viernes, 30 de diciembre de 2011

New York City Boy

You'll never have a bored day...



Para que vean que no todo lo que me pasa es triste...


En el año 1999 no todos fiesteábamos como si fuera 1999, pero nos la pasábamos bomba. La canción que le da título a este post me recuerda a un tiempo muy bonito, en el que estuve rodeada de amigos, en el que sonreía más y me preocupaba menos, un tiempo en el que mi cabello y mi ropa y mi look y todo en mí era perfecto. En ese entonces, la vida en sí era perfecta y contagiaba a mi ser y a mi existencia de esa perfección.

No quiero quejarme de lo que vivo ahora, porque todo sucede por una razón. Todos cambiamos. Todos mutamos de carácter. Las cosas que nos gustaban ahora nos disgustan. Lo que dijimos que nunca haríamos es justo lo que hacemos en este tiempo. En este momento. Todo se transforma porque así tiene que ser y porque, de otro modo, la existencia se convertiría en un caos. Nunca te bañas en el mismo río y nunca nada permanece igual. Todos necesitamos cambiar. Todos debemos cambiar. Podemos conservar algunos aspectos del pasado, siempre y cuando les demos nuevo aire, siempre y cuando exista una transformación.


New York City Boy - Pet Shop Boys

Esta canción sin duda me trae a la mente ese año alegre en el que me sentía plena... feliz... dichosa. No me preocupaba elegir una carrera, ni hacerme rica, ni volverme famosa. De hecho, no me preocupaba nada. Lo único en lo que podía pensar era la plenitud. La felicidad de tener amigos. La felicidad de tener motivos para reír, motivos para bailar, motivos para vivir. En ese entonces, sólo sabía hacer una cosa: sentirme dichosa con la vida. Con mi vida.

A veces extraño poquito esa vida...

Soy una cursi. :'(


Lau dixit.

No hay comentarios: