viernes, 7 de mayo de 2010

You're the one for me, fatty



You're the one I really, really love.

Morrissey


Los gordos la tenemos difícil en la vida. No encontramos ropa; no cabemos en los asientos; nos echan miradas inquisidoras cuando comemos cosas que amenazan con aumentar unos gramos a nuestro peso; no tenemos las mismas oportunidades que la gente delgada; no somos considerados entre los cánones de belleza; no se nos concibe como personas sanas y continúa una larga lista de nos. Lo peor del caso es que muchos de esos nos han sido fomentados por lo que se presenta en los medios, sin embargo, la mayoría de los gordos lo hemos permitido, nos hemos concebido como la conjunción de esas negativas y asumimos ese papel con resignación (y me incluyo aunque me duela).

En un post que escribí hace algunos meses me quejé amargamente del trato que recibimos los gordos y de la manera en que nos ven los demás; es difícil ser aceptado cuando hay un exceso de carnes de por medio y no te apegas a los parámetros de lo que otros piensan que debería ser, cuando se imponen ciertas ideas acerca de los gordos y se arraigan en la mentalidad de quienes nos rodean, pero sobre todo, cuando nos damos cuenta de que este mundo no está hecho para nosotros.

En esta época en la que por todos lados se trata de motivar la diversidad y el respeto, hay aceptación hacia diversos grupos e ideas, pero no para los gordos; muchas personas piensan que quien tiene unos kilos de más se descuida, que luce mal o que no se le debe tomar en cuenta porque carece de algún aliciente en la vida diferente de comer hasta el hartazgo. En los medios de comunicación nos dan cifras alarmantes acerca de los índices de obesidad en nuestro país, y quieren crear medidas para evitar que sigan creciendo, sin embargo, nunca toman en cuenta que todos esos males tienen un origen que no siempre tiene que ver con el simple hecho de comer de más, sino que poseen una raíz psicológica profunda. Si se trata de erradicar la obesidad, creo que lo primero que se tiene que hacer es mandar a la gente al psicólogo, pero no sólo a los gordos en cuestión, sino a todos aquellos que los hacen sentir miserables.

Otro aspecto desagradable de ser gordos es que la gente nos hace comentarios hirientes y burlones acerca de nuestro peso o nuestro aspecto, o nos hacen daño porque según ellos "nos quieren ayudar" y por eso dicen las cosas como son. Aunque la sinceridad siempre es mejor, hay que tener tacto para hacerle un comentario a otra persona, pues no se sabe qué suceptibilidades se puedan herir o hasta qué punto se pueda causar un mal (no se me olvida la película Up in the Air). En mi vida de gorda he escuchado cosas como las siguientes:


- No sigas comiendo porque te vas a poner más gorda. Mmmm, ¿quieres un dulce?

- ¿Por qué no dejas de comer un mes a ver si adelgazas?

- No uses el cabello corto, te ves más gorda.

- Deberías comprarte un termogénico, así el ejercicio te serviría de algo.

- La ropa negra adelgaza. Cuando elijas una prenda, que sea de color negro.

- Habrá un evento relacionado con la obesidad, deberías ir.

- ¡No puedo creer que TÚ salgas a correr!

- Hacer sentadillas no te caería nada mal.

- «Este monito de messenger eres tú (mono gordo y gelatinoso). » «¿Por qué soy yo? » «Porque eres grande (no una grandