miércoles, 25 de febrero de 2009

Viejos

Siguiendo con la saga de las aventuras que me suceden cuando corro en el parque, ahora traigo otra anécdota de ilusionismo y vidas paralelas para el deleite de chicos y grandes.
Resulta que un día estaba yo corriendo en el parque, feliz de la vida, cuando me dio la impresión de que un viejito que venía al lado me estaba hablando. Obviamente, como es pecado no contestarle a la gente que te dirige la palabra, me quité uno de los audífonos para ver qué quería.
El viejo este empezó a sermonearme con que no corriera como lo estaba haciendo que porque las rodillas y que hay que flotar y que los pies y que yada yada y la chingada, y me puso de muy mal humor.

El señor habrá pensado que iba a correr con él o algo así porque me pareció que se esperaba, pero no, yo seguí corriendo igual y ya me dijo: "Ándale, así, de esa manera hay que correr". Viejo pendejo, jamás cambié el paso ni hice lo que me recomendó y aun así se sintió importante porque según él yo ya estaba "corriendo bien".

El susodicho es un hombre de unos 75 años, con barba blanca, y siempre lleva una gorra y "pans" de colores neutros como el gris o el azul marino, además de sus camisetas de las dos únicas carreras a las que ha ido (y que son del mismo color de sus "pans"), mismas que traen haaaarrrrta publicidad de productos "para corredores". Yo no sé si meterse en lo que no les incumbe es privativo de los hombres de esa edad, y si es así, pues que dejen de estar molestando a la pobre gente que no les hace nada.


Si al ver barba blanca se imaginan a Moisés o a Santa, están en un error, el viejo se ve más o menos así:


¡Claro! su barba no es tan larga ni lleva puesta esa bata, pero la pinche gorra mugrosa es la misma.

Es una pesadilla, ya van varias veces que me da consejos que YO NO PEDÍ y que de hacerlo, no se los pediría a él. Estoy consciente de que a lo mejor lo hace por ayudar, sin embargo a mí no me gusta que me estén dice y dice cosas que ni al caso, sobre todo cuando estoy en un momento del día que dedico exclusivamente a mi persona. Ya cuando alguien me interrumpe vale madre la cosa y me pongo de malas. Lo peor del caso es que hay otro viejo que se le parece, así como el caso de los pelones, con la diferencia de que el otro señor ni me pela (razón por la que se ha ganado mi respeto) y no usa una gorra asquerosa, sino un gorrito discreto y muy cool, aunque eso sí, sus "pans" son de los mismos tonos que los del otro ñor.

Cada que veo al viejo empiezo a correr como desaforada para que no me alcance y que no tenga oportunidad de decirme nada, y antes, cuando veía al viejito nice lo confundía con el otro, por lo que corría igual. La ventaja de esa situación era que aumentaba mi resistencia, la desventaja, que me di cuenta de que había dos viejos y distingo perfectamente a uno del otro. En fin, creo que me quedan dos opciones:

1. Cambiar de parque.

2. Ir a correr a las 4 de la mañana para que no haya NADIE que me moleste.

Por tanto, agradeceré a todo aquel que me dé consejos para mandarlo a la chingada de la manera más polite, porque con eso de que es adulto mayor todos se me van a echar encima si le digo algo desagradable.

Por cada consejo enviaré una dotación de dulces al domicilio respectivo.

Lau dixit.

martes, 10 de febrero de 2009

¿Por qué es tan malo el internet en español?

Me choca tener que buscar cosas muy específicas en internet y que sólo haya de dos sopas:

1. Que sean muy buenas pero están en inglés cuando yo las necesito en español (obviamente no son pa' mí, yo sí capisco esa lengua).

2. Que sean taaan tendenciosas que parecen elaboradas por un chairo (que para las cosas que me ponen a buscar, seguramente lo son).

Si el inglish no fuera tan chafa en la mayoría de las escuelas, elegiría puras páginas de otros países y me valdría madre si le entienden o no, pero como me solicitan información para estúpidos (sin ánimo de ofender a nadie), no queda de otra que aguantarme y revisar cientos de páginas inservibles llenas de mamada y media que a nadie le interesa.

Lo triste del asunto es que no sólo el internet mexicano es pésimo, toda América Latina tiene vergüenzas electrónicas a las que llaman páginas web. No me gusta ser racista ni prejuiciosa, pero el servicio de internet no es tan barato (al menos no lo es si vives en un país del tercer mundo, donde todo te cuesta tres veces más caro) como para desperdiciarlo viendo páginas piteras que no te sirven para un carajo.

No, señores, no hay que permitirlo más, así como la gente se organiza para embriagarse, para ver el futbol, para el chisme y para muchas cosas más, debería organizarse en contra del internet chafa. Yo sé que andarse quejando de todo es una actitud amargosa, pero si nadie abre la boca, nunca será escuchado y las cosas serán tan mediocres como siempre.

Mientras nada de eso suceda, la conclusión de este post será igual que la entrada, pues sólo queda de dos sopas:

1. Aguantarme y revisar miles de páginas en español hasta encontrar una medianamente decente.

2. Contratar un traductor y darle un mail institucional para que se la pase pegado a la computadora y todos los niños que no sepan inglés puedan entenderle a las páginas que les di, lo malo del asunto es que tendría que estar las 24 horas y eso confirmaría que seguimos siendo un país tercermundista al no haber erradicado la esclavitud.

En fin, lo único que espero es que esto tenga un buen final.

Lau dixit.

jueves, 5 de febrero de 2009

Twitter

No soy geek ni nada por el estilo, pero por una recomendación al fin me ínscribí al Twitter.

La verdad nunca he sido buena para la tecnología, pero siempre es bueno aprender y explorar cosas nuevas (sí, sí, sí, aunque suene como película de Barbie), así que dejé de resistirme y por fin sucumbí a la influencia de mis amigos.
Este post, aunque tiene una fecha anterior, lo terminé el día 19 de febrero de 2009, y creo que ya forjé una opinión del Twitter: no sé si es porque a mí me gusta mucho echar rollo, aun cuando sólo voy a decir qué estoy haciendo, y 140 caracteres no me son suficientes para expresar todo lo que me gustaría decir, aunque, claro, podría hacerlo en varios updates, sin embargo me da hueva.
Alguien me dijo que el Twitter sirve mucho para conocer gente, pero el marcador no está a mi favor:
Lau's following: 6


Lau's followers: 3

Quiero aclarar que a dos de las personas que me agregaron ya las conocía, la otra es una mujer que sospecho me agregó por tener una foto parecida a la suya: mi oclayo. Esta señora me da miedito, aunque me sorprende su capacidad de síntesis, pues cuando quiere expresar más de cinco tonterías lo puede hacer en los 140 caracteres que yo desprecio. En fin, algo bueno aprenderé.

También me dijeron que puedo buscar amigos, pero los que yo conozco no usan esas cosas, y la neta no tengo idea de a quién buscar (sí, soy una antisocial, lo sé).

Como decía, no soy una persona involucrada con la tecnología, por lo que agradeceré sobremanera las generosas recomendaciones del público de este blog me brinde para sacarle provecho al Twitter antes de que me lo bloqueen en el trabajo, porque aunque no vivo en un rancho y cuento con internet en casa, la mayor parte del día la paso en la oficina, como buena workaholic.



Lau dixit.






miércoles, 4 de febrero de 2009

Gata asesina

Como alguna vez lo mencioné, tengo dos gatos que no son mis gatos, son de mi hermana pero vivimos en la misma casa y no me queda de otra que tratarlos como si fueran mis sobrinos.

El gato es un amor, en otra vida habrá sido monje budista o algo así, porque nunca se enoja. La gata, en cambio, es una asesina salvaje que me rasguña cada que tiene oportunidad. No conoce el amor.

No sé qué hacer para acabar con esta situación, se me ocurre pegar posters como este:



Tal vez alguien se apiade de mi alma y se la lleve...

Bueno, creo que no sería capaz de correrla de la casa o dejar que alguien la capture; muy a mi pesar la quiero, aunque sea una asesina salvaje y extremadamente peligrosa. Espero que se le quite esa mala costumbre de morderme y rasguñarme, no quiero que me haga algo o me robe el aliento como en la película El ojo del gato. (Ahh, no, el que robaba el aliento era el duende, jeje.)


Ojalá algún día la Bambi sea como su compañero Byron, cariñoso y bonachón.

Aquí está sobre mi panza, todo amor y ternura.

Lau dixit.