sábado, 2 de mayo de 2009

Estornudos de perro

Hace un momento estornudé escandalosamente, como suelo hacerlo, y mi carnalita me dijo que parecía que estaba ladrando. La neta no me preocupa sonar como perro, lo que me preocupa es que con tanta paranoia ante los estornudos después me quieran echar la culpa (así como a los hoyos de Marcelo Ebrard) de esparcir el virus de la influenza perruna.

Es más, ya hasta tengo foto, así como la del chavito que le da un beso de lengua al puerquito que se asoma por la malla:


Lo reconozco, este post no tiene razón de ser, pero me divertí haciéndolo, jeje.

Lau dixit.

1 comentario:

Oswald dijo...

Compra un atomizador de esos de peluquería para que les rocíes agua sin que se den cuenta mientras haces que estornudas. jajajaja Por cierto el otro día fui a cenar y la vieja pendeja que me atendíó estornudo en medio de 3 mesas llenas de gente sin taparse el hocico. Todos le mentaron la madre. jajaja Yo no le dejé propina por bruta. Uy qué malo! >:D