viernes, 11 de marzo de 2011

Mexico


And the small voice said "What can we do?"

Morrissey


Esta canción sonó en el iPod después de que nos reunimos por primera vez. Como en otras ocasiones, escuché con detenimiento la letra. Las palabras se adaptaron como nunca a lo que estaba sintiendo. Voltée a ver al cielo. Sólo estaba el cuarto creciente de la Luna. Voltée a ver a mi alrededor. Sólo estaba yo.

Algo puede ser muy prometedor y, en un instante, todo cambia. Todo. Yo no buscaba una relación. No la busco ahora. Tampoco tenía expectativas definidas. Creo que no iba con algo concreto en la mente. Y fueron unas palabras las que transformaron radicalmente la situación.

Aunque no soy una persona de novios, sino de amantes, me gusta conocer a quien comparte esa faceta conmigo. Me gusta saber de esa persona, que me diga lo que está en su mente, lo que siente. Y si puedo, ayudarle en lo que necesite y lo que me sea posible. Pero me declaro incompetente en ayudar a olvidar a alguien. Nadie me lo ha pedido. En esa reunión, él no me lo pidió. Ni me lo pedirá nunca. Pero expresó la necesidad de olvidar. Y expresó, aunque sin palabras, que le duele.

Nunca me había sucedido, pero esa noche, el hecho de verme sola me hizo sentir escalofrío. Sé que no lo estoy, pero lo que pasó antes me dejó con una sensación extraña. Es algo que no puedo explicar.





In Mexico
I went for a walk to inhale
The tranquil, cool, lover's air
I could taste a trace
Of American chemical waste
And the small voice said
"What can we do?"

In Mexico
I went for a walk to inhale
The tranquil, cool, lover's air
I could sense the hate
from the lonestar state
And a small voice said
"What can we do?"

It seems if you're rich
And you're white
You think youre so right
I just don't see why this should be so
If you're rich and you're white
You think youre so right
I just don't see why this should be so

In Mexico
I lay on the grass
And I cried my heart out
For want of my love
Oh, for want of my love
Oh, for want of my love

It seems if you're rich
And you're white
You think you're so right
I just don't see why
This should be so

If you're rich and you're white
You think youre so right
I just don't see why
This should be so

In Mexico,
I lay on the grass
And I cried my heart out
For want of my love
For want of my love
For want of my love
For want of my love



Todos vamos solos por la vida. Caminamos sintiendo el aire, como lo expresa la canción. Pero a veces, alguien se presenta. A veces se queda. Y después de que se queda, tiene que irse. Es una ley de la existencia. Lo que me afectó esta ocasión, quizá, fue el hecho de que desde hace mucho tiempo, esa soledad no hacía mella en mí porque estaba acostumbrada a vivirla en carne propia. La veía como algo muy normal. Y que de repente una persona te muestre cómo es, te planta de nuevo en la Tierra. Te recuerda la sensación. Te hace revivir todo aquello que creías olvidado.

Ésta no será una sensación permanente. Pero gracias a ella he visto mucho. Me hace apreciar aun más lo que tengo. Me hace sentir. Y, para mí, es muy importante sentir.

No sé qué pasará entre él y yo. Tal vez nunca volvamos a vernos. Tal vez sí. Quizá nunca seamos amantes. Quizá sí. Pero no pensaré en ello. No me devanaré los sesos. Por ahora, le agradezco que me haya recordado qué se siente sentir. Y le agradezco otras cosas también. Le doy gracias, además, porque a partir de ese momento puedo contemplar sin miedo la posibilidad de echarme en la hierba y llorar. Contemplo muchas maneras de sentir. Ya he experimentado algunas. Me faltan otras. Pero las oportunidades siempre serán infinitas.

Lau dixit.

sábado, 5 de marzo de 2011

The King's Speech

Because I have a right to be heard. I have a voice!

King George VI


Me gustan las películas. Hay unas que me gustan por partes y otras que me gustan completas. Hay películas que asocio con momentos de mi vida, con algún sentimiento, con algún pensamiento o con mi existencia en toda la extensión de la palabra.

