domingo, 21 de agosto de 2011

If You're Feeling Sinister


But if you are feeling sinister
Go off and see a minister
He'll try in vain to take away
the pain of being a hopeless unbeliever.

Stuart Murdoch


Esta semana he estado insoportable. Siniestra, como dice la canción que le da título a este post. He sido una hopeless unbeliever.

Sucedieron cosas tristes. Cosas de las que no podría hablar. Ni siquiera en este espacio, en mi blog tan querido, tan fiel. Y me he sentido mal. Muy mal. De salud y de ánimo. Pero finjo que estoy bien. Finjo para ver si me la creo y todo, de alguna manera, se compone.

Nunca y siempre. Dos palabras con significado aterrador. Dos palabras que, en contados casos, se pronuncian en serio. Pensé que nunca me volvería a sentir de esta manera y me traicioné. Pensé que siempre podría mantenerme ecuánime y me equivoqué. Dentro de toda la desgracia del asunto, creo que soy afortunada, porque esto pasará.

No espero nada. No espero sentirme mejor. Tampoco espero sentirme peor. No espero que haya un hombro para llorar o una persona que escuche. Eso a lo que llaman amistad es tan pasajero como una moda y, al final, siempre son las mismas personas, contadas personas, a las que les cuentas lo que te sucede, si no todo, al menos una parte. Acuden a ti sin que las llames. Y te dan palabras reconfortantes. Te brindan alivio. Te quitan un peso de encima. Les importas.

¿Seguiré sintiéndome igual? No lo sé. Pero lo he escrito. La escritura es una buena terapia para el dolor. Es una forma de exteriorizar lo que pasa por tu mente. Lo que te molesta. Lo que te preocupa. Lo que te entristece. La no expectativa. La decepción. Más no expectativa. Más tristeza. No me quejo de este momento. Es un recordatorio de que sigo aquí. Y aunque no espero nada, sigo aquí, haciendo lo mío.

Nada es para siempre. Nada es para nunca. Nada.


If You're Feeling Sinister - Belle & Sebastian (La letra se puede ver aquí.)

Sigo sintiéndome mal. El remedio para los males no puede ser instantáneo, porque no podríamos ver la reflexión de lo sucedido. Algo dentro de mí duele. Sigue doliendo mucho. Pero, el dolor, al igual que todo, se va.

Lucky me.

Lau dixit.

2 comentarios:

TeReSa dijo...

Dice un amigo que la depresión nos viene cuando nos quitan nuestro juguete favorito (en sentido figurado o literal) en consecuencia la rutina de jugar con él o de saberlo cerca, el chiste es saber cómo recuperarlo o aprender a vivir sin él.


Saluudos!!!

Lau says... dijo...

Tenéis toda la razón. Habrá que descubrir si el juguete se puede rescatar o es mejor dejarlo ir.
¡Saludos!