martes, 24 de noviembre de 2009

Post-payasos

Seguramente hay miles de canciones de payasos, pero en el post anterior se me olvidó incluir la de un ídolo mexicano: Javier Solís.

Payaso
Autor e intérprete: Javier Solís

En cofre de vulgar hipocresía
ante la gente
oculto mi derrota.
Payaso con careta de alegría,
pero tengo por
dentro el alma rota.

En la pista fatal de mi destino
una mala mujer cruzó el camino.
Soy comparsa que
juego con mi vida,
pero siento que mi
alma está perdida.

Payaso,
soy un triste payaso
que oculto mi fracaso
con risas y alegría
que me llenan de espanto.

Payaso,
soy un triste payaso
que en medio de la noche
me pierdo en la penumbra
con mi risa y mi llanto.

No puedo...
soportar mi careta.
Ante el mundo estoy riendo
y dentro de mi pecho
mi corazón sufriendo

Ja, Ja, Ja

Payaso,
soy un triste payaso
que en medio de la noche
me pierdo en la penumbra
con mi risa y mi llanto.

No puedo...
soportar mi careta.
Ante el mundo estoy riendo
y dentro de mi pecho
mi corazón sufriendo.

Payaso, payaso...



Payaso - Javier Solís (con risa de ultratumba y la fabulosa transformación del señor Javier Solís en payasito de póster)

Existe una versión de esta rola que me gusta más que la original, la canta Falete y tiene un ritmo flamenco. Me late porque hasta se oye cómo se le desgarra el corazón:

Payaso
Intérprete: Falete

Ay, cofre de vulgar hipocresía
ante la gente yo oculto mi derrota.
Payaso con careta de alegría
pero tengo por dentro el alma rota.
Y en la dicha fatal de mi destino
y hubo un ser que cruzó por el camino.
Soy tan fuerte que puedo con mi vida,
pero siento que mi alma está perdida.

Payaso, soy un triste payaso,
oculto mi fracaso con risas y alegrías
que me llenan de espanto.
Payaso, soy un triste payaso
que en medio de la noche me pierdo en la penumbra con mi risa y mi llanto.

No puedo... soportar más mi careta.
Y ante el mundo estoy riendo,
y dentro de mi pecho, mi corazón sufriendo.

Payaso, soy un triste payaso,
oculto mi fracaso con risas y alegrías
que me llenan de espanto.
Payaso, soy un triste payaso,
que en medio de la noche me pierdo en la penumbra con mi risa y mi llanto.

No puedo... soportar más mi careta.
Y ante el mundo estoy riendo,
y dentro de mi pecho, mi corazón sufriendo.

Y ante el mundo estoy riendo,
y dentro de mi pecho , mi corazón... mi corazón sufriendo.

¡¡¡¡Payaso!!!!



Payaso - Falete (video casero con una selección pésima de imágenes, pero ni pedo, no encontré otro)

Si visitan el link de Falete, podrán percatarse de que está de más decir que el señor es gay y que por eso cambia algunos detalles de la letra, para no tener que decir "mujer".

Sin duda esta canción es básica en el ideario popular, y refleja mejor que ninguna lo que se siente perder en el juego de la vida.

Lau dixit.

viernes, 20 de noviembre de 2009

Payasos

"Dicen que soy un payaso, que estoy muriendo por ti y tú no me haces ni caso..."

Rafael Pérez Botija

Desde chica he odiado a los payasos. No sé si es por su aspecto o porque sus bromas difícilmente me hacen reír. No sé si es un trauma asociado con algún evento de mi vida o simplemente es un odio infundado. La cosa es que me chocan y no puedo verlos.

Los respetables lectores de este blog se preguntarán por qué si me disgustan tanto estos personajes les dedico una entrada, y sí, admito que es algo absurdo hablar de payasos considerando que me cagan la madre, pero por alguna extraña razón, los relacioné con las cosas que he vivido las últimas semanas, con cosas que he pensado y que he sentido, y con un verso de un poema que una amiga muy querida sacó a colación el otro día cuando le pregunté una cosa sin importancia (debo sentirme halagada por preguntar tonterías y recibir respuestas sabias).

Según la RAE (este blog no cuenta con versalitas), la palabra payaso proviene del italiano pagliaccio, y se refiere a un personaje circense que hace cosas graciosas para provocar la risa del público. Otra acepción dice que se usa para referirse a una persona de poca seriedad que hace reír a todos y el WordReference dice que en ocasiones la palabra se usa como adjetivo despectivo, y cito el ejemplo: no seas payasa y compórtate como corresponde. Es una joya.

Pero bueno, dejemos tanto verbo y vayamos al sustantivo, a lo que nos truje.

Mi amiga, cuando le pregunté la tontería aquella me respondió con un verso de un poema de Juan de Dios Peza que se titula Reír llorando (algo así como Duerme soñando), y de ahí salió un fragmento de la canción Payasito, de Enrique Guzmán, y de ahí el aria Vesti la giubba, de la ópera de Leoncavallo. Total que todo en la conversación fueron payasos y más payasos, lo cual me hizo pensar en que por más hilarante que parezca la cosa, tiene un trasfondo más serio de lo que pudiera pensarse.

Siempre, o la mayoría de las veces, nos han inculcado que los payasos tienen una relación directa con el fracaso, con el lado feo de la vida, pues sólo de la tragedia puede surgir la comedia, sin embargo, también está la otra cara de la moneda, que consiste en lo que hacen estos personajes para sobreponerse a lo que están viviendo o sintiendo, es decir, sonreír y hacer que otros sonrían.

Para ejemplificar aquello de que el payaso va de la mano con el hecho de perder en el juego de la vida, están las siguientes canciones:


Payaso
Intérprete: José José

Dicen que soy un payaso,
que estoy muriendo por ti,
y tú no me haces ni caso.

Dicen que soy un payaso,
porque toda mi ilusión
es tenerte entre mis brazos.

Dicen que soy un payaso,
que por culpa de tu amor
voy de fracaso en fracaso.

Dicen que soy un payaso
que va buscando valor
en el fondo de los pasos.

Y es verdad soy un payaso,
pero qué le voy a hacer,
uno no es lo que quiere,
sino lo que puede ser.

Dicen que soy un payaso
que estoy muriendo por ti
y tú no me haces ni caso.

Dicen que soy un payaso
que te sigue por ahí
con el alma hecha pedazos.

Dicen que soy un payaso,
que no tengo ni valor
para pegarme un balazo.

Y es verdad soy un payaso,
pero qué le voy a hacer,
uno no es lo que quiere,
sino lo que puede ser.

Y es verdad soy un payaso,
pero qué le voy a hacer,
uno no es lo que quiere,
sino lo que puede ser.

Y es verdad soy un payaso...



Payaso - José José (versión en vivo y con chistoretes incluidos)


Payasito
Intérprete: Enrique Guzmán

Para ella eres un pobre payasito,
la haces sonreír si triste está,
escondes tu penar
en el fondo de ti
para que no te vean llorar.

Tienes que sonreír, sonreír, payasito,
piensa bien que ella a ti su amor no te dará,
su destino ya está
para siempre marcado,
payasito, su amor no te dará.

No puedes ocultar con tu sonrisa
la pena que te oprime el corazón,
pues siempre habrá alguien más
a quien su amor dará,
a ella no le importas más.

Tienes que sonreír, sonreír, payasito,
piensa bien que su amor ella a ti no te dará,
cuando veo tu cara creo reconocerle,
payasito, payasito, payasito,
a ti no te amará.




Videos tu.tv

Payasito -Enrique Guzmán


Vesti la giubba
Autor: Ruggiero Leoncavallo
Intérprete: Luciano Pavarotti

Recitar! Mentre preso dal delirio,

non so più quel che dico,
e quel che faccio!
Eppur è d'uopo, sforzati!
Bah! sei tu forse un uom?
Tu se' Pagliaccio!


Vesti la giubba,
e la faccia infarina.
La gente paga, e rider vuole qua.

E se Arlecchin t'invola Colombina,
ridi, Pagliaccio, e ognun applaudirà!
Tramuta in lazzi lo spasmo ed il
pianto
in una smorfia il singhiozzo e 'l dolor,
Ah!

Ridi, Pagliaccio,
sul tuo amore infranto!
Ridi del duol, che t'avvelena il cor!



Esta aria es el final del primer acto de la ópera Pagliacci, en la que Canio, el protagonista, se lamenta por la infidelidad de su esposa, Colombina, quien lo engaña con Arlequín; sin embargo, Canio se prepara para actuar, pues como dice la frase, "show must go on". Enrico Caruso hizo famosa esta aria (fue el primer músico en la historia en vender un millón de copias), sin embargo, a mí me gusta más con Luciano Pavarotti.


Luciano Pavarotti - Vesti la giubba
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Vesti la giubba - Luciano Pavarotti


Reconozco que las canciones están para cortarse las venas con una galleta María, pero vienen al caso con el tema que quiero abordar.

Los seres humanos, cuando nos pasa algo triste o desagradable, tendemos a mostrarlo en algún aspecto de nuestro comportamiento. Chillamos, pataleamos, nos revolcamos (solos, aclaro), andamos cabizbajos, pensativos y dispersos. Para mí es muy respetable si alguien lo hace porque, a fin de cuentas, quién es uno para decirle a los demás qué pensar o qué sentir, y todo el mundo está en su derecho de sentirse como quiera. El punto aquí es no extender esos sentimientos de tristeza y melancolía por mucho tiempo y a todo lo que hacemos, porque ahí es donde se jode la cosa.

Pienso que cuando una persona que se dedica a hacer reír a los demás (como profesión, no porque provoque risas involuntarias) tiene que armarse de valor para tragarse lo que está sintiendo si es algo muy triste o penoso, y de todas maneras ríe y se comporta como si fuera la persona más feliz del Universo, y esa actitud es la que deberíamos imitar. Sé que no es sano callarse las emociones porque uno termina siendo un personaje amargado y rencoroso, pero sí creo en el hecho de que reír, a pesar de que la vida a veces es una mierda, puede ayudar a hacer las cosas más llevaderas. Simplemente el hecho de que la risa libera endorfinas es un gran aliciente para hacerlo constantemente, puesto que dichas sustancias eliminan naturalmente el dolor (se supone que tiene que ser dolor físico, pero tengo la teoría de que también mitigan el dolor del alma).

Al hablar de todo esto, me viene a la mente algo que siempre se les dice a los niños cuando lloran: "si sigues chillando te vas a poner feo(a)". Antes pensaba que era una tontería pero, analizando las cosas, creo que es algo muy cierto.

Cuando una persona se la pasa lloriqueando, o con jeta, o con cara de tristeza, su semblante cambia drásticamente, y la imagen que transmite provoca que los demás se mantengan alejados, puesto que algo en la vibra del llorón o llorona desagrada tanto que se tiene que guardar distancia. Por ello pienso que, aunque no se quiera, es mejor reír, y por más chocante que parezca estar riéndose a lo baboso, si se toma como una terapia ocupacional, esta labor puede ser menos complicada. Tener la mente trabajando ayuda, si no a olvidar, al menos sí a enfocar los pensamientos en otra cosa, y eso, a su vez, es un paliativo para el dolor.

La risa no es una muestra de debilidad, al contrario, pienso que es una cuestión de huevos. Los seres humanos tendemos a etiquetarlo todo, y reír no es la excepción. Si alguien ríe mucho, es un burlón; si alguien ríe poco, es un mamón; si alguien ríe con cualquier cosa, es simple y pendejo. Para muchos, hay etiquetas en todo lo que los demás dicen, sienten, hacen, piensan o tienen. El punto aquí es que nos valgan madre todas esas poses que sólo denotan inseguridad, y que seamos capaces de reírnos hasta de nosotros mismos, ya que es una muestra de humildad, y ésta, según yo, te abre casi todas las puertas en esta vida.

Investigando un poco, encontré que la risa no sólo produce endorfinas, sino que, además:


  • Calma a las bestias.
  • Disminuye el colesterol en la sangre.
  • Elimina el temor.
  • Disminuye la angustia.
  • Aumenta el ritmo cardiaco y el pulso.
  • Ayuda a que el intestino trabaje bien.
  • Favorece la digestión.
  • Disminuye las enfermedades.
  • Reduce la glucosa en la sangre.
  • Fomenta la creatividad gracias a la adrenalina que produce.
  • Hace que trabajen 400 músculos.
  • Actúa como masaje.
  • Despeja las fosas nasales y los oídos.
  • Tonifica la piel del rostro.
  • Y lo mejor de todo: DA FELICIDAD.

No sé si el señor José José, si el payaso del poema de Juan de Dios Peza o si el payasito del señor Enrique Guzmán (Canio no aplica porque el final de la ópera ya se conoce) hayan podido aliviar su dolor con la risa. Yo espero que sí, pues parte de ser humanos es sentir emociones y superarlas cuando es necesario pues, ¿a quién realmente le gusta estar triste?

Lau dixit.

jueves, 19 de noviembre de 2009

Vivir para cagarla (episodio 11)

Siempre he sido muy distraida, y si digo muy, es MUY. Como prueba, tengo la anécdota que contaré a continuación:

Cuando éramos chicas, mi hermana y yo siempre, sieeeempre íbamos a la palelería, a la tienda y a todos lados, solitas. Por lo tanto, nos sucedían mil desgracias: se nos perdía el dinero, nos caíamos, no comprábamos todo lo que había que comprar, y una larga lista de etcéteras. Recuerdo que en ese entonces había varias papelerías en la colonia, y asistíamos a cada una de ellas según las necesidades. En una atendían unos viejitos que no sabían nada de nada, y siempre tenían que esperar a que la hija, el yerno o los nietos fueran a resolver las cosas, y como no sabían nada de nada, todas y cada una de las cosas que ahí vendían tenían una etiqueta con el precio. Con el tiempo los señores se fueron adaptando al ritmo de trabajo y al final ellos hacían de todo, pero sin eliminar las estampitas con los precios.

Como toda niña, cuando me caía un poco de dinero (o un tostón, como les decía) lo guardaba para comprar dulces, y como podrán imaginarse, en la papelería de las etiquetitas vendían montones. En una ocasión en la que para variar estaban atendiendo los viejitos, se me ocurrió hacer una pregunta respecto a un dulce que me llamó la atención:

Lau peque: ¿Cuánto cuestan estos de quinientos?

Viejito: ¡¡¡¡Pus quinientos!!!!


¡Chale!, creo que eso más que distracción, es pendejismo. En fin, hasta de chiquito uno la caga.

Lau dixit.

jueves, 12 de noviembre de 2009

Parecidos

Desde hace tiempo he estado pensando a qué se parece esta canción, y creo que ya encontré una respuesta. Primero vean el video:

Bat For Lashes - Daniel (HD) from Peter Pan on Vimeo.



Daniel - Bat for Lashes

Según yo, suena como a Fleetwood Mac con Siouxie and the Banshees. ¿Será?

Lau dixit.

Flickr

Desde hace como dos años tengo una cuenta de Flickr que no había usado hasta ahora. Tontamente pensaba que ese medio es únicamente para fotógrafos profesionales que tienen imágenes bien mamonas que subir, pero creo que no es así. Como en todo, hay gente que se siente parida por los dioses y que sus obras son de un arte sublime y excelso (aunque acudan al típico recurso de retratar niños mugrosos para despertar la lástima de otros), pero también hay gente común y corriente que comparte sus fotos por el gusto de compartirlas, nomás por eso.

La ilusión que tengo con el Flickr es que se trata de una comunidad (sí, lo sé, también se puede conocer gente, ¡qué miedo!) en la que las personas comparten una afición y su gusto por cosas bonitas de la vida como puede ser el arte o los animalitos. Nadie, o casi nadie, te va a contactar para cogerte o ligarte, únicamente para admirar tus imágenes o compartir tips para sacar fotos o crear trabajos de diseño. Creo que en este sitio nadie tendrá el ansia incontrolable de pedirte el messenger o de invitarte un "café" a los cinco minutos de haber chismoseado en tu photostream.

¿Cómo pude haber desperdiciado algo tan valioso? Estuve dos años pendejeando en redes sociales (donde solamente unas cuantas personas que he conocido valen la pena) en las que me ha ido del carajo, cuando siempre tuve frente a mí una maravillosa herramienta. En Flickr puedo compartir mis fotos y no me voy a traumar porque alguien no las baje o no me contacte para decirme lo sexies y hermosos que son mis gatos (todavía no me decido a subir fotografías donde salga yo), ni me va a causar pesar el hecho de que no visiten mi página, porque ocuparé mi tiempo en subir y subir imágenes, retocarlas, crear sets y demás actividades edificantes.

Mis imágenes no son lo más maravilloso que ha existido, pero creo que tampoco están tan piñatas. Lo mejor del asunto es que la gente que las vea puede dejar comentarios y de esa manera sabré en qué la estoy cagando o qué estoy haciendo bien, y podré crear fotos más artísticas sin necesidad de niños mugrosos (sin ánimo de ofender) o recursos que apelen a la lástima de las personas, serán fotos (de gatos) auténticas y creativas. Nunca pensé que en una comunidad podría estar tan segura y, además, hacer algo que me gusta, que es compartir lo que hago con los demás.

Las patitas de Bambi pronto saltarán a la fama.

Lau dixit.