miércoles, 30 de junio de 2010

Happiness

We're here to welcome you...

Alison Goldfrapp


A pesar de la fecha de este post, tiene casi 15 días que asistí al concierto de Goldfrapp. Como muchos saben y otros desconocen, esta mujer-dúo-grupo tiene muchísimas canciones que podrían considerarse dentro del género de la música electrónica, y ahora, con su último álbum, se metió más en la onda disco.

Nunca he sido muy fan de Goldfrapp. Me gusta mucho su música, pero así, ser una seguidora de hueso colorado, no. Seguramente parece una incongruencia ir a un concierto si no se es tan fan de un artista, y seguramente la policía musical diría que le quité el lugar a alguien que sí merecía estar ahí, tal como una chica vestida con jirones de tela, un tipo horrible y una gordis a la que parecía que le iba a estallar la ropa en cualquier momento, decían mientras estaban formados adelante de mí para entrar al recital. Para mí los conciertos tienen muchas funciones, una de ellas es conocer más a un cantante o una banda y darme la oportunidad de disfrutar su música desde otra perspectiva, misma que no te da un disco, un video o un concierto en DVD (o Bluray, para el caso). Si fui se debió a esa razón y a que, por más fan o menos fan que sea, pensé que valía la pena estar ahí parada... y no me equivoqué.

Llegué tarde al concierto y nunca di con una amiga con la que me encontraría, así que me quedé paradita junto a una columna, para poderme agarrar cuando me paraba de puntitas y mis zapatos se quedaban adheridos al suelo pegajoso; de entre las cabezas emergían las figuras de la rubia Alison Goldfrapp, del señor cincuentón que toca el violín, de otro señor que usaba ropa y peinado de ABBA y de una gordita que le puso sabor a la presentación y de la cual me volví "fans" por ser godibuena y por tocar el teclado con maestría. La cantante, estrafalaria y vanidosa como siempre, se contoneaba, se dejaba llevar por su música, se entregaba al público como si no quedara más que hacer que cantar. Los músicos se unieron a esa euforia y una atmósfera nostálgica que hacía recordar los salones de baile setenteros y las discos ochenteras llenó el lugar; todos fuimos transportados a otra época durante hora y media.

Como en cualquier recital, uno siempre va con la idea de escuchar ciertas canciones, y casi siempre hay alguna que brilla por su ausencia; en este caso, y según yo, la melodía que le da título a este post fue la gran ausente de la noche.

A continuación, el video y la letra de la canción:


Goldfrapp - Happiness from Mute Records on Vimeo.


Goldfrapp - Happiness (me encanta que sale un gato como dos segundos)


Join our group and you will find
Harmony and peace of mind
Make it better
We're here to welcome you

We're all on a journey to
Finding the real inner you
Make it better
We're here to welcome you

Time stops still when
You've lost love

Happiness
How'd you get to be happiness
How'd you get to find love, real love
Love, love, love

Floating in a magic world
Donate all your money we'll
Make it better
We're here to welcome you

We can see a troubled soul
Give us all your money we'll
Make it better
We're here to welcome you

Time stops still when
You've lost love

Happiness
How'd you get to be happiness
How'd you get to find love, real love
Love, love, love

We'll be swimming in the sea
Of wisdom and serenity
Make it better

Happiness
How'd you get to be happiness
How'd you get to find love, real love
Love, love, love

Happiness
How'd you get to be happiness
How'd you get to find love, real love
Love, love, love

Happiness
How'd you get to be happiness
How'd you get to find love, real love
Love, love, love

Happiness
How'd you get to be happiness
How'd you get to find love, real love
Love, love, love

Cada canción transmite algo diferente a cada persona. Happiness tendría que hacerle honor a su nombre y transmitir felicidad, alegría, inspirar sonrisas y lograr que el amor parezca algo posible, aunque, claro, otros significados se le podrían encontrar. A mí me hizo falta escucharla aquella noche porque me parece que es el tipo de canción que no me motiva a pensar en nada más que en sentirme bien y dibujar una gran sonrisa en mi rostro; creo que a la música no hay que analizarla demasiado, más bien hay que dejarse llevar por ella, sentirla y gozarla, y esta melodía se presta muy bien para este propósito, sin embargo, me quedé con un buen sabor de boca, pues aunque no la escuché sí sentí felicidad, sí sonreí y sí disfruté, que al fin y al cabo para eso fui.

La felicidad es muchas cosas, desde un estado de ánimo hasta algo material, y sin felicidad la vida parece vacía. Ella está presente en las cosas más pequeñas y en las más grandes, y su chispa se aparece de improviso en los lugares más inesperados. Estoy segura de que yo; mi amiga; sus amigos; la chica que me dejó sorda con sus gritos; el güerito que estaba adelante de mí; la chica de la ropa de jirones; el tipo horrible; la gordita a la que le iba a estallar la ropa; las mujeres que emulaban a las supermodelos de las revistas; los gays; los bugas; los fresas; los hipsters; los famosos; los no famosos y todos los que nos reunimos para ver a Goldfrapp, admirarla, corear sus canciones, bailar con ella y sorprendernos con sus cambios de vestuario, fuimos tocados por esa chispa, por la felicidad que estuvo ausente en una canción, pero que se manifestó durante hora y media, y nos hizo sonreír gracias a las canciones, gracias al baile, gracias a la música...

Lau dixit.

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