Hoy vi The King's Speech y me gustó. Me gustó toda y me gustó por partes. Como sucede con las películas que ganan muchos premios, me quedó claro por qué los ganó. Pero también me quedaron claras otras cosas. Me identifiqué con algunos diálogos, con algunas escenas. A pesar de que el personaje principal es masculino, me identifiqué también con él.

No es la gran película, pero la disfruté. La viví. Y, muy discretamente, la lloré.

La escena cumbre del filme, en la que el rey Jorge VI da un discurso para informar a la población británica que Inglaterra está en guerra con Alemania, fue la más emotiva para mí. Me recordó a todos los que no han creído en mí. Me recordó, incluso, las ocasiones en las que yo tampoco he creído en mí.

A veces, los seres humanos nos autosaboteamos. Pensamos que no podemos con algo. Que no nos merecemos nada. Nos sentimos poquita cosa. En ciertos casos, todo lo anterior es ejecutado por alguien más. Sin embargo, somos nosotros mismos los que casi siempre perpetramos ese acto suicida, esa castigo hacia nuestra persona. No es sino hasta que decidimos aislarnos de lo anterior que lo dejamos atrás. Son sentimientos que deben morir para que nazcan otros nuevos. Sentimientos radicalmente distintos de los que existían.

En la película, el rey lo hace. Se aísla. Se aleja de todos los que piensan que es un perfecto imbécil. Conserva a su lado a quienes tienen fe en él. A los que creen en él. A los que saben lo que puede llegar a ser. Se sacude los traumas de antaño. Elimina su inseguridad. Comienza a ser él mismo.

No pude llorar como habría querido. Pero lloro ahora. Lloro al escribir estos párrafos. Es un llanto purificador. Un llanto que se lleva todo. Lloro por lo que soy ahora. Por lo que empecé a forjar hace un tiempo. He dejado de ser lo que me molestaba. Empecé a ser lo que me gusta. Me aislé como el rey Jorge. Dejé atrás lo que no me ayudaba, lo que no me servía. Y conservé lo que me ayuda, lo que me sirve, aquello con lo que vale la pena quedarse.



Beethoven - Séptima sinfonía, segundo movimiento

Verse en un espejo no es sencillo, pero una vez que se han abierto los ojos, la imagen es menos aterradora. Ya había hecho descubrimientos, sin embargo, la película me ayudó a clarificarlos, a saberlos más reales, más tangibles, más míos. Me gusta llorar. Me han dicho llorona y no me molesta, porque lo soy. Y me gusta llorar, sobre todo, de felicidad. De gozo perfecto. Amo el llanto purificador. Amo ser purificada. Me amo a mí. Eso me gusta.

Lau dixit.

How Does It Make You Feel?


I would be happy with just one minute in your arms.

Air



¿Qué es una palabra?

Esa pregunta me atormentó cuando estuve en la universidad, porque mis maestros siempre decían que nadie sabe a ciencia cierta lo que es. Y después de esa duda vinieron miles. ¿Qué es el sonido? ¿Qué es la voz? ¿Qué es una oración? ¿Qué es el amor? ¿Qué es un fantasma? ¿Qué se hace con tantas preguntas?

Se puede decir qué es una palabra desde el punto de vista fonológico, morfológico, funcional y semántico, pero no resulta tan fácil definirla desde el punto de vista lingüístico. Creo que este último caso es lo que le da respuesta a mis otras preguntas pues, con la ayuda de un diccionario se puede saber su significado, pero en la vida real, en el mundo en el que vivimos, no es sencillo encontrar una definición acertada, quizá porque muchas cosas en la vida son tan complicadas (aunque la mayoría de las veces las complicamos) como la lingüística.

¿Y qué es una palabra para mí?

Al igual que mis maestros y que la lingüística, tampoco cuento con una definición, pero pienso que tiene tres acepciones: puede ser lo más hermoso, lo más terrible o algo sin el menor significado, dependiendo de la situación.

Todos usamos las palabras. Todos las usamos en todo momento. Al escribir. Al leer. Al hablar. Al sostener un diálogo con nuestro pequeño yo. Están por todas partes. En todas las cosas. En todo lo que es. En todo lo que existe. Y sin embargo, pocas son las ocasiones en las que les ponemos atención. Pocas son las veces en las que atendemos a sus acepciones correctas.

Los seres humanos hablamos mucho. Creo que, además de dormir, la mayor parte del tiempo de nuestras vidas lo invertimos en hablar. Excepto, claro, las personas que están impedidas para hacerlo. Y es por lo anterior que, poco a poco, nos fijamos menos en las palabras que decimos. En cómo las decimos. En a quién se las decimos. Hablamos y hablamos. Pero hablar no siempre es comunicar algo. Y hablar, definitivamente, tampoco es sentir algo.

Creo que hemos llegado a una era de vacío. Llegamos a un tiempo en el que demostrar con palabras lo que se siente, ha perdido todo su valor. Los sentimientos se han convertido en fórmulas de cortesía. En algo que se dice sólo por costumbre, sin ningún interés genuino por conocer la respuesta o por saber lo que sigue a eso que se dijo primero. No estoy juzgando a nadie. No podría. Seguramente, si pongo atención, me sorprendería haciendo lo mismo. Y aunque sé que yo también participo de ello, me entristezco. Ya lo dije párrafos arriba. Una palabra puede ser lo más terrible, o algo insignificante. Pero también puede ser lo más hermoso. Sin los dos primeros significados se puede sobrevivir. Sin el tercero no.

Esa carencia de significado, de sentido, trae a mi mente la canción que le da título a este post. Si pongo atención en la letra, descubro que las palabras son muy hermosas. Trágicas, pero hermosas. Y sin embargo, las dice un robot. Un autómata al que se le enseñó todo, menos a sentir. Y la frase final... es contundente. Muestra que no tiene sentido lo más bello si carece de significado para alguien. Ya sea para el que lo dice o para el que lo escucha. Eso, precisamente, es lo que está sucediendo con las palabras. Poco a poco, se hace presente su carencia de sentido.



Air - How Does It Make You Feel?

I am feeling very warm right now
Please don't disappear
I am spacing out with you
You are the most beautiful entity that I've ever dreamed of

At night I will protect you in your dreams
I will be your angel
You worry so much about not having enough time together
It makes no difference to me
I would be happy with just one minute in your arms
Let's have an extended play together
You're telling me that we live to far to love each other
But your love can stretch further than you and I can see
So how does it make you feel?

How does it make you feel?
How does it make you feel?
How does it make you feel?
How does it make you feel?

Do you know when you look at me
It is a salvation
I've been waiting for you so long
I can drive on that road forever
I wish you could exist to live on my planet
Well it's very hard for me to say these things in your presence
So how does it make you feel?

How does it make you feel?
How does it make you feel?
How does it make you feel?
How does it make you feel?

So how does it make you feel?
Well,I really think you should quit smoking



En esta canción se hace una pregunta. Mi respuesta sería que me hace sentir triste. Algo que no se sabe a ciencia cierta qué es y a lo que se le pueden dar miles de significados maravillosos, es terriblemente desaprovechado. Pero no puedo hacer mucho al respecto. Sólo puedo atender al uso que yo le doy a las palabras. Y darles significados bellos. Y poner atención a lo que ellas me quieren decir. Poner atención cuando viajan en el aire. Cuando rondan en mi mente. Cuando las pronuncia mi pequeño yo. Cuando se manifiestan en la pelea de un fuego negro contra un fuego blanco. Seguir poniendo atención. Y pensar que en algún momento podría contagiar a alguien de mi entusiasmo. Dar a conocer mis acepciones. Difundir el uso de la mejor de ellas. Establecer una definición. Establecer reglas de uso. Reglas flexibles, claro. Reglas que todos puedan comprender.

Las preguntas continúan. Todavía me quitan el sueño. Y todavía pienso en las respuestas que puedo dar, en las definiciones, en los significados más propicios. Pienso en todo lo mejor de la vida y su relación con las palabras bellas. Y al pensar en lo anterior, descubro que no todo está perdido. Que las palabras pueden volver a ser lo que eran. Que pueden recobrar su valor. Y también descubro que, mientras exista una sola persona que quiera conservar su belleza, ésta no morirá del todo. Y bien sabemos que, al igual que una pequeña semilla en el campo, la belleza, aunque sea una partícula, puede crecer y crecer. Expandirse. El Universo se expande. ¿Por qué no habría de hacerlo la belleza?

Lau dixit.