lunes, 3 de octubre de 2011

Expectation

Fluctuations are aching my soul...

Tame Impala


No espero nada. Cada que me descubro sintiendo expectativas, planto los pies sobre la tierra y me convenzo de que eso no es bueno para mí. No me gusta esperar nada. De nada. De nadie. Prefiero que las cosas lleven su propio rumbo, que fluyan con energía propia.

A él lo quiero. Lo quiero. Pero no deseo esperar nada de su parte. Nada. Y sin embargo, cada que se sale de los esquemas, me desconcierta, me siento triste, justo del modo en que sería todo si tuviera expectativas. Y me lastima. Me duele. No espero nada de él y me duele que esté triste. Que no me hable. Que no responda lo que escribo. Me duele sentirme tan fuera de su vida.



Expectation - Tame Impala (La letra se puede ver aquí.)

Todo surgió entre nosotros de repente. Ignoro qué vaya a suceder, si vayamos a estar juntos mucho tiempo o qué nos depare la existencia. Tampoco sé si sea la persona que el universo haya enviado para mí. En ocasiones me siento como describe la letra de la canción que le da título a este post: expectante, terriblemente sola por momentos. Quiero acompañarlo, estar ahí, para él. Pero él a veces se resiste. No puedo obligarlo a que acepte todo lo que me gustaría darle. No puedo obligarme a mí a ofrecerle algo que él rechaza. Como siempre, dejaré que todo fluya. Y aceptaré el resultado, sea cual sea.

Como dice esta canción, aunque yo no desee esperar nada, a veces lo hago, me arreglo para él, me preparo para estar con él y se me olvida todo, incluso mis propias reglas. Pero ya no quiero pensar en eso, no quiero pensar en nada, porque implica que sienta expectativa y que ésta crezca y me haga daño. Yo sólo quiero quererlo a él. Y que sea feliz. En verdad quiero que lo sea... podría decir que, por ahora, es lo único que espero.

Lau dixit.