sábado, 28 de abril de 2012

La canción más triste del mundo


Siempre que escucho A Day In The Life me siento triste. Me dan ganas de llorar. No sé por qué, si no habla de desamor o de algo similar a lo que yo haya vivido. Sin embargo, me parece dolorosísima. Infinitamente triste.

Hoy me acordé de la canción y no sentí en mi pecho esa tristeza que he experimentado en otras ocasiones. No sé si ya te estoy olvidando o sólo es que ya me convencí de que nunca me vas a querer y nunca te voy a importar. O quizá ya acepté el hecho de que lo que siento por ti no tiene ningún caso. Podría ser que, después de tanto dolor, de tanto tiempo de sentirme miserable, acepté el hecho de que pierdo mi tiempo. De que no vale la pena gastarme la existencia en ti. De que debo seguir con mi vida.


A Day In The Life - The Beatles

Como le comentaba a alguien muy querido el otro día, a veces es necesaria una pequeña dosis de masoquismo. Uno no puede estar todo el tiempo triste, aunque tampoco puede estar todo el tiempo alegre. En el universo existe un equilibrio, y justo cuando éste se quebranta es cuando se dan las malas rachas. Las crisis emocionales. Las crisis existenciales. Se necesita conocer la tristeza para poder reconocer la alegría. Ambos sentimientos son fundamentales y, conforme pasa el tiempo, vamos aprendiendo a lidiar con ellos.

Reconozco que en miles de ocasiones he perdido el equilibrio. He caído en crisis fuertes. Pero me he recuperado. No puedo decir que en este preciso instante me encuentro completamente bien,  sin embargo, me siento mejor. Ya no me acongoja tu indiferencia, no tanto porque no me importe, sino porque ya no pienso en ella. Tal vez nunca puedes dejar de querer a alguien, tal vez sí; lo ignoro. Tal vez yo no he dejado de quererte. Pero he aprendido a lidiar con lo que haces y con quien eres. Estoy consciente de lo que puedo recibir de ti, pero ese no es mi problema, nunca lo ha sido. Como escuché en una película: "you are what you love, not what loves you". Yo sólo te deseo lo mejor, aunque también me deseo lo mejor. Ya no me importa si me quieres o no, pues no afecta en nada lo que cada uno es. Somos lo que somos. Yo decidí ser valiente. Superarte. Dejar de sentir dolor. Dejar de sentirme la tristeza del mundo.

Esta canción siempre será triste, pero tengo el presentimiento de que pasará mucho tiempo antes de que vuelva a llorar con ella...

Lau dixit.

No hay comentarios: