domingo, 17 de mayo de 2009

¡Cuánta verdad!

El otro día, caminando por la Condesa, y para ser más precisos, sobre Campeche, una cuadra antes de Nuevo León, me encontré la siguiente frase escrita en un muro:


Me dio mucho gusto haber descubierto el letrerito, porque no veo que se hable mucho de mi profesión y sí puedo decir que los editores somos sexies. Yo sé que también hay editores de video y de revistas, y que de hecho es más factible conocer a alguien que se dedique a alguna de esas profesiones, pero el letrero no especifica de qué tipo de editor se trata, así que me pondré el saco.

No todos los días se encuentra uno con pequeños homenajes anónimos.

Lau dixit.

sábado, 2 de mayo de 2009

Estornudos de perro

Hace un momento estornudé escandalosamente, como suelo hacerlo, y mi carnalita me dijo que parecía que estaba ladrando. La neta no me preocupa sonar como perro, lo que me preocupa es que con tanta paranoia ante los estornudos después me quieran echar la culpa (así como a los hoyos de Marcelo Ebrard) de esparcir el virus de la influenza perruna.

Es más, ya hasta tengo foto, así como la del chavito que le da un beso de lengua al puerquito que se asoma por la malla:


Lo reconozco, este post no tiene razón de ser, pero me divertí haciéndolo, jeje.

Lau dixit.

Beth Ditto

Siempre me ha admirado cómo el país con el mayor número de gordos no tiene tantos complejos ante esta característica física como cualquier país de Latinoamérica, especialmente México. En Estados Unidos los gordos se casan, tienen pareja, encuentran ropa de su talla e incluso existen iconos de belleza con curvas peligrosas.

Con lo anterior no quiero decir que no hace falta cuidar la salud o la alimentación ni nada por el estilo, sólo quiero decir que un cuerpo curvilíneo no carece de belleza, que unas estrías o algunas partes con celulitis no son motivo de vergüenza y que una talla más grande que el promedio no debe ser motivo de discriminación ni nada parecido.

Todos estos pensamientos trajeron a mi mente a un personaje que admiro mucho: Beth Ditto. Ella es la vocalista de una banda llamada The Gossip, gorda orgullosa de serlo, feminista, lesbiana y siempre dando de qué hablar, pero sobre todo muy, muy talentosa. A continuación reproduzco una declaración de Ditto que tomé de esta página:

"Prefiero que me llamen gorda. Me gusta esa palabra, aunque no es fácil para todo el mundo. No es fácil pero es divertido, porque nunca he encontrado a un cantante que haga de su gordura una causa. Para mí lo es, y me encanta ser portavoz de esta minoría, si es que a los gordos se nos puede considerar una minoría, que tiene que pasarse la vida luchando contra los prejuicios. A mí no me pesa ser gorda; forma parte de mi personalidad".

Y para que vean una muestra de su gran, gran, gran talento, chequen este video:



La calidad de imagen es un poco mala, pero de lo que se trata es de escuchar su voz.

Otra cosa que me sorprendió de Beth Ditto fue el hecho de que apareciera desnuda en la portada de la New Musical Express, no sé ustedes, pero más allá de sus abundantes carnes, no le alcanzo a ver celulitis o estrías. Y sí, seguramente más de un mexicano dirá que es una pinche gorda asquerosa, pero me vale, los gordos también somos hermosos y si a alguien no le gusta, pues lo siento mucho.


Este post no va a cambiar la mentalidad de nadie, y honestamente no pretendo hacerlo, sólo expreso el orgullo que siento al aceptar mi figura y que me valga madre si a los demás no les parece, puesto que no vinimos a este mundo a darle gusto a nadie, sino a ser felices con nosotros mismos. Y no, no tengo un estilo de vida deplorable, para aquellos que lo piensen, pues hago ejercicio todos los días, no como chingaderas en la calle, y menos grasosas, trato de no malpasarme, y no, no me conformo, simplemente me acepto y me quiero y estoy consciente de lo que tengo, por lo que en lugar de quejarme, me dedico a amarme, por muy cursi que se oiga. Mis curvas son parte de mí y no dejaré de quererlas.

Las curvas son de quien las trabaja.

Lau dixit.

Update: Entiéndase que no estoy a favor de un estilo de vida poco sano, más bien estoy a favor de la aceptación de nuestro propio físico. No creo en esas pendejadas como "soy de huesos anchos", sin embargo, sí creo que algunos tenemos cierta complexión que no nos permite vernos como palillo porque nuestro cuerpo no fue hecho para lucir así. Si ofendí a alguien o alguna persona pensó algo equivocado, lo siento, porque este blog no pretende alentar conductas poco sanas o promover malos hábitos en el estilo de vida de los demás, ya si lo hacen es su problema y la autora de esta entrada se deslinda de cualquier responsabilidad.

viernes, 1 de mayo de 2009

Vivir para cagarla (episodio 8)

(Nota mental: no dar enter en el título, ya que se publica automáticamente aunque no hayas escrito ni madres.)

El otro día salí con una persona a tomarme unos tragos. Hablamos de muchas cosas interesantes y no interesantes, hasta que llegó la fatídica pregunta que todo ejemplar del sexo masculino debe evitar hacerle a una mujer:


- ¿Te gustan los deportes?

- Mmm, un poco, la verdad no sé mucho de ese tema, pero a veces los veo.

- ¿Te gusta el futbol?

- Sólo le voy al Manchester. A ningún otro.

- ¡Ahhh!, ¿entonces estás siguiendo la Champions?

- Sólo me intereso por un partido cuando juega el MAN-CHES-TER.

- Ok. ¿Y sabes cuándo es la final?

- No, no sé, porque ni siquiera sé si el MAN-CHES-TER le va a ganar al Arsenal. No tengo idea. (¿Qué parte de "sólo me interesa el Manchester" no entendió este tipo?)

- Ok. ¿Te gusta el futbol americano?

- Sí, pero sólo me empiezo a interesar cuando se acerca el Super Bowl. Este año estuvo muy bien el partido, como nunca. Qué lástima que ganaron esos putos de Pittsburgh, me caen rete gordos, no sé por qué todo el mundo le va a los Acereros. Yo quería que ganaran los Cardenales.

- Ahh, yo le iba a Pittsburgh, hicieron muy buenas jugadas y... bla bla bla bla bla.


A partir de ese momento dejé de prestar atención a lo que él me decía. Sí, acepto que la cagué, pero la neta este tipo me empezó a caer gordo por ciertas cosas que dijo, aunque la gota que derramó el vaso llegó cuando trajeron la cuenta y yo no hice ni madres, me quedé como estatua, y él se queda viendo el pedazo de papel y me dice: "Esta ronda la invito yo." Pendejo, nomás eso me faltaba, que él invite y yo tenga que pagar lo que me tomé.

Por si fuera poco, al salir me pregunta: "¿Cómo te vas a regresar?" Pinche viejo, ni siquiera tenía la intención de acompañarme, y lo digo con toda seguridad porque nos subimos al metro y ya cuando llegamos a Chabacano me dice: "Aquí bajas, ¿no?" Hijo de puta, después de tanta patanería creo que me quedé corta insultando a sus pinches Acereros, ojalá que le aprovechen los dos pesos que se ahorró al no acompañarme, pues de haberlo hecho habría tenido que comprar otro boleto del metro. Espero que se compre algo lindo.

No creo que me vuelva a invitar a salir, y si lo hace le diré que no, seguramente el muy cabrón me va a decir que ahora me toca a mí la ronda de lo que sea que tomemos.

Ahora sí que la cagué por partida doble.

Lau dixit.