viernes, 18 de octubre de 2013

Airbag

In a fast German car,
I'm amazed that I survived,
an airbag saved my life.

Thom Yorke


Fue en un octubre que nos conocimos. Desde hace algún tiempo, he buscado el momento de escribir sobre ti, sobre esta canción que significa tanto, que me recuerda todo lo que siento por ti. Es una maravillosa coincidencia que me haya decidido a hacerlo justo ahora, en un día del décimo mes del año...

Airbag es la primera canción del OK Computer, mi disco favorito de Radiohead. Es una canción representativa para mí porque alguna vez me la dedicaste, porque considero que, de una u otra forma, dio inicio al soundtrack de nuestra historia juntos. Después le puse atención a la letra y la frase "an airbag saved my life" me pareció sumamente hermosa y significativa. Una bolsa de aire te protege, evita que un accidente sea aun más trágico. Tú siempre me has protegido y has estado ahí sin importar lo que suceda. Incondicionalmente.

Hemos aprendido juntos. Hemos reído juntos. Hemos llorado juntos. Hemos crecido juntos. Hemos estado juntos. Nos hemos querido siempre y el lazo que nos une ha sido inquebrantable. Y en los accidentes, en los momentos difíciles, en las pruebas terribles por las que he pasado, tú has permanecido. He conocido mucha gente, he visto ir y venir a distintas personas, pero tú te quedas. Han pasado muchos años de que nos conocimos y jamás me has abandonado. Nos hemos sostenido. Nos hemos apoyado el uno al otro. Le hemos dado un significado particular, único, a la palabra amistad.

Este momento es difícil, tú y yo sabemos por qué. Y sin embargo, nos queremos y nos brindamos ayuda como siempre, porque somos más fuertes que cualquier problema de salud, cualquier situación complicada, cualquier cosa que pudiera afectarnos en el estado físico y en el alma. Tú me fortaleces, eres mi bolsa de aire, me ayudas a mantenerme en pie, a no perder la fe, y aunque no siempre lo digo, es importante que lo sepas.

Así como tengo un disco favorito, tengo una persona favorita, y eres tú. Me aceptas como soy. Me quieres como soy. No pretendes cambiarme en ningún sentido. Y es recíproco. Para mí eres inigualable, insustituible, indispensable. Eres mi bolsa de aire, mi oxígeno, mi apoyo, todo lo que necesito. Eres lo mejor que hay en mi vida, lo más sublime. Desde que te conozco, no concibo mi existencia sin que tú estés en ella.

Gracias infinitas por estar aquí. Gracias infinitas por ser tú y sólo tú.



Airbag - Radiohead


Lau dixit.


viernes, 16 de agosto de 2013

Nuestras vidas son los ríos que van a dar en la mar


La mar es el morir. Mi abuelo, el padre de mi madre, se fue ayer a la mar. Él vivía lejos de nosotros, vivía rodeado de agua, de selva y de vida. Yo lo veía muy poco y, por ende, convivía con él muy poco, pero sin importar la lejanía, la distancia o cualquier otro obstáculo, lo amé mucho.
Recuerdo su olor a lavanda, sus camisas de colores claros, sus grandes anteojos y su rostro plácido que no parecía perturbarse ante nada. Recuerdo cuando venía de visita a la ciudad y su encantador acento tabasqueño resonaba en la cocina; cuando de pequeña me sentaba en sus piernas; cuando llamábamos a su casa y, sin importar que ya fuéramos adultas, decía: “te habla la niña”; cuando nos contaba alguna anécdota o nos platicaba acerca de lo que le interesaba…
Siempre lo vi tan fuerte, tan entero, que nunca reparé en que él, como todos los seres humanos, también era mortal. Nunca pensé en lo que sucedería cuando se fuera. Su muerte me tomó por sorpresa. Y duele. Duele a pesar de mi gesto estoico. Duele a pesar de que mis lágrimas son escasas, quizá porque derramé demasiadas por motivos que no las ameritaban. Duele a pesar de que actúo como si los días fueran comunes, aunque en el fondo sienta que me hace falta una parte importante de mí. Duele a pesar de que digo, hago y pienso las mismas tonterías de siempre. Duele a pesar de que vivo la vida de siempre.
Qué difícil es despertar y darte cuenta de que alguien importante para ti ya no está en este mundo. Que se ha ido a la mar en una barca sin remos. Qué difícil es acostumbrarte a la idea de que, a partir de ahora, vivirá en tu memoria, que será un amor inmaterial, aunque no por ello menos profundo.
Gracias, abuelito, gracias infinitas por haber vivido.

“Un mar sin honra y sin piratería,
excelsitudes de un azul cualquiera
y esta barca sin remos que es la mía.”
                                                                                                                    Carlos Pellicer

miércoles, 24 de abril de 2013

Los chicos no lloran


El domingo se cumplió un plazo e hice válidos los boletos para el concierto de The Cure que había comprado meses antes. Fui con mis hermanos y mi cuñada, no podía desaprovechar la oportunidad de convivir con ellos fuera de las reuniones familiares.

A Robert Smith lo conocí cuando tenía siete u ocho años, más o menos por la época del Disintegration, y tal como ha sucedido con mucha de la música que me gusta, fue gracias a mi hermano. Recuerdo que sentía una fascinación por la imagen del cantante, por su rostro pálido, sus labios rojos y su pelo alborotado. The Cure me ha acompañado gran parte de mi vida y ha sido una pieza fundamental en ella, e indudablemente, mi existencia no sería la misma sin sus melodías.

En 2004, se anunció que la banda vendría a México, pero las entradas se agotaron en la preventa y ya no tuve oportunidad de verlos. En 2007 regresaron, y A. me regaló los boletos, así que los vi en vivo por primera vez y fui sumamente feliz. A inicios de este año se reveló que se presentarían de nueva cuenta en nuestro país, y mi alma se llenó de contento una vez más.

El concierto empezó con Open, canción con la que generalmente abren sus presentaciones, pero el furor subió de tono cuando tocaron Lovesong, una de sus composiciones más famosas y cuya letra me parece muy poética, muy byroniana.


Lovesong - The Cure


Después vinieron más canciones, como In Between Days, Just Like Heaven, Prayers for Rain o Pictures of You, y llegó el momento de escuchar Lullaby, que me trae recuerdos de cuando iba en cuarto de primaria y me fascinaba escucharla porque sentía escalofríos cada vez que lo hacía. Recuerdo que era una sensación parecida a ver una película de horror, pues aunque no entendía casi nada de la letra, la voz de Smith me transmitía su temor a ser devorado por un ente sobrenatural.


Lullaby - The Cure


Después tocaron Play for Today, con la que me acordé de mis primos que bailaban y se emocionaban con ella cuando eran chicos y venían de visita al Distrito Federal. Ahora que lo pienso, en muchos recuerdos de mi vida, particularmente de la infancia, hay por lo menos una canción de los ingleses, además de que ha sido un punto de convergencia entre mis gustos musicales y los de mi familia.


Play for Today - The Cure


Llegó el turno de A Forest, una canción con letras y música impregnadas de esencia gótica. Cuando iba a correr al parque por las noches y sonaba en el iPod, la oscuridad del lugar, la altura de los árboles y el olor a humedad en el ambiente hacían que mis pies se movieran con velocidad, como tratando de escapar de algo (en parte así era). Una vez que terminaba de reproducirse, todo volvía a la normalidad y esa necesidad de escapatoria se esfumaba.


A Forest - The Cure


El concierto se tornó introspectivo, e incluso podría decirse que sombrío, con canciones como One Hundred Years, If Only Tonight We Could Sleep, Plainsong, Disintegration o Cold, pero la cúspide sin duda llegó con Fascination Street y su línea de bajo inconfundible y poderosa. Todos empezamos a movernos con el beat, tal y como sugiere la canción, que a pesar de que fue una versión más corta, no dejó de ser hipnotizante, envolvente, fascinante...


Fascination Street - The Cure


Posteriormente, tocaron Charlotte Sometimes, Primary y Dressing Up, y de pronto todo el Foro Sol se puso de pie para bailar con Lovecats al estilo de los Aristogatos: una patita para adelante y otra para atrás, moviendo las orejas y los bigotes a ritmo del más jocoso jazz. Sin duda fue un gran detalle que la incluyeran en su setlist, y creo que cualquier amante de los mininos tendría una opinión similar a la mía.


The Lovecats - The Cure


Cuando llegó el turno de Close to Me, el ánimo entre los asistentes era fenomenal. Todos bailaban, todos coreaban las estrofas, y a diferencia de lo que dice la canción, todos anhelábamos que ese día, que ese momento, no tuvieran fin. Drogas, masturbación, paranoia, se ha dicho que la letra trata de cualquier cosa, sin embargo, es una canción muy sexy. A mí me la dedicaron en alguna ocasión, y a pesar de que era una persona a la que yo definitivamente no quería tener cerca, ejemplifica a la perfección mi punto.


Close to Me - The Cure


Ya entrados en calor, se escucharon los acordes de Hot Hot Hot!!!, que elevaron la temperatura a tope. Dancing, screaming, itching, squealing, fever feeling hot hot hot!!! Los detalles se conjuntaron para dar paso a una gran fiesta en la que todos bailábamos, gritábamos y sudábamos a causa de una fiebre musical. Sin duda lo que celebrábamos era el cumpleaños de Robert Smith, la ocasión de verlo cantar y tocar en vivo, el hecho de existir y haber presenciado semejante acontecimiento.


Hot Hot Hot!!! - The Cure


Después del festejo vino la calma, se oscureció el escenario y sólo una tímida luz iluminaba a Robert Smith, quien llevaba una guitarra en brazos, misma que empezó a tocar al tiempo que cantaba las primeras estrofas de Three Imaginary Boys. Esta canción me trae a la mente la secundaria, la preparatoria, los poemas góticos, las preguntas que me hacía en otras épocas. Me atrevería a decir que es una especie de estandarte (tal como lo fueron Smells Like Teen Spirit o Creep en mi generación, y no me vayan a decir que no, porque sí), un paliativo que, de una manera muy peculiar, nos hacía sentir mejor y nos daba la idea de que todo pasaría pronto. Ver a Smith cantándola a solas, como regalándosela a sí mismo, fue simplemente impactante.


Three Imaginary Boys - The Cure


En la misma atmósfera íntima, Robert Smith cantó Fire in Cairo, otra canción que se presta a cientos de interpretaciones. A mí me gustó el hecho de que dejaran para el final las canciones de sus primeros discos, fue una especie de regresión, como ir del final al inicio, de lo complejo a lo básico, de volver al origen.


Fire in Cairo - The Cure


La desesperación juvenil es descrita con maestría en 10.15 Saturday Night. Siempre que la escucho, me acuerdo de una escena muy fuerte de C.R.A.Z.Y., película que forma parte de mi top de toda la vida (no acostumbro ser mandona, pero véanla). Todos hemos sufrido pérdidas y todos hemos sentido añoranza por el pasado, y esta canción plasma el sentimiento de forma sublime.


10.15 Saturday Night - The Cure


Basada en El extranjero, de Albert Camus, Killing an Arab es una composición que me recuerda a mi hermano bailando, a la fracción de infancia vivida en Toluca, al rechazo de las compañeritas de la escuela por ser "chilanga" y, en particular, a esa sensación de ser una extraña en un territorio donde a pesar de que todos hablan la misma lengua que tú, no comparten tu idioma. Esta canción fue la pieza final del concierto, todos bailaban, brincaban, cantaban y se emocionaban a ritmo de los acordes, y me imagino que todos recordaron algún momento de su vida con ella. Éste, indudablemente, fue un cierre memorable.


Killing an Arab - The Cure


Boys Don't Cry fue la antepenúltima melodía del setlist, sin embargo, la dejé al final porque si bien no es mi canción favorita de ellos (aunque sí entra en el ranking), es la más representativa para mí, la que, de alguna forma, cambió mi vida. Sé que es una canción "choteada" y que la pasan hasta en Radio Universal, pero considero que todo eso es parte de su encanto: se trata de una melodía que une a las personas, que las hace compartir algo, que genera sentimientos positivos. Para mí es un recordatorio de las cosas buenas, de la risa como un paliativo para el llanto, de lo mucho que amo a mi familia, de que mi hermano es mi héroe, de lo mucho que quiero a mis amigos y de que, sin importar lo que suceda, las cosas siempre pasan, evolucionan y configuran esta inmensidad a la que llamamos vida, misma que no nos deja otro remedio que vivirla.


Boys Don't Cry - The Cure


Lau dixit.


viernes, 19 de abril de 2013

Vivir para cagarla (episodio 17)


A veces pasa que una quiere hablarle a todo el mundo, que una no quiere tomar partido, que una quiere confiar en la gente, que una quiere ser buena onda, que una quiere darle una oportunidad a las personas, porque no le han hecho nada tan grave como para retirarles el saludo.

A veces pasa que una, a pesar de su carácter huraño y de su cara de que le caen mal todos aunque en realidad no le caen mal todos, quiere ser amable, quiere convivir y llevarse bien con quienes la rodean.

A veces pasa que una es incomprendida, es juzgada de una forma errónea, y en esos juicios, que son cualquier cosa menos juiciosos, sale lastimada de uno de los lugares del cuerpo humano que más duelen: el espíritu.

A veces pasa que alguien se enoja porque una le habla a otra persona que odia a muerte, y decide que una no es digna de su confianza, que porque una va y le dice cosas a la persona odiada en cuestión, y que una es chismosa y una es argüendera y una es la peor mujer del mundo.

A veces pasa que esa persona para la que una es de lo peor, decide aleccionar a otras personas para que no le hablen a una, para que no la inviten a comer porque si va, sólo lo hace para parar oreja e irle con el chisme a la persona odiada.

A veces pasa que esa persona para la que una es la mujer más detestable sobre la Tierra, no se da cuenta de que se va de la lengua con todo el mundo, y que son justamente esas personas las que le cuentan todo a la persona odiada.

A veces pasa que una no entiende cómo alguien puede ser tan irracional para imponerle a sus amigos a quién le hablan y a quién no, y peor aún, como es que un grupo de personas adultas y "maduras" deciden obedecerle y actuar igual que una máquina a la que se le dan órdenes.

A veces pasa que el amigo racional de la persona que dice que una es chismosa, no sabe qué decir y sólo responde: "pues sí, él nos pidió eso y qué le vamos a hacer", como si se tratara de una gracia, como si una realmente se lo mereciera.

A veces pasa que la gente la ve a una aislada y solitaria, y la anima a convivir, pero cómo hacerlo si alguien ya decidió por todos y pretende ser implacable y omnipotente, cómo llevarse bien con otros si los humanos vetan a los propios humanos.

A veces pasa que lo mejor que una puede hacer es ignorar el asunto y seguir adelante, optar por la soledad, por la convivencia esporádica con los pocos amigos, con las pocas personas humanas que la rodean a una.

A veces pasa que una la caga todo el tiempo sin proponérselo, porque pareciera que nació para eso.

¡Mierda! Yo le llevé chocolates por su cumpleaños y él me odia. No aprendo.


Lau dixit.



domingo, 10 de marzo de 2013

Pasión



Hay tantas cosas por la cuales sentir pasión. Casi siempre la canalizamos hacia lo material, hacia lo perecedero. No me libro de ello. En algún momento a mí me importaba estar a la última moda, usar el mejor corte de pelo, tener los mejores accesorios, comprar y seguir comprando, sin importar que me quedara con escaso dinero para subsistir el resto del mes. Consagraba mi vida al consumismo. A las compras. A las cosas que no aportaban nada a mi vida.

Un día descubrí que el deseo es sufrimiento. Lo comprobé en carne propia. Me dolió darme cuenta de que ocupaba mi tiempo en asuntos fútiles. Me afectó sobremanera el hecho de saber que llenarme de objetos no me hacía mejor ni peor persona, y que, al contrario, eran mis actos y mis decisiones los que marcaban el rumbo de mi vida.

No digo que comprarse cosas esté mal. Yo no tengo la autoridad para determinar lo que es bueno o lo que es malo. Creo que nadie lo sabe realmente. Lo que sí me parece triste es dedicar toda la vida a complacer deseos. A subsanar carencias con bienes que añoramos y que, una vez que poseemos, dejan de importarnos. Un deseo nos hace sufrir, lo cumplimos y la fuente de sufrimiento incuba en alguna otra cosa. Creemos que eso que se siente muy dentro de nuestro ser es pasión. Desafortunadamente, sólo es obsesión, sólo es fanatismo.

En algún diálogo de película dijeron que cuando una persona moría, en lugar de elaborar un epitafio, los griegos hacían una pregunta: "¿Tenía pasión?". No se trata de dejar de comprar, de dejar de sentir emoción o de volverse impasible. Tampoco se trata de convertir la pasión en ira o de creerse imprescindible. Creo que la pasión es hacer nuevo todo lo que nos rodea. Es saber que no somos indispensables, y aun así, hacer todas las cosas como si lo fuéramos. La pasión, para mí, es una llama interna que se debe alimentar a perpetuidad. Es sentir amor y transmitirlo a nuestra persona, a nuestros pensamientos, a nuestras palabras, a nuestros actos y al mundo en general.

En otra película se planteó una pregunta: "¿Qué es mejor: satisfacer mil deseos o conquistar sólo uno?". No se trata de rechazar todas las cosas materiales, porque nos guste o no, dependemos de algunas de ellas para subsistir. Más bien se trata de aprender a controlar el ego y a encauzar la pasión hacia fines más nobles y auténticos. Se trata de empezar a sentir pasión por los pequeños detalles, hasta que éstos, al igual que una bola de nieve, se vuelvan gigantescos.

La pasión arde y nosotros ardemos con ella. Sólo es cuestión de abrir los ojos y descubrir la llama.



Side - Travis


Lau dixit.


lunes, 18 de febrero de 2013

Tinga de pollo


A Cuauh


En este glorioso día hemos de preparar una exquisita tinga de pollo para servirla con tostadas bien crujientes. Esta receta es para dos personas que van a compartir canciones y secretos culinarios.

Ingredientes

-Un litro de agua clara que brota en el garrafón
-Una pechuga de pollo con forma de corazón
-Una porción pequeña de longaniza sin tomiza
-Cuatro o cinco jitomates coloraditos
-Dos dientes de ajo de agasajo
-Dos cebollas nada chillonas
-Chipotles chiludos chipocludos
-Sal al busto... perdón, al gusto
-Tostadas en múltiplos de 2
-Crema ácida y blanquita
-Queso rallado o en bolitas
-Cerveza o su bebida predilecta en cantidades generosas


Procedimiento

1. Lave perfectamente la pechuga y póngala a cocer en el agua junto con un diente de ajo y un pedazo mediano de cebolla. Tome su bebida en pequeños sorbos mientras espera.

[Pausa musical]


Happiness - Goldfrapp (Metronomy Remix)

Esta canción me parece bonita, aunque por alguna razón que desconozco, me gusta más el remix, me da una idea de tranquilidad, de peace of mind, como menciona en una estrofa. Cuando la escucho, lamento no saber andar en bici, pero pienso en gatitos y se me pasa.

[Fin de la pausa musical]


2. Cuando la pechuga esté cocida, déjela enfriar y posteriormente, desmenúcela. Tome unos sorbos más de la bebida y ponga a hervir agua; una vez que ésta llegue al punto de ebullición, coloque los jitomates bien lavaditos y espere a que se cuezan para molerlos en la licuadora con un diente de ajo y un trozo de cebolla.

[Pausa musical]


Babies - Pulp

Con esta melodía recuerdo algunos días alegres de la secundaria, los besos adolescentes, las amistades verdaderas, los chistes simples... En el momento en el que empezamos a ser adultos, pareciera que se activa un botón que complica la existencia, y los días tranquilos en los que no nos preocupaba nada tristemente quedan atrás.

[Fin de la pausa musical]


3. Corte el resto de la cebolla en rodajas y siga degustando la bebida; con la cantidad de llanto que se pronostica, la necesitará más que nunca.

[Pausa musical]


If You Go Away - Emiliana Torrini

Esta canción figura en la banda sonora de Pumpkin, una de mis películas favoritas. La voz, la música y la letra me parecen tristísimas, y sumamente adecuadas para esos momentos en los que uno se suelta a llorar sin razón aparente, aunque a decir verdad, siempre existe una razón aparente.

[Fin de la pausa musical]


4. En una olla caliente, ponga la longaniza a freír; no necesita aceite, la misma grasita del embutido es suficiente para dorarla. Remuévala hasta que se haga finita, añada el pollo deshebrado, la cebolla y el jitomate molido y colado; al primer hervor, incorpore los chipotles, cuya cantidad variará según el nivel de picor deseado, y sal al gusto. Deje hirviendo hasta que la cebolla se haya acitronado y sea transparente y sin lágrimas, como el shampoo Johnson's.

Mientras tanto, usted siga bebiendo despreocupadamente.

[Pausa musical]


Funny Little Frog - Belle & Sebastian

Para mí, Belle & Sebastian es un grupo versátil: me hace sentir bien cuando quiero sentirme bien, y me reconforta cuando no puedo evitar sentirme mal. Funny Little Frog me recuerda lo bonita que puede ser la vida, es una canción linda que habla de algo que todos hemos experimentado, y me hace sonreír por el simple gusto de hacerlo.

[Fin de la pausa musical]


5. Una vez que la tinga esté lista, sírvala con tostadas. Decore con crema y queso rallado y, si así lo desea, póngales esa salsa que le trae tantos recuerdos.

[Pausa musical]


Cornerstone - Arctic Monkeys

Añoramos situaciones, añoramos personas, añoramos sabores, añoramos olores, añoramos cosas porque queremos encontrar una manera de traerlas de vuelta. Buscamos a una persona en otra persona, buscamos un sabor en otro sabor, pero al final, nos damos cuenta de que nada de eso volverá y que, por el contrario, debemos aprovechar el tiempo y ser dichosos con lo que tenemos, como unas ricas tostadas de tinga.

[Fin de la pausa musical]


6. Siéntese a disfrutar de las tostadas, de su bebida y de la compañía que tenga en ese momento. Disfrute de la música, piérdase en ella, sienta cómo el tiempo se detiene y todo transcurre plácido, como si caminara dormido...

[Pausa musical]


Sleep Walk - Santo & Johnny

Las cosas viejitas tienen un encanto inexplicable. Traemos de vuelta ciertas épocas, ciertos estilos, ciertas formas, me imagino que es porque no resistimos la idea de vivir sin ellas. Es válido recuperar lo antiguo, pero desde una nueva y fresca visión que nos aporte vigor y alegría, desde una perspectiva acorde con los nuevos tiempos, con lo que está por venir...

[Esta pausa musical ya no debería tener fin]

Fue un placer cocinar (beber, recordar y escuchar música) con ustedes.

Lau dixit.

domingo, 17 de febrero de 2013

Dear Prudence


The sun is up, the sky is blue,
It's beautiful and so are you...

John Lennon


Ah, la prudencia, la maltrecha, la olvidada prudencia...

Qué días tan complicados, tan largos y tan feos han sido éstos. Me he sentido mal anímica y físicamente. Y es que cuando has estado tan acostumbrada a una cosa y de pronto te rebelas, algo se revuelve dentro de ti. Aún no sé cuál será el resultado de ello, pero sí sé que, definitivamente, estoy mejor que antes.

La acepción más común de la palabra prudencia es cautela, sin embargo, a mí me gustan más sus otros significados, como el de actuar de manera justa y adecuada, respetando la existencia, la libertad y los sentimientos de los demás.

No me gusta que los humanos traten mal a los humanos, y me incluyo en la generalización. Humillamos, sobajamos, criticamos, ofendemos, maltratamos y hacemos muchas cosas que afectan a otros de una manera negativa. Eso me duele, sobre todo porque sucede cuando estoy molesta. Me duele hacer sentir mal a las personas, porque sé que no sólo las lastimo a ellas, también me lastimo a mí.


Dear Prudence - The Beatles

Una de mis resoluciones de vida (que no de año nuevo) es ser más prudente, más justa con las personas. Tratar a los humanos como humanos. Tratarme mejor a mí misma. No soy una virtuosa, al contrario, estoy llena de defectos y manías, sin embargo, sí puedo hacer una diferencia. Los grandes fuegos se inician con una pequeña chispa.

La prudencia, la bella prudencia, me ha quitado la venda de los ojos y ahora todo es más claro. Para alcanzar las metas más nobles hay que recorrer los caminos más sinuosos y difíciles. Sé que lo que estoy pasando es cosa minúscula comparada con lo que me espera. Y no me importa, porque voy acompañada. La prudencia irá conmigo a partir de ahora.

Lau dixit.