, compartir, iluminar.

Finalmente, los que viven para vivir, enfrentados a ese estupendo combate que es el impulso vital enfrentado a la existencia cotidiana.

Kazantzakis fue uno de estos últimos hombres. Buscó alejarse de lo fútil y efímero para acercarse a lo esencial. Escribió: "Yo no he hablado nunca de los detalles de la vida cotidiana: son caracolas vacías".

Le molestaba la forma como los seres humanos perdían su tiempo en discusiones vanas, efímeras. Le daban ganas de pararse en una esquina como un mendigo e implorar:

- Por favor, os pido una limosna. Dadme un poco del tiempo que perdéis. Una, dos horas, lo que queráis.

No creía en la humanidad y sus conceptos de justicia, mejoramiento de la calidad de vida, felicidad, virtud -"cebos populares a los que no me apego"-, sino en la llama de la superación que existe en cada ser humano y que lo hace arder espiritual y vitalmente.

Fue un hombre que trató de vivir su vida a plenitud, en completo dominio de su tiempo y de su libertad. Su epitafio lo muestra tal cual era:

"No espero nada. No temo nada. Soy libre".

Zorba el Griego es su alter ego. Se burla de los escritores llamándolos "cagatintas". Les reprocha escribir sobre lo que piensan es la vida, sin nunca en realidad, atreverse a vivirla, conocerla a fondo.

Zorba en cambio es un hombre que ha conocido en carne propia los avatares inherentes a la existencia. No les pone mala cara. Al contrario, los acepta como lo que son, partes de la experiencia de vivir. Es un ser vital por todas partes. Su energía se despliega en la alegría de estar vivo. Trabaja duro, pero también canta, baila, se emborracha, no como un derrochador sino como un hombre que disfruta de su tiempo en la tierra.

Zorba es un amante apasionado de la vida.

Su filosofía podría condensarse en lo siguiente: la vida es dura, sí, pero hay que vivirla, sentirla, gozarla, beberla, bailarla.

Si no puedes alegrarte de vivir, por lo menos vive la vida con alegría.

Apasiónate por el tiempo vital que te resta y no desperdicies el tiempo en cosas banales. Sonríe. Baila. Sueña. Atrévete a vencer el miedo. Sé libre. Goza. Al hacerlo, vive. Tal vez la vida no te alcance a vivirlo todo. Somos mortales y por lo mismo efímeros. No importa. Si me entiendes: que la muerte te sorprenda viviendo. Lo dice Zorba el Griego, con gallardía, a la hora de morir: "Muchas cosas he hecho; sin embargo, no han sido bastantes. Hombres como yo debían vivir mil años".

Mauricio Carrera

......


No es una regla que yo lea siempre la última página de la revista. El domingo la hojeaba, y salvo una imagen a doble página que emula el póster de la película No country for old men, donde aparecen los rostros de Messi, el Chicharito y Rooney, en lugar de la cara de Bardem, no encontré nada que llamara mi atención hasta que le di una mirada rápida a la citada sección y alcancé a ver que decía algo de Zorba el Griego. Comencé a leer y, al llegar al tercer párrafo, supe que ese texto iba a ser más interesante de lo que esperaba, pues hacía mención de uno de mis autores predilectos: Nikos Kazantzakis. Una vez que comencé la lectura, no pude detenerme sino hasta el final de la página, donde aparece una frase contundente que nos invita a disfrutar la vida, a consumirla en sensaciones, felicidad, aprendizaje y en un gozo sin ningún límite, un gozo genuino... un gozo perfecto. Después del punto final, no pude contener las lágrimas.

En la vida me he encontrado con cientos de personas, y siempre han sido aquellas como Alexis Zorba las que dejan una huella en mí. La gente que hace una diferencia es aquella que provoca que los demás quieran ser mejores, aquella que sin proponérselo llena la existencia de otros y los contagia de su sed de vivir, aquella que los pone contentos como una canción que invita a bailar, a tomar de las manos a las personas que se encuentran alrededor, olvidarse del ridículo y sólo pensar en ese momento maravilloso.

A continuación, la escena de la película y la canción original de Mikis Theodorakis:


Zorba's dance



Mikis Theodorakis - Syrtaki

Kazantzakis siempre tuvo la virtud de crear personajes entrañables, como Zorba, y todos ellos son poseedores de un grado de espiritualidad muy elevado, mismo que tiene su base en la simpleza. Lo más simple, lo primigenio, es lo que impulsa lo más sublime; bien decía San Francisco de Asís que entre más bajo sea el punto de partida, mayor será la elevación, por lo tanto, son los seres más humildes y simples los que nos enseñan las cosas más importantes en la vida, que poco tienen que ver con lo tangible o apabullante, y que mucho tienen que ver con lo sencillo y lo sutil. Se dice por ahí que la vida es prestada, por lo tanto la tenemos que cuidar y aprovecharla lo más que se pueda, aun cuando a veces no se tengan ganas, porque no sabemos en qué momento la tengamos que regresar.

Decía un amigo muy querido: "la vida es tan simple y tan fácil; uno siempre la complica". Vivir no es algo que tenga que pensarse mucho, porque el tiempo se va y no hay manera de recuperarlo, al igual que la juventud, la energía y las ganas de hacer las cosas; vivir es algo que se tiene que hacer instintivamente, como una función indispensable del cuerpo, tal como respirar, pues viviendo es como se alimenta el espíritu y se fortalece, y viviendo es como el alma obtiene oxígeno para realizar sus funciones. Zorba lo sabía muy bien y lo transmitió a Basil, una especie de discípulo en el arte de vivir, que al final terminó materializando la frase de Kazantzakis que dice: "Los mejores profesores son aquellos que saben transformarse en puentes, y que invitan a sus discípulos a franquearlos. " El alumno del noble Alexis indudablemente lo logró.

El texto de Mauricio Carrera, después de conmoverme hasta las lágrimas, puso una gran sonrisa en mí y me generó una gran alegría interior. No me importa si las cosas a veces no salen como me gustaría, o si mi vida no es perfecta, nada puede estar mal si me dedico a disfrutar lo que este mundo me ofrece, no puedo sentirme infeliz cuando hay tantas cosas hermosas a mi alrededor, tantas cosas que me hacen recordar que estoy aquí, respirando, observando, alimentando mi espíritu y, lo mejor de todo, viviendo.

Lau dixit.

sábado, 29 de mayo de 2010

Live forever

Gonna live forever...

Noel Gallagher



El otro día venía en el pesero, papando moscas como siempre, y me di cuenta de que una chica estaba llorando. Cuando veo ese tipo de cosas, me dan ganas de acercarme a la persona en cuestión y preguntarle si le puedo ayudar en algo, sin embargo, son momentos tan íntimos, tan personales, que nunca me atrevo a profanarlos con una pregunta inoportuna.

Seguí observando a la chica y me pregunté cuál sería la causa de su malestar, al tiempo que escuchaba la canción que le da título a este post. Las frases resonaban en mi mente y parecían estar hechas para todo lo que yo pensaba en ese momento, pues pensé que de haber estado en otra época, seguramente me habría puesto a llorar con la joven, pero como bien dice la melodía: Maybe I will never be, all the things that I wanna be, but now is not the time to cry, now's the time to find out why. Es válido llorar y sentirse triste de vez en cuando, pero también es válido dejar el llanto atrás y ocuparse en cosas que traigan algo positivo que nos haga sentir mejor.

Mi semana fue horrible y las cosas seguramente se pondrán peores, pues además de las dificultades tuve días de descubrimientos, de razonamientos y de pensamientos que fueron el resultado de una observación profunda. Me puse triste porque descubrí que algunas personas me engañaron, me mintieron y me dijeron cosas que en realidad no sentían, sin embargo, me sentí contenta porque tomé las cosas con tranquilidad y decidí quedarme con lo mejor, elegí comprender a todos los que se comportaron así, pues no me corresponde juzgar a nadie sino todo lo contrario, lo único que me toca es dejar ser a la gente.

A continuación, el video y la letra de la canción:


Oasis - Live forever

Maybe I don't really wanna know
How your garden grows cos I just wanna fly
Lately did you ever feel the pain
In the morning rain as it soaks you to the bone
Maybe I just want to fly,
Wanna live, I dont wanna die
Maybe I just want to breathe
Maybe I just don't believe
Maybe you're the same as me
We see things they'll never see
You and I are gonna live forever

I said maybe I don't really wantna know
How your garden grows cos I just wanna fly
Lately did you ever feel the pain
In the morning rain as it soaks you to the bone

Maybe I will never be
All the things that I wanna be
But now is not the time to cry
Now's the time to find out why
I think you're the same as me
We see things they'll never see
You and I are gonna live forever

Maybe I don't really want to know
How your garden grows cos I just wanna fly
Lately did you ever feel the pain
In the morning rain as it soaks you to the bone
Maybe I just want to fly,
Wanna live, I dont wanna die
Maybe I just want to breathe
Maybe I just don't believe
Maybe you're the same as me
We see things they'll never see
You and I are gonna live forever
We're gonna live forever
Gonna live forever
Gonna live forever
Gonna live forever
Gonna live forever
Gonna live forever
Gonna live forever

Los hermanos Gallagher son de las personas más odiadas del rock, y aunque sé que toda la vida han tenido y tendrán ataques de megalomanía, me gusta lo que dicen sus canciones y considero que alguien que puede crear algo así no debe de ser tan malo. De la misma forma, pienso que por más difíciles que se tornen las cosas, siempre hay algo que vale la pena y nos hace sentir mejor, como una melodía que te dice algo que necesitabas oír; como saber que llorar no tiene por qué ser tan indispensable; como darte tiempo para observar todo con calma; como darte cuenta de que la tranquilidad le da más sabor a tu existencia y como saber que no importa qué suceda o cómo suceda, lo que importa es saber que pasará y que mientras esté ahí tenemos que usarlo en nuestro beneficio.

Las cosas que nos rodean tienen una esencia que no siempre se apega a su apariencia. Los Gallagher pueden parecer odiosos, pero en el fondo tal vez no son tan malos, y todas esas personas a las que les va y les viene mi existencia son así por una razón, y prefiero concentrarme en sus aspectos positivos y en lo que puedo aprender de ellos, que en pensar que me hicieron sentir mal o se han comportado de una manera displiscente, pues nada en la vida es totalmente bueno ni totalmente malo, y si me los encontré en el camino es porque alguna lección tienen que darme. Como dice la canción, sólo quiero volar, sólo quiero vivir y sólo quiero dejar atrás lo que no me ayuda a crecer. Ya empecé con el enojo... what's next?

Lau dixit.

martes, 25 de mayo de 2010

Enter Sandman

It's just the beasts under your bed, in your closet and in your head...

James Hetfield/ Lars Ulrich/ Kirk Hammet


Van muchos días en los que no posteo nada, porque entre el trabajo y las obligaciones de tía de gatos y ama de casa, me cuesta trabajo encontrar ratos libres para escribir las cosas que traigo en la cabeza. Como ya mis dedos no aguantaban más sin escribir una entrada, decidí retomar el vicio con una canción de esas que retumban en los oídos y cuyo video presenta imágenes perturbadoras que seguramente impresionan a más de uno; esta melodía figuró en el ejercicio que hice hace tiempo con mis amigos, en el que hicimos una lista con las canciones que cambiaron nuestras vidas. ¿Enter Sandman cambió mi vida? Lo ignoro, pero sí sé que después de escuchar a Metallica vi todo de diferente manera.

Una tarde, hace muchos años, estaba en casa de mi bisabuela con mis primos y mis hermanos. Nos encontrábamos viendo la tele, un programa de videos, y nos poníamos cual críticos musicales a hacer comentarios de los artistas que aparecían. Yo no decía mucho, pues a mi corta edad no tenía tanto conocimiento de géneros, pero sí aprendía de lo que los "niños grandes" comentaban, y lo que parecía ser un programa sin mucha novedad, de repente se convirtió en algo que me dejó sin habla y abrió un mundo completamente nuevo para mí. En el televisor observé imágenes perturbadoras en las que todas las cosas que suceden en las pesadillas parecían materializarse: un hombre cayendo al vacío, un hiño huyendo de un tráiler asesino, un anciano con el rostro más bizarro que jamás había visto, unas víboras gigantescas haciéndole maldades a un pobre chiquillo, y cuatro hombres metaleros que me dejaron boquiabierta.

Mi vida, en cuanto a música se refiere, tuvo un antes y un después de ese video. Cuando no tenía idea de la existencia de Metallica, pensaba que el heavy metal se reducía a unos tipos olorosos a queso, con vestimenta de easy riders y las melenas de Guns n' Roses, y no imaginaba que podían tener canciones que me gustaran y que hicieran que mi concepción del metal se transformara completamente. Después de ver a James Hetfield con su rostro cácaro y su gesto de hombre malo; a Lars Ulrich orgasmeándose a ritmo de batería y luciendo sus dientes de burro calabacero; a Jason Newsteed headbangeando y presumiendo su envidiable cabellera, y a Kirk Hammet joteando y rockeando como sólo él sabe hacerlo, la música tuvo un nuevo significado, y me dio gusto saberme fans del grupo y de sus integrantes, me dio alegría haber visto esas imágenes en la tele y me dio una enorme satisfacción haber elegido algo por mí misma. Ya no era nada prestado ni heredado, simplemente era mi elección y me sentía feliz de haberla hecho.

A continuación, el video y la letra de la canción:




Say your prayers little one
Don't forget my son
To include everyone
I tuck you in
walk within
Keep you free from sin
'til the sandman he comes

Sleep with one eye open
Gripping your pillow tight

Exit light
Enter night
Take my hand
We're off to never never-land

Something's wrong, shut the light
Heavy thoughts tonight
And they aren't of Snow White
Dreams of war
Dreams of liars
Dreams of dragons fire
And of things that will bite, yeah

Sleep with one eye open
Gripping your pillow tight

Exit light
Enter night
take my hand
We're off to never never-land

(whisper)
Now I lay me down to sleep (x2)
Pray the lord my soul to keep (x2)
If I die before I wake (x2)
Pray the lord my soul to take (x2)

Hush little baby don't say a word
And never mind that noise you heard
It's just the beasts under your bed
In your closet and in your head

Exit light
Enter night
Grain of sand

Exit light
Enter Night
Take my hand!
We're off to never never-land

Yeah, ha ha ha

Boom

Yeah, yeah
oh, whoa

We're off to never never-land

Take my hand
We're off to never never-land
Take my hand
We're off to never never-land

We're off to never never-land


Aunque a muchos ya no les gusta Metallica y piensan que son una porquería, a mí se me sigue enchinando la piel cuando escucho mis melodías favoritas de ellos, y siento que es la primera vez que escucho esa música, descubro nuevos matices y nuevos significados en sus letras, y aun cuando sus últimos discos no han sido de la calidad de los primeros, los respeto como banda y como personas, y aplaudo la capacidad que han tenido para mantenerse en el negocio después de tantos años y de tantas personas que los aman o los odian. Ellos me han acompañado en muchas ocasiones y han estado presentes en momentos determinados que no me habrían sabido igual de no haber conocido su música, y con toda su rudeza les guardo un cariño profundo y les agradezco todo lo que he vivido desde que están presentes en mi existencia.

Muchos años después de ver esa pesadilla metalera, se me hizo ver al grupo en vivo. No me importó el calor; no me importó escuchar los improperios que las personas a mi alrededor decían; no me importó el olor a mota ni los vasos aplastados que llegaron a caer sobre mi cabeza, lo único que me importaba, lo único que me interesaba en esos instantes era estar parada ahí, formando parte de la historia, acompañando a mis metaleros preferidos y, por qué no, trayendo a la vida miles de cosas que antes de ese concierto sólo existían en mi cabeza, tal como las imágenes que acompañan a Enter Sandman.

Lau dixit.

martes, 18 de mayo de 2010

More than a feeling


I lost myself in a familiar song, I closed my eyes and I slipped away...

Tom Scholz



El otro día vi The men who stare at goats y me encantó. En la película muestran a una serie de militares que desarrollan sus capacidades extrasensoriales y se desencadenan hechos inverosímiles y muy divertidos. Aunque disfruté mucho la película, mi acompañante me hizo sentir una molestia grandísima, como no la había experimentado desde hace mucho tiempo.

Sin duda esta experiencia era digna de aparecer en mi aclamada sección Vivir para cagarla, pero me hizo sentir tan mal que preferí no hacer mucha alharaca y dejarlo nada más en que el tipo con el que fui al cine, a pesar de su doctorado y sus conocimientos, es uno de los peores patanes que he conocido y que ni siquiera vale la pena dedicarle una entrada, además, la experiencia me hizo pensar algunas cosas que son el motivo principal para escribir esto.

En en filme, George Clooney tiene la habilidad de viajar con su mente y ver cosas aunque se encuentren a kilómetros y kilómetros de distancia, algo a lo que le llama remote view, y dice que para lograrlo consume alcohol y escucha a Boston, en particular la canción que le da título a este post. Creo que la melodía resulta perfecta para esos momentos en los que uno "se escapa" sin que los demás se percaten siquiera, y que transmite una libertad que se obtiene con el pensamiento y con los deseos más profundos, una libertad que existe aunque el cuerpo esté aprisionado o estático, porque el cerebro llega hasta donde uno se lo permite sin necesidad de que otro órgano haga nada. Mi mente ha viajado miles de veces y he descubierto cosas interesantes gracias a ello, aunque debo confesar que después de la película algo cambió dentro de mí y provocó pensamientos que jamás había tenido, y si los tuve, nunca los reconocí como lo hago ahora.

La premisa de la cinta es que cada persona tiene dentro de sí un poder inexplorado con el cual se pueden hacer cosas grandes, pero sólo se logra si se vive en comunión con la mente y con la Tierra, de tal manera que eso se convierta en un todo. Después de pensar en el patán (lo negativo) y en la película (lo positivo), llegué a la conclusión de que eso último es en esencia lo que hace falta para que el mundo sea mejor, y que podemos ser realmente felices si dejamos de darle tanta importancia a las cosas, porque son como deben ser y suceden porque tenían que suceder y nada más, pues debemos aprender de ellas y no atormentarnos y/u obsesionarnos con ellas. Como en todas las reflexiones que hago, la simpleza estuvo presente, así como en esta melodía, que sin ser muy compleja me arrancó pensamientos muy profundos.

A continuación, el video y la letra de la canción:





I looked out this morning and the sun was gone
Turned on some music to start my day
I lost myself in a familiar song
I closed my eyes and I slipped away

It's more than a feeling (more than a feeling)
When I hear that old song they used to play (more than a feeling)
I begin dreaming (more than a feeling)
'till I see Marianne walk away
I see my Marianne walkin' away

So many people have come and gone
Their faces fade as the years go by
Yet I still recall as I wander on
as clear as the sun in the summer sky

It's more than a feeling (more than a feeling)
When I hear that old song they used to play (more than a feeling)
I begin dreaming (more than a feeling)
'till I see Marianne walk away
I see my Marianne walkin' away

When I'm tired and thinking cold
I hide in my music, forget the day
and dream of a girl I used to know
I closed my eyes and she slipped away
She slipped away

It's more than a feeling (more than a feeling)
When I hear that old song they used to play (more than a feeling)
I begin dreaming (more than a feeling)
'till I see Marianne walk away



La vida está llena de experiencias malas y buenas, pero de todas se puede obtener algo positivo. Después de la cita con el patán me sentí molesta conmigo misma porque le permití comportarse así; pensé en miles de cosas que pude haberle dicho, sin embargo, al final comprendí que lo mejor fue callar, pues ya había una persona humillada y ofendida y no hacía falta que alguien más se sintiera así. También pensé en la importancia que le estaba dando a la pareja y a la convivencia con el sexo masculino en el aspecto sentimental, y me di cuenta de que si estoy o no estoy con alguien no determina mi felicidad ni mi realización, y que probablemente este no es el momento para tener una pareja, aunque, por otra parte, tampoco me preocupa no llegar a casarme o tener bebés, puesto que hay cosas que me hacen realmente feliz y que poco tienen que ver con el amor, el matrimonio, el noviazgo o cosas similares. Después de darle tantas vueltas a lo anterior, reconocí que me preocupaba mucho y me ocupaba poco, y empecé a trabajar por que esa situación suceda a la inversa.

Muchas cosas estuvieron rondando mi pensamiento, y en el ínter me la llevé muy leve para poder analizarlas con claridad. Descubrí que siempre he querido algo y que no me he enfocado en obtenerlo; me di cuenta de que no concibo la felicidad de una manera convencional y que me estaba desviando de lo que en realidad deseo, que no es ocupar un puesto importante, tener mucho dinero o ser muy poderosa (por increíble que parezca), sino alcanzar esa simpleza que es la base de todo lo más puro y verdadero de la existencia. Al mirar dentro de mí encontré varios detalles que hay que desechar, otros que se pueden conservar y muchísimos que tengo que alcanzar, aun cuando parezcan inalcanzables, porque de esa manera llegaré a lo que San Francisco de Asís llamaba "el gozo perfecto", que no es nada que se obtenga con dinero o cosas materiales, sino con la comunión que mencioné parráfos arriba y con un profundo amor y una fe inagotable hacia mi persona.

La película toca el tema de la guerra y la milicia, y me parece que no pudo ser mejor, porque representa de manera simbólica la guerra más dura en la que todos combatimos, que es la guerra contra nosotros mismos. Todo el tiempo estamos luchando, todo el tiempo peleamos y estamos en alerta para asestar el primer golpe y ser los mejores en una competencia a la que llamamos vida, pero siempre lo hacemos en función de alguien más sin ver que la única batalla que tenemos que ganar es aquella en la que el oponente es el ego, nuestro ego, y que sólo sabiendo pelear contra él seremos capaces de crear una nueva conciencia y una mentalidad distinta en la que predominen la razón y el corazón, que son las mejores cosas que tenemos y por las cuales vale la pena permanecer en lucha.

Lau dixit.

P.S. Y a la guerra, indudablemente hay que ir preparados con una buena canción, como la de este post.

lunes, 17 de mayo de 2010

The next time around


E onde a sorte há de te levar
Saiba, o caminho é o fim, mais que chegar
E queira o dia ser gentil
À tua mão aberta pra quem é

Rodrigo Amarante/Fabrizio Moretti


Cuando pienso en "buena onda", en tranquilidad y en alguien sumamente chido, sin duda me viene a la mente E., un gran amigo que también fue un excelente compañero de trabajo hasta la semana pasada. Me llama la atención el hecho de no se me había ocurrido escribir algo acerca de él sino hasta ahora que ya no lo veré tan seguido, supongo que es por esa ausencia que se me ocurrió dedicarle una canción que me recuerda todo lo que es y lo que significa para mí, y aunque no me gustan los lugares comunes y no quisiera pensar en ese refrán que dice que "nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde", creo que algo que influyó para que me decidiera a dedicarle una entrada fue darme cuenta de que partió un colega apreciado y que sin la presencia de ese amigo querido en la oficina, los días no me sabrán igual.

E. es el tipo de persona que no te abruma con problemas, que siempre te escucha con toda la paciencia y te dice algo muy chido para que te sientas mejor; E. es el tipo de persona que siempre hace un comentario ingenioso y te hace reír aunque estés de muy mal humor o muy triste; E. es simplemente el amigo que cualquiera quisiera tener y conservar por siempre. Con él la convivencia es pura buena vibra y siempre hay algo interesante de qué hablar, además, se ríe de mis chistes y le gusta hablar de gatitos, y si bien esos detalles probablemente no sean indispensables para muchos, para mí son importantísimos, pues me indican que tengo un amigo muy humano y sensible que valora lo que los demás tenemos que decir.

La canción que le da título a este post le gusta mucho a E. y siempre que la escucho me acuerdo de él, por ello quise dedicársela, porque es una melodía que me transmite buena vibra y que me hace pensar en las mejores cosas de la vida, que son tan simples como unas carcajadas o una anécdota graciosa o un comentario ingenioso o simplemente un momento para fumar un cigarro, en el que todo lo que se dice es tan leve y tan grácil como las bocanadas de humo que se expulsan.

A continuación, el video y la letra de la canción:


Little joy- The next time around


One too many goals
That measure out your worth
To seek your weight in gold

Sat by the ivory sill
The further out you look
The further out you'll be

It's not enough to set the terms
If nothing ventured, nothing earned
Though odds are set against

In time, I'll belong to you
It's how it's meant to be

Settled on your own
Sweeping dust from stones
With a letter home

Back where the hour's long
The simplest things invite a thrill
If just by noticing at will

It's not enough to set the terms
If nothing ventured, nothing earned
It's how it's always been

E onde a sorte há de te levar
Saiba, o caminho é o fim, mais que chegar
E queira o dia ser gentil
À tua mão aberta pra quem é

In time, I'll belong to you
That's how it's meant to be
And how it's always been


Indudablemente, no podía haber mejor canción para E., incluso el nombre de la banda le queda como anillo al dedo, sólo que el adjetivo cambiaría, pues se trata de todo lo contrario: no es una pequeña alegría la que nos brinda a los que lo conocemos y lo apreciamos, es una alegría infinita, como cuando el día está soleado, o se experimenta una nueva y agradable sensación, o estamos con alguien a quien queremos mucho... en fin, hay muchas cosas a las que se les puede relacionar con la alegría, y muchas personas que la generan y que logran que nazca de muchos corazones, tal como lo hace E.

En verdad voy a extrañar la convivencia diaria, las veces que coincidíamos cuando íbamos a fumar; la sobremesa en la que de vez en cuando estaba yo presente; el preámbulo de sus salidas a la tienda, en el que platicábamos de cualquier cosa y siempre nos reíamos de algo; los momentos en los que terminaba su jornada laboral y al despedirse se quedaba cinco minutos más sólo por el gusto de conversar; los dichos, albures y chistes que aprendí gracias a él; la música que intercambiamos y compartimos; sus descripciones apasionadas de las obras de los autores que le gustan; las anécdotas de sus amigos que platicaba como si fueran propias, porque se sabía todos los detalles; las clases de teoría futbolera, con las que le agarré un poco más de gusto a ese deporte; las críticas de cine que llegamos a hacer; las veces que compartimos un punto de vista; las veces en que nuestras opiniones fueron diferentes; la única ocasión en que lo vi llorar; las mini clases de baile que me dio en las fiestas de la empresa; las ocasiones en que estuvo ahí para escucharme y apoyarme; los detalles que él y su pareja tuvieron conmigo; las veces en las que le hice consultas o le pedí su opinión para que algo me saliera bien; los momentos en los que recordé que en él tengo a un gran amigo; las veces en las que he sentido una enorme admiración por él; el momento en el que me di cuenta de lo afortunada que fui al haberme encontrado con una persona así de grande...

Nunca terminaría de enumerar las cualidades de E. y los momentos increíbles que nos regaló a todos los que lo queremos, no me cabe en esta entrada, pero lo que sí me cabe es expresar mi agradecimiento y mi cariño hacia una persona que cambió mi vida y que me ha hecho apreciar las cosas pequeñas, simples y maravillosas de la existencia, porque después de haberlo conocido y de considerarlo uno de mis mejores amigos, simplemente no puedo ver las cosas de la misma manera. E. me contagió de alegría, de buena vibra y de una tranquilidad que no conocía, me hizo descubir muchas cosas agradables de la vida y, lo mejor de todo, me ayudó a encontrar el lado alegre en todo lo que me rodea, y eso, según yo, es lo más maravilloso que le puede suceder a alguien.

Mil gracias por la diferencia que hiciste, mil gracias por ser un amigo como pocos y mil gracias por contagiar tu alegría y transformar todo lo que tocas.

Lau dixit.

viernes, 14 de mayo de 2010

Smells like teen spirit

En 1991 los ochenta y toda su tranquilidad parecían muy lejanos; en las mentes jóvenes se gestaban nuevas formas de pensamiento y puntos de vista diferentes acerca de lo que era la vida, y todos parecían ser dignos representantes de la Generación X, que se caracterizó por la apatía y el rechazo al mainstream, a lo que "alguien más" había impuesto en cuanto a lo que era correcto y lo que no. Dentro de esa indiferencia parecía que no había nada que sorprendiera a la juventud, no existía nada con lo cual identificarse, hasta que Nirvana lanzó en septiembre de ese año, Smells like teen spirit, la canción con la cual todas las miradas se dirigieron hacia el grunge.

En ese entonces yo tenía 10 años y no entendía mucho de generaciones ni de nada, sin embargo, me gustaba la música y me sentía deslumbrada ante cualquier propuesta que se alejara de lo que pasaban todo el día en la radio o lo que aparecía en la televisión porque sentía el poder que da tomar una decisión importante y me agradaba experimentar la satisfacción de haber elegido algo por mí misma. Por esos años no me preocupaba mucho el significado de las letras, sólo me dejaba llevar por lo que los acordes me transmitían y me olvidaba de cualquier otra cosa; así como muchos adolescentes, yo también usé camisas de franela, también dejé de peinarme y también quise apartarme de cualquier convencionalismo para ser simplemente como yo era y nada más, por lo que esta canción fue un grito de guerra no sólo para mí, sino para miles de jóvenes alrededor del mundo.

Unos años después, abrumado por la fama y por sí mismo, Kurt Cobain se suicidó. A pesar de que fue el creador de un himno para toda una generación, de que muchos lo veían como a un dios, no pudo lidiar con su popularidad ni con su depresión constante, y decidió que lo mejor era terminar con su vida (aunque también se cree que fue asesinado) porque, según sus propias palabras, "era mejor quemarse que apagarse lentamente". Recuerdo que en las noticias se dieron a conocer casos de adolescentes que se habían suicidado para morir como su ídolo, a quien se le dio el mote de "mártir del rock", y me pareció sumamente penoso que se siguieran perdiendo vidas por motivos que, según yo, tenían solución. Para mí, Cobain no fue un mártir ni una superestrella, como también se le llegó a llamar, para mí él fue un ser humano que no supo cómo manejar esa humanidad ni la fama que tanto padeció.

A continuación, el video y la letra de la canción:



Nirvana - Smells like teen spirit

Load up on guns and bring your friends
It's fun to lose and to pretend
She's over-bored and self-assured
Oh no, I know a dirty word

Hello, hello, hello, how low?
Hello, hello, hello, how low?
Hello, hello, hello, how low?
Hello, hello, hello

With the lights out, it's less dangerous
Here we are now, entertain us
I feel stupid and contagious
Here we are now, entertain us

A mulatto, an albino
A mosquito, my libido
Yeah, hey, yay

I'm worse at what I do best
And for this gift I feel blessed
Our little group has always been
And always will until the end

Hello, hello, hello, how low?
Hello, hello, hello, how low?
Hello, hello, hello, how low?
Hello, hello, hello

With the lights out, it's less dangerous
Here we are now, entertain us
I feel stupid and contagious
Here we are now, entertain us

A mulatto, an albino
A mosquito, my libido
Yeah, hey, yay

And I forget just why I taste
Oh yeah, I guess it makes me smile
I found it hard, it's hard to find
Oh well, whatever, nevermind

Hello, hello, hello, how low?
Hello, hello, hello, how low?
Hello, hello, hello, how low?
Hello, hello, hello

With the lights out, it's less dangerous
Here we are now, entertain us
I feel stupid and contagious
Here we are now, entertain us

A mulatto, an albino
A mosquito, my libido

A denial, a denial
A denial, a denial
A denial, a denial
A denial, a denial
A denial


Aunque me gusta la música de Nirvana, no puedo oírla porque me trae recuerdos poco agradables, sin embargo, esta pieza definitivamente cambió mi vida y marcó un antes y un después en cuanto a la manera en la que concebía el mundo, por lo cual tenía que incluirla en este recuento cancionero. Smells like teen spirit fue un parteaguas para conocer otras bandas grunge y a muchos nos hizo interesarnos por algo, nos hizo sentir que pertenecíamos, que había más personas como nosotros en el mundo y que una voz se levantaba por todas aquellas que habían permanecido calladas por años y comenzaban a despertar.

En ocasiones me pongo a pensar en los noventa, en aquellas camisas de franela y en las toscas botas que usábamos todos aquellos que seguíamos un movimiento que, aunque había nacido en una ciudad lejana de un país con una ideosincracia muy distinta de la nuestra, nos hacía sentir unidos, acompañados, y nos había dado un líder al cual seguir, cuya voz, aun después de haberse extinguido, sigue resonando como si todavía fuera 1991. En esa década las cosas eran más complicadas que en los ochenta que tanto me gustan ahora que se encuentran en un pasado lejano, sin embargo hay varios detalles que recuerdo con gusto, pues contribuyeron a que forjara mi personalidad y muchas ideas que forman parte de mi esencia, y también hay detalles que recuerdo con melancolía, como ese negro mes de abril en el que se dio a conocer la noticia de que Cobain había muerto, al igual que otros ídolos de tiempos diferentes al suyo.

Los recuerdos, buenos o malos, son la mejor prueba de que estamos vivos y que hemos visto miles de cosas, son el recordatorio de que estamos parados en este planeta y formamos parte de su historia, nos guste o no. Los recuerdos agradables sirven para darnos cuenta de que existe belleza en la vida y en todo lo que hacemos, por simple que parezca, y los recuerdos malos sirven para corregir las cosas, para aprender de los errores y evitar cometerlos de nuevo. Kurt y Nirvana están en mi memoria porque fui parte de una historia y estuve presente en un momento que no volverá jamás, pero del cual sigo aprendiendo a la fecha y con el cual me sigo regocijando por toda la belleza que encontré, por toda la belleza que poseía ese cantante aunque no estuviera listo para compartirla con el mundo.

Lau dixit.

martes, 11 de mayo de 2010

The prettiest star



Y cuando llegue el día del último viaje,
y esté al partir la nave que nunca ha de tornar,
me encontraréis a bordo, ligero de equipaje,
casi desnudo, como los hijos de la mar.

Antonio Machado

Ante la muerte, comprendida o no, es difícil encontrar palabras para expresar lo que sentimos después haber perdido a un ser amado, o para dar consuelo a alguien que sufrió una pérdida. A mí me sucede eso, no sé qué decir o qué hacer para demostrar mi apoyo y mi deseo de dar consuelo, y me quedo corta en palabras, me quedo callada ante lo que me causa miedo y respeto, guardo silencio ante lo que no puedo comprender, por ello recurro a este blog para plasmar lo que siento, y expreso las palabras que se resisten a salir de mis labios porque no saben cómo hacerlo.

El día de hoy, el abuelo de un querido amigo falleció. Me duele su dolor, me afecta su sufrimiento y me conmueven sus lágrimas, y de la misma manera en que sucede cuando uno pierde a un ser querido, también tengo incertidumbre y siento preocupación por los que se quedaron, por los que tienen una gran pena dentro de sí, que son quienes se enfrentan a un panorama más duro, porque el amadísimo abuelo, donde se encuentre, indudablemente se ha entregado a la paz y la eternidad, y su sufrimiento se ha transformado en descanso divino.

Hace algunas semanas, en una de las tantas noches en las que voy a correr, tuve una experiencia con la canción que le da título a este post. Andaba en uno de los caminos empinados del parque y sonó esta melodía. Dirigí la mirada al piso y lo primero que vi fue mi sombra, y aunque no era nada fuera de lo común observar mi silueta, me extrañó que hubiera tanta luz; en el cielo brillaba una luna llena hermosa, blanca como nunca, con un resplandor del que jamás fui testigo. Las estrellas le hacían compañía, su luminosidad estaba a la par de la del astro y en conjunto ofrecían el mejor de los espectáculos, cuyo complemento era The Prettiest Star, una melodía que resultaba perfecta para lo que yo estaba presenciando.

Mientras me regocijaba con toda esa belleza, miré hacia otro lado y vi que alguien andaba en bicicleta y de repente ya no estaba. También vi a algunas personas que iban caminando y en un instante desaparecieron, y fue cuando caí en la cuenta de que no estaba sola, de que las estrellas más hermosas son todas esas personas que se han ido y que se manifiestan con su luz, y esa noche se reflejaban sobre la tierra y me fue posible verlas transformadas en espíritus que vinieron de visita por un instante, como si quisieran hacernos saber que siempre están ahí, a nuestro lado, cuidando nuestros pasos, dándonos su amor en formas que no podemos comprender todavía, en formas que nuestros ojos no alcanzan a percibir.

A continuación, el video y la letra de la canción:


David Bowie y Marc Bolan - The Prettiest Star


Cold fire, you've got everything but cold fire
You will be my rest and peace child
I moved up to take a place near you

So tired, it's the sky that makes you feel tried
It's a trick to make you see wide
It can all but break your heat in pieces

Staying back in your memory
Are the movies in the past
How you moved is all it takes
To sing a song of when I loved
The Prettiest Star

One day though it might as well be someday
You and I will rise up all the way
All because of what you are
The Prettiest Star

Staying back in your memory
Are the movies in the past
How you moved is all it takes
To sing a song of when I loved
The Prettiest Star

One day though it might as well be someday
You and I will rise up all the way
All because of what you are
The Prettiest Star


Seguramente el abuelito de mi amigo nunca supo quién era David Bowie, y mucho menos conoció esta canción, pero lo maravilloso de la música es que podemos adaptarla a lo que vivimos y sentimos en cada momento, y creo que yo no podía elegir mejor melodía que ésta. Cada una de las estrellas más hermosas que se observan en el cielo es un alma, el alma de alguien que nos dejó pero que sigue presente con su luz que alumbra nuestro camino y guía nuestros pasos, y aunque de día no percibimos esa luz, está ahí, mezclada con el aire que respiramos, convertida en algo omnipresente, en el amor celestial, en la fuerza que nos impulsa, que forma parte de lo que somos.

No tuve el gusto de conocerlo, abuelo Vite, pero sé que ahora usted es una hermosa estrella, una estrella nueva que permanecerá en el cielo mientras el mundo siga siendo mundo, y que cada día estará ahí, cuidando de su familia, de las personas a las que se les adelantó, de esas almas que lloran su ausencia y que poco a poco se sobrepondrán, porque llegará un día en el que usted se manifieste de diferente manera, llegará un día en el que descubran, con la mayor de las dichas, que usted sigue ahí, por y para ellos.

Eternidad y miles de bendiciones para usted, que se ha ido. Paz y consuelo para los que se han quedado.

Lau dixit.

viernes, 7 de mayo de 2010

You're the one for me, fatty



You're the one I really, really love.

Morrissey


Los gordos la tenemos difícil en la vida. No encontramos ropa; no cabemos en los asientos; nos echan miradas inquisidoras cuando comemos cosas que amenazan con aumentar unos gramos a nuestro peso; no tenemos las mismas oportunidades que la gente delgada; no somos considerados entre los cánones de belleza; no se nos concibe como personas sanas y continúa una larga lista de nos. Lo peor del caso es que muchos de esos nos han sido fomentados por lo que se presenta en los medios, sin embargo, la mayoría de los gordos lo hemos permitido, nos hemos concebido como la conjunción de esas negativas y asumimos ese papel con resignación (y me incluyo aunque me duela).

En un post que escribí hace algunos meses me quejé amargamente del trato que recibimos los gordos y de la manera en que nos ven los demás; es difícil ser aceptado cuando hay un exceso de carnes de por medio y no te apegas a los parámetros de lo que otros piensan que debería ser, cuando se imponen ciertas ideas acerca de los gordos y se arraigan en la mentalidad de quienes nos rodean, pero sobre todo, cuando nos damos cuenta de que este mundo no está hecho para nosotros.

En esta época en la que por todos lados se trata de motivar la diversidad y el respeto, hay aceptación hacia diversos grupos e ideas, pero no para los gordos; muchas personas piensan que quien tiene unos kilos de más se descuida, que luce mal o que no se le debe tomar en cuenta porque carece de algún aliciente en la vida diferente de comer hasta el hartazgo. En los medios de comunicación nos dan cifras alarmantes acerca de los índices de obesidad en nuestro país, y quieren crear medidas para evitar que sigan creciendo, sin embargo, nunca toman en cuenta que todos esos males tienen un origen que no siempre tiene que ver con el simple hecho de comer de más, sino que poseen una raíz psicológica profunda. Si se trata de erradicar la obesidad, creo que lo primero que se tiene que hacer es mandar a la gente al psicólogo, pero no sólo a los gordos en cuestión, sino a todos aquellos que los hacen sentir miserables.

Otro aspecto desagradable de ser gordos es que la gente nos hace comentarios hirientes y burlones acerca de nuestro peso o nuestro aspecto, o nos hacen daño porque según ellos "nos quieren ayudar" y por eso dicen las cosas como son. Aunque la sinceridad siempre es mejor, hay que tener tacto para hacerle un comentario a otra persona, pues no se sabe qué suceptibilidades se puedan herir o hasta qué punto se pueda causar un mal (no se me olvida la película Up in the Air). En mi vida de gorda he escuchado cosas como las siguientes:


- No sigas comiendo porque te vas a poner más gorda. Mmmm, ¿quieres un dulce?

- ¿Por qué no dejas de comer un mes a ver si adelgazas?

- No uses el cabello corto, te ves más gorda.

- Deberías comprarte un termogénico, así el ejercicio te serviría de algo.

- La ropa negra adelgaza. Cuando elijas una prenda, que sea de color negro.

- Habrá un evento relacionado con la obesidad, deberías ir.

- ¡No puedo creer que TÚ salgas a correr!

- Hacer sentadillas no te caería nada mal.

- «Este monito de messenger eres tú (mono gordo y gelatinoso). » «¿Por qué soy yo? » «Porque eres grande (no una grandeza espiritual)... bueno, no grande, "buena" (sí, ya que me hizo sentir como basura)... »

- ¡Estás muy gorda! (dicho después de una mirada de desaprobación)

- ¿Toooodo eso te vas a comer?

- Que te vaya bien y ya no engordes (escrito en mi cuaderno de dedicatorias antes de salir de la secundaria).

- Intenta bajar unos kilos para que te puedas comprar algo bonito.

- «¿Cuánto pesas?» «No sé, ya no me peso, me causa conflicto.» «Tienes que pesarte, no entiendo por qué los gordos niegan la realidad. Sólo pesándote podrás tener idea de cuán grave es tu problema.»

- Mi amiga Carla es muy guapa, mi amiga Daniela es muy bonita y Laura, ehh, Laura... Laura es bien buena onda...

- Estás muy bonita, pero pasada de peso. ¿Te has puesto a pensar cuál es la causa? Seguramente es algo que necesitas resolver, la gente gorda siempre se refugia en la comida por algo que le pasó, y estoy seguro de que estás en una situación similar.

- «¿Sigues corriendo?» «Sí, lo hago a diario.» «Ahh... yo pensé que no.» «Y seguramente te preguntas cómo es que si corro estoy gorda, ¿no?» «Ehh, no... yo nunca dije eso.» (este comentario y el anterior fueron hechos por la misma persona)

- «¿Le puedo ayudar en algo?» «Sí, ¿tiene más blusas como ésta?» «Sí, por supuesto. Extra grande, ¿verdad?»

- Si bajaras veinte kilos estarías perfecta.


Al principio esos comentarios me dolían, después me causaban molestia y, al final, sólo me provocaban risa; de hecho, en estos años he aprendido a que no me importe nada, a aceptarme y a aceptar mi realidad, tan es así que he pensado en algunas respuestas que debí dar cuando todas esas personas y muchas más me dijeron cosas desagradables, y aunque el hubiera no existe y es mejor poner la otra mejilla, me divierto pensando cosas como las siguientes:


- ¿Por qué no dejas de comer un mes a ver si adelgazas?

¿Y tú por qué no dejas de hacerte chaquetas mentales durante un año, a ver si te vuelves más inteligente?


- Hacer sentadillas no te caería nada mal.

Y a ti no te caería nada mal hacerte un implante capilar.


- Intenta bajar unos kilos para que te puedas comprar algo bonito.

Ahora resulta que los gordos no nos podemos comprar nada bonito.


- Si bajaras veinte kilos estarías perfecta.

Y si a ti te dejara de apestar la boca, me caerías bien.


- Mi amiga Carla es muy guapa, mi amiga Daniela es muy bonita y Laura, ehh, Laura... Laura es bien buena onda...

¿Por qué muchos piensan que si alguien es gordo, por ende también es feo?


- Que te vaya bien y ya no engordes.

Igualmente, que te vaya muy bien y se te quite la cara de pendejo.


Mucho se dice que el físico no lo es todo, que los sentimientos y lo que uno tiene dentro es lo que cuenta, sin embargo, la vida se encarga de demostrarnos a los gordos, una y otra vez, que no es así. Ante la duda de si el aspecto es importante o no, me puse a preguntarle eso a varias personas, y todas concluyeron con que, efectivamente, el físico sí cuenta y es un factor más importante de lo que se pueda pensar. No quiero culpar a nadie, ni decir que están bien o mal, porque quién soy yo para tratar de definir lo que es correcto e incorrecto, o influir en los gustos de los demás, pero sí me deja pensando en que valoramos más la belleza exterior de lo que deberíamos y que, al hacerlo, perdemos de vista aspectos importantes, como las cualidades o los talentos que una persona podría tener.

He llegado a un punto en el que ya me cansé de que me digan gorda y que alguien más dicte cómo tengo que lucir o qué es lo que tengo que hacer para ser "aceptada". Sí, soy gorda, no lo voy a negar, y aunque sé que a algunas personas les choca que lo diga, no es nada más que la verdad; ya no quiero oír el típico "estás llenita, no gorda" para hacerme sentir bien, porque no necesito la pena ajena de nadie, al contrario, creo que los comentarios hirientes y los comentarios "empáticos" sólo me afectan y me hacen sentir más miserable, y como reza la frase de mi estimada Marge Simpson, "si no tienes nada bueno que decir de alguien, mejor no digas nada", así que es mejor el silencio, ese hermoso silencio que me ha ayudado a seguirme aceptando y a lidiar con mi gordura con tranquilidad.

Elegí You're the one for me, fatty como título de este post porque el señor Morrissey, al que no parecen gustarle las mujeres, los hombres ni nada de nada, tiene un punto de vista neutral al respecto, además de que expresa cosas que todos los gordos nos deberíamos decir mientras nos vemos al espejo o nos sentimos frustrados por no lucir como la gente que sale en la tele o en las revistas. Todos los fattys nos debemos querer mucho, todos los fattys debemos decirnos palabras amorosas y disfrutarnos, tomar con simpleza esa gordura para poder erradicarla, en caso de que así lo queramos, o conservarla, si es que así somos felices, el punto es no atormentarnos por querer vernos como alguien más o querer cambiar porque lo dice alguien más, el punto es preservar esa simpleza para alcanzar lo que queramos, aun cuando parezca inalcanzable.

A continuación, el video y la letra de la canción:




You're the one for me, fatty,
You're the one I really, really love.
And I will stay,
Promise you'll say if I'm in your way.
You're the one for me, fatty,
You're the one I really, really love.
And I will stay,
Promise you'll say if I'm ever in your way.
Ah-hey.

All over Battersea,
Some hope and some despair.
All over Battersea,
Some hope and some despair.
You're the one for me, fatty,
You're the one I really, really love.
And I will stay,
Promise you'll say if I'm in your way.
You're the one for me, fatty,
You're the one I really, really love.
And I will stay,
Promise you'll say if I'm ever in your way.
Ah-hey.

All over Battersea,
Some hope and some despair.
All over Battersea,
Some hope and some despair.
You're the one for me, fatty,
You're the one I really, really love.
And I will stay,
Promise you'll say if I'm in your way.
You're the one for me fatty,
You're the one for me-a-hey...


En otros países se tiene una visión más alivianada acerca de los gordos. En México sucede todo lo contrario, se tienen ideas equivocadas y muchos complejos acerca de la gordura, pero lo peor del caso es que la aceptación hacia nosotros es casi nula. No niego que la obesidad muchas veces es causada por una mala alimentación y por falta de ejercicio, pero no todos los gordos lo somos por las mismas causas, hay otros factores que la gente no considera antes de juzgarnos. No puedo hablar por otros, pero hablo por mí al decir que hago ejercicio y ya no trago tantos dulces como antes, y aun así estoy gorda, pues hay cosas que uno puede mejorar, pero no cambiar, y estoy segura de que así como sucede conmigo, sucede con más personas. Podríamos irnos a otro país, a Inglaterra, donde Morrissey se muere por un o una fatty, o a Alemania, donde les vale madre cómo te ves, más bien se fijan en otras cosas, pero no es la solución. La respuesta está en aceptarnos, en no permitir que se nos menosprecie y se nos dé un trato diferente sólo por ser gordos, pues no somos fenómenos ni nada parecido, lo único que nos diferencia del resto de la gente son unas carnes extra.

Sé que va a estar difícil que se deje de pensar que la causa de todos los problemas que tenemos los gordos son los kilos de más, pero no es algo imposible, y podemos empezar a hacerlo demostrando que tenemos cualidades que rebasan por mucho a la belleza física. Yo ya no quiero oír que si estoy gorda es porque soy pobre, o que si sigo engordando me voy a volver hombre, no quiero escuchar nada más, y no porque quiera escapar de la realidad o sea una mediocre que se conforme con poco (que también me lo han llegado a decir), más bien porque merezco respeto y sé que soy algo más que una gorda, y que debo rodearme de personas que sean más que lo que se muestra en este video, que me aporten cosas realmente importantes y que no me llenen de complejos y de odio hacia mi persona.

Creo que gordo o gorda son palabras horribles que deberían salir del diccionario, y creo que son conceptos que no deberían existir más. Considero que las personas pasadas de peso tenemos mucho que ofrecer, y que debemos armarnos de valor para demostrarnos a nosotros mismos lo grandes que somos (y no me refiero al tamaño), para lograr cosas igual de grandes, que se nos deje de ver como "el gordito chistoso" o "la gorda simpática", y que se nos empiece a ver como lo que realmente somos y siempre hemos sido: seres humanos.

Lau dixit.

martes, 4 de mayo de 2010

El piojo y la pulga

Cuando era pequeña, mi bisabuela y dos de sus hijas, hermanas de mi abuela materna, me cuidaban la mayor parte del tiempo porque mis padres trabajaban, por lo tanto, esas tres mujeres fueron sumamente importantes en mi educación e influyeron para que me convirtiera en la persona que soy ahora. Mi familia es todo un matriarcado; las damas siempre han trabajado y han demostrado que todo es posible, y no quiero minimizar lo que a lo largo de la historia familiar han logrado los señores (que también ha sido mucho), sin embargo, la presencia femenina es la que tengo más arraigada en el pensamiento, pues las mujeres han sido las que toman las decisiones más importantes y quienes guían al resto de la familia con la educación y el ejemplo que han dado.

Mi bisabuela era una mujer muy fuerte; a sus 80 años trabajaba y se subía a las combis y al metro como si nada, cual si fuera una veinteañera con mucha vida por delante, tan es así que el cuento cubano Francisca y la muerte pareciera que fue escrito para ella, porque tenía una fuerza increíble y cientos y cientos de cosas por hacer. De mi bisabuela aprendí que hay que tratar bien a las personas sin importar cómo sean; aprendí que ser precavida me ayudaría a realizar mis actividades con eficiencia; aprendí que la generosidad trae muchas satisfacciones intangibles, que son mejores que las tangibles; aprendí que una mujer es capaz de lograr cualquier cosa por difícil que parezca, y aprendí que la vida es lo que uno haga de ella. Aunque fue estricta, también fue muy dulce y me consentía cada que podía, al grado de tener en su casa una almohada, una cobija mini y un peine amarillo padrísimo en forma de perro salchicha (mismo que tengo que conseguir), todos de mi propiedad, claro está, además de recibir juguetitos, golosinas, libros de cuentos, clases de macramé y manualidades y un curso de inglés muy bueno que me habría ayudado mucho ahora que soy adulta (o intento serlo).

Todo lo que representaba mi bisabuela para mí, se puede resumir en tres conceptos: fortaleza, generosidad y calidad humana, y pienso que para otras personas así fue también. Cuando murió, muchísimas personas fueron a darle el último adiós y lloraron la pena de su ausencia, y me quedó muy claro que fue una mujer que hizo una diferencia en la vida de muchos y dejó un gran legado con el cariño y las enseñanzas que siempre prodigó.


Empezaré ahora a hablar de mis tías, lo haré primero con la más grande de edad. De pequeña, ella era quien me llevaba a la escuela y me cuidaba cuando mis padres no estaban, me bañaba, me vestía y estaba pendiente de mí la mayor parte del tiempo. Yo pasaba mucho tiempo en casa de mi bisabuela, donde vivían también mis tías, y me encantaba quedarme a dormir porque usaría mi almohada y mi cobijita y, por supuesto, al día siguiente mi tía me peinaría con mi peine de perro salchicha y me ayudaría a ponerme el uniforme, me daría un delicioso desayuno de café con leche, huevo estrellado y platanitos fritos, y me prepararía con mi bolsa y mi tostón envuelto en papel de estraza para que comprara algo a la hora del recreo. Mi tía sabía hacer de todo, pero su mayores talentos, según yo, eran la cocina y la costura.


Recuerdo que mi tía preparaba platillos riquísimos, incluso algo tan simple como un bistec asado le quedaba delicioso, y ni qué decir de los guisos elaborados, literalmente eran suculencias, ambrosía para nuestro paladar. También recuerdo que cosía en su máquina y en una ocasión en la que ella y mi bisabuela me iban a llevar a una fiesta de una conocida suya, mi tía improvisó un vestido con un blusón que la hermana de mi madre no usaba, pues esa vez yo no iba preparada para asistir a tal evento, y quedé encantada con el resultado. Mi tía a veces me hacía bolsas para que llevara mis útiles de la escuela, mismas que me gustaban mucho y no le pedían nada a las mochilas de Kitty o de lo que sea que haya estado de moda esos años (en los 80 no había mochilas de monos, estaban en boga las gigantescas, cuadradas y horribles Samsonite), para mí, esas bolsas eran simplemente las mejores del mundo.

Mi tía representa en mi vida el ejemplo del trabajo duro, la humildad y la fidelidad en su máxima expresión. Siempre se entregó a la familia, siempre nos cuidó y nos apoyó en los tiempos malos y los no tan malos, nos alimentó, nos cuidó, nos enseñó a leer, a sumar, a escribir, a ser constantes con nuestro esfuerzo y a ayudar a los demás sin esperar nada a cambio. En ella se cumple la frase de San Agustín, que después Teresa de Calcuta usaría: quien no vive para servir, no sirve para vivir, pues toda la vida ha tenido la disposición y el desprendimiento de dar y dar, teniendo como única recompensa la satisfacción de haber ayudado a alguien. Si no hubiera sido por mi tía, yo no conocería lo que significa la bondad.


Mi otra tía es radicalmente distinta a su hermana en cuanto a su carácter, pero en cuestión de generosidad y disposición para ayudar a la gente, podría decir que son iguales. Recuerdo que cuando yo era pequeña veíamos la ópera o el ballet cuando los transmitían por televisión, y que podía pasar horas platicándole cosas, mismas que ella escuchaba con atención y toda la paciencia del mundo; también recuerdo que me ayudaba con mis tareas del kinder y la admiración que sentía cuando hablaba de algún libro que estaba leyendo (también estudió letras). Siempre soñé con leer todos los libros que tenía, pero no lo logré porque regaló muchos, aunque algunos nos los dio a mi hermana y a mí; de no haber sido por que ella fomentó en mí el hábito de la lectura, mi destino habría sido muy distinto y seguramente no me encontraría escribiendo esta entrada. Si hay una frase que me hace pensar en mi tía, es ésta, de John Milton: un buen libro es preciosa sangre de vida de un espíritu magistral, embalsamado y atesorado con el propósito de dar vida más allá de la vida; ella siempre atesoró libros y sabiduría y compartió ambas cosas con todos los que hemos sido como sus hijos, y toda la literatura, las palabras y las letras que conocimos gracias a que nos encauzó por el camino del arte, forman parte de un legado que transformó muchas vidas, no sólo la de aquellos que la amamos.

Cuando me quedaba en casa de mi bisabuela, había mañanas en las que mi tía ponía sus discos y preparaba desayunos de pan francés o empanadas tabasqueñas, y pasábamos el tiempo oyendo música y cuidando las plantas, lavando el patio, el coche u ordenando sus papeles y sus recuerdos; con ella siempre había algo que hacer, y por más aburrida que pareciera una actividad, a su lado resultaba muy divertida. Mi tía siempre tenía una anécdota que contar, un viaje que relatar o un detalle que compartir, y todos éramos blanco de esa generosidad; nunca faltó el momento en el que nos ayudara con una tarea, nos prestara un libro, nos enseñara algo nuevo o simplemente compartiera con nosotros una tarde amenizada por la música de los Beatles, Edith Piaf o algún clásico de esos que se escuchan y, aunque no se tenga idea de quién toca o canta la melodía, inmediatamente le resulta familiar y la asocia con algún recuerdo o con un sentimiento que parecía olvidado.

La crítica literaria, la versificación, las manualidades, la degustación culinaria y los idiomas eran algunos de los muchos talentos de mi tía, pero creo que el mejor de todos sin duda consiste en que sea como es, una mujer divertida, culta, generosa y con muchas cosas que enseñarle a los demás, pero sobre todo, con mucho que compartir, pues un gran corazón necesariamente desborda lo bueno que tiene para dar, y eso es exactamente lo que sucede con mi querida tía.

Lo que escribí en los párrafos anteriores en apariencia no tiene nada que ver con la canción que le da título a este post, pues tanto mi bisabuela como mis tías son mujeres muy diferentes entre sí. Elegí esta melodía en la voz de Pedro Infante porque con todas juntas y las tres por separado, llegué a ver al menos una cinta del ídolo de Guamúchil, y la composición es una de las que más me gustan del señor Infante (parece una antítesis, jeje), además de que es muy graciosa y menciona a un gato. Las películas de este personaje forman parte de los momentos que pasé con ellas, instantes que disfruté mucho y en los cuales reímos, la pasamos bien y se fortalecieron los lazos que nos unen.

A continuación, el sonido (o intento de video) y la letra de la canción:


Pedro Infante - El piojo y la pulga




El piojo y la pulga se van a casar
No se han casado por falta de maíz
Tiro lo tiro tiro liro liro
Tiro lo tiro liro liro la.

Responde el gorgojo desde su maizal:
"Hágase la boda que yo doy el maíz."
Tiro lo tiro tiro liro liro...

Bendito sea el cielo que todo tenemos
Pero los padrinos donde agarraremos.
Tiro lo tiro tiro liro liro...

Salta el ratón desde el ratonal:
"Amarren al gato que yo iré a apadrinar."
Tiro lo tiro tiro liro liro...

El piojo y la pulga se van a casar
Les pregunta el padre si saben rezar.
Tiro lo tiro tiro liro liro...

Salta la pulga que se desafina:
"Tráiganme unas naguas, yo seré madrina."
Tiro lo tiro tiro liro liro...

Se acabó la boda, hubo mucho vino
Se soltó el gatito y se comió al padrino.
Tiro lo tiro tiro liro liro...

En la madrugada cuando el sol salió
No hubo ni un changuito que no se rascó.
Tiro lo tiro tiro liro liro...




Mi bisabuela y mis tías forman parte de mi vida, mis conocimientos, mis creencias y todo lo que soy. Gracias a ellas sé que una mujer siempre se abre paso y tiene la fuerza y los pantalones necesarios para triunfar y, según sea el caso, sacar adelante a los suyos. Me enorgullece el hecho de que mi familia sea un matriarcado en el que hay varias damas ejemplares, maestras de la vida y maestras de profesión, y estoy convencida de que así como han transformado mi existencia, también han dejado una huella, una semilla de su grandeza en muchas personas, lo cual es el comienzo para que el mundo sufra un cambio radical y se convierta en un lugar mejor.

Mi niñez fue dura en algunos momentos, como el que describo en este post, sin embargo, la felicidad que experimenté en esos años, fue causada en gran medida por todo lo que esas tres maravillosas mujeres hicieron por mí. Nunca podré retribuir lo que recibí de ellas, simplemente no hay manera de hacerlo pero, como siempre, tengo palabras y un blog para expresar mi gratitud y lograr que las personas sepan que siempre hay alguien grande en una familia, que la gente grande no necesariamente es la que se menciona en los libros de Historia, o aquella a la que se le conoce por su obra o un logro para la humanidad, más bien es la que deja un poco de sí misma en los demás, la que tiene la capacidad de cambiar muchas vidas y la que, con simpleza, nos muestra lo que podemos lograr sin temor a ser superada y, al contrario, tiene la humildad suficiente para lidiar con su creación.


Lau dixit.

domingo, 2 de mayo de 2010

The power of goodbye

Tuve una pelea muy fuerte con A.; creo que después de tantos años, ahora sí ha llegado el final. Dije muchas cosas que no me agradaron, y la rabia habló por mí, pero lo peor del asunto es que ahora me veo sin mi mejor amigo, sin la única persona que me aceptaba y me entendía como soy, aunque mi cariño por él no radicaba en eso, iba más allá de su aceptación y del hecho de ser incondicional, es una persona que me enseñó muchas cosas y a la que le debo gran parte de mi manera de ser, de pensar y de afrontar la vida, le debo gran parte de lo que soy.

En este momento, siento como si se me hubiera muerto alguien, sin embargo (y afortunadamente) él no está muerto, sigue vivo y eso es lo más doloroso, pues cuando una persona fallece, se tiene la certeza de que no se le volverá a ver, de que está en un lugar mejor, pero en este caso duele más porque es una pérdida que pude haber evitado, duele porque sé que está ahí, en algún lugar, y que si no lo vuelvo a ver fue a causa de mi ceguera, de las cosas estúpidas que dije e hice, de todo lo que eché a perder, todo lo que eché por la borda.

Sé que le hice daño y que, como una hoja de papel que se arruga, él nunca volverá a su forma original porque he dejado una marca, una marca desagradable provocada por esta situación y por la cual no creo recibir perdón. Es muy difícil tratar a una persona a la que quieres mucho, pues tiendes a equivocarte todo el tiempo, actúas de forma equivocada por ese cariño, quieres mantenerlo pero haces todo al revés y, por ende, te sale todo al revés. Esta ocasión dudo mucho recibir perdón, mi actitud fue la gota que derramó un vaso que estaba en su límite, y es muy doloroso verse sola, encontrarse sin esa persona que lo era todo y tener que lidiar con la terrible realidad de saber que todo fue tu culpa, que nunca mediste tus palabras y ese hecho terminó con una amistad invaluable, con lo mejor que tenías en tu vida.

Nuestra relación de pareja terminó hace mucho, pero se había transformado en una gran amistad, tal como lo he planteado en otras entradas de este blog, sin embargo, por todos mis errores, por todas mis actitudes y mis palabras, esa amistad se ha ido y se ha transformado en algo que no me gusta, se ha convertido en un gran vacío y en una enorme pena que será difícil de superar. La canción que le da título a este post fue la primera que me vino a la mente después de repasar todos los hechos, pues habla del adiós, del dolor, de las heridas que uno causa sin querer y para las cuales ya no hay ningún remedio, en cierta manera refleja cómo me siento, el vacío y la frustración de saber que pude haber hecho bien las cosas y no elegí ese camino, sino todo lo contrario, porque al buscar algo bueno, al empeñarme en alimentar un cariño y cultivar una amistad entrañable, hice tonterías muy grandes por las cuales estoy pagando un precio muy alto.

A continuación, el video y la letra de la canción:


Madonna - The power of goodbye


Your heart is not open, so I must go
The spell has been broken...I loved you so
Freedom comes when you learn to let go
Creation comes when you learn to say no

You were my lesson I had to learn
I was your fortress you had to burn
Pain is a warning that something's wrong
I pray to God that it won't be long
Do ya wanna go higher?

There's nothing left to try
There's no place left to hide
There's no greater power than the power of goodbye

Your heart is not open, so I must go
The spell has been broken...I loved you so
You were my lesson I had to learn
I was your fortress

There's nothing left to lose
There's no more heart to bruise
There's no greater power than the power of goodbye

Learn to say goodbye
I yearn to say goodbye

There's nothing left to try
There's no more places to hide
There's no greater power than the power of goodbye
There's nothing left to lose
There's no more heart to bruise
There's no greater power than the power of goodbye


Poder decir adiós, tal como reza la canción de Gustavo Cerati, es crecer, pero en el ínter hay que sentir dolor y arrepentimiento, hay que sufrir para entender los errores y todo lo que se hizo mal. Decir adiós, también, es difícil, sobre todo porque uno no quiere irse, y es más difícil cuando se está consciente de que ese adiós fue a causa nuestra y de nadie más, sin embargo, como dice la melodía de Madonna, hay que aprender a hacerlo aunque nos tome mucho tiempo y haya muchas lágrimas en lo que se llega a ello.

Probablemente nada de lo que diga hará que A. vuelva a ser mi amigo y que las cosas sean como antes, y lo más seguro es que no vuelva a saber nada de él porque lo hice llegar a su límite y las personas simplemente pierden la paciencia, pero tengo que llorar mi pérdida y afrontar la realidad, por más dura que ésta sea, para no seguir cometiendo los mismos errores, tengo que sufrir por lo que perdí para aprender a valorar lo que encuentre en un futuro, y tengo que hacerme a la idea de que todo tiene un final, y consolarme recordando lo bueno, lo hermoso que fue tener a alguien como él en mi vida y saber que fue una realidad, que no me lo contaron, que lo viví pero, sobre todo, que lo arruiné, porque sólo de mis errores podré crear nuevas oportunidades y una realidad distinta de la que vivo ahora.

Perdóname, A., desde lo más profundo de mi corazón te pido perdón por todo lo que hice y por lo que no hice, pues fueron las cosas que no hice las que terminaron con lo que existía, fue lo que lo no hice lo que terminó por matar todo lo bueno que tenía, fue eso que no hice lo que provocó que lo perdiera todo. En esa pelea dije cosas que no me gustaron y que no te gustaron, y acabé por colmarte la paciencia, tanto, que me pediste que te dejara en paz y dijiste que yo siempre pensaba lo que quería pensar... y sí, siempre lo hago, pero he pagado un precio muy alto. Tu paz y pensar como yo quiera es lo peor que me pudo suceder, ambas cosas se convirtieron en mi ruina y acabaron por hundirme aun más.

No sé qué vaya a pasar, no sé si volvamos a hablarnos o a vernos, pero sí sé que quiero que seas feliz y que sepas que siempre te voy a querer y siempre tendrás un lugar muy especial en mi vida y en mi corazón, y que eso nunca, nunca cambiará.

Lau dixit.