martes, 22 de septiembre de 2009

Antes de continuar con el resumen de mi vida en las últimas semanas...

Quiero hablar de lo sucedido el día viernes en el metro Balderas.

Me parece lamentable que este asunto se tome como pretexto para argumentar que la inseguridad está peor cada día o que ya no se puede andar tranquilo ni en el metro, cuando los motivos por los que este individuo balaceó a los usuarios de este medio de transporte fueron de índole psiquiátrico.

Con lo anterior no pretendo minimizar lo sucedido, y seguramente mi opinión no cambia en nada las cosas, pero sí me gustaría que se dejen de decir y hacer estupideces, que se deje de buscar una justificación para atacar al gobierno cuando debemos reclamarle otras cosas que sí son de su competencia, como el aumento excesivo en los precios de los productos básicos para la supervivencia, o la cantidad exagerada de baches y hoyos en las vialidades, siendo que parte de nuestros impuestos se destina a ese fin, entre otras cosas.

El domingo, un noticiario nocturno dio inicio a una serie de reportajes morbosos y poco profesionales en los que mostraron escenas del velorio y del entierro de las dos personas que lamentablemente fallecieron. Es de muy mal gusto que muestren el dolor de la gente y la molesten con preguntas idiotas. Lo peor de todo esto fue una señora que estuvo presente el día del tiroteo y que asistió a los funerales de un hombre que enfrentó al loco este, y que por desgracia perdió la vida, pues al ser entrevistada dijo que los demás usuarios del metro eran unos cobardes, que ya no hay civismo y que a los mexicanos "nos faltan muchas cosas". Sólo espero que lo que nos falta no sea cerebro, como a esta mujer. ¿Cómo se atreve a decir algo así? En ese caso, cuando me asalten seré una cobarde al no oponer resistencia y forcejear con el asaltante, y también me faltará civismo si alguien me navajea en la calle y no le arrebato el arma antes de terminar de desangrarme.

Todos, o casi todos, los que usamos el metro tenemos una familia y nos espera en casa (sí, mis gatos me esperan), por lo cual necesitamos estar sanos y completos porque hay que chingarle para poder tragar diario y cubrir las necesidades básicas y algún otro contratiempo que pudiera surgir. Por razones como esa creo que más de uno tuvo ganas de hacer algo, pero no se atrevió al tener tantos motivos para regresar a su casa sano y salvo. Me parece injusto que una persona se refiera a todos como lo peor de lo peor sólo porque no intentan arrebatarle la pistola a un loco que siente que tiene que purgar los pecados de la humanidad, y también me parece injusto que pasen ese tipo de comentarios en cadena nacional y a todas horas pues, desafortunadamente, las opiniones equivocadas e irracionales se esparcen como pólvora. No me extrañaría que en unos días muchos expresaran comentarios como el de aquella señora.

Lo que pasó el viernes en Balderas NO es una muestra de la inseguridad que hay en la ciudad. Lo que sucedió es una muestra de lo que ocurre cuando el fanatismo es llevado al extremo y cuando no se atienden los problemas psicológicos a tiempo. El día de ayer me topé con un retén en Patriotismo, en el cual a las mujeres nos revisaron las bolsas y a los hombres se les indicó que descendieran del pesero para revisarlos de arriba abajo. Está muy mal que te traten como a un criminal cuando supuestamente las revisiones tienen el fin de procurar la seguridad de los pasajeros y que quieran prevenir una situación que, según yo, no depende de la delincuencia, sino de un problema social.

Más que gastar recursos en retenes y "distracciones" para que la gente se olvide de problemas graves en diversos sectores (como el económico), se debe destinar un presupuesto para fomentar la educación y una cultura del respeto hacia los demás, con la cual se pueda evitar que las personas se conviertan en sociópatas y cometan actos como el sucedido en el metro Balderas. La salud de la sociedad es algo que concierne a todos los mexicanos y cuando está mal no se alivia haciendo comentarios estúpidos en la tele o viendo cómo la gente sufre ante la pérdida de un ser querido. La salud de nuestra sociedad depende de todos y cada uno de nosotros, y un buen comienzo es no creer toda la mierda que unos cuantos quieren que nos traguemos, más bien se trata de formar un criterio y usarlo apropiadamente.


Sociópata

Lau dixit.

1 comentario:

Oswald dijo...

Yo digo que todo esto se resume a una sola cosa:la falta de educación. Pero no me refiero a la escolar sino a la que nos dan nuestros padres. Si no nos inculcan valores y la TV se encarga de educarnos, el resultado es evidente. A eso súmale, La desintegración familiar, la violencia intrafamiliar, la pobreza extrema, la ignorancia y la falta de ganas de salir adelante es lo que nos está arrastrando a ser cada día más desgraciados. :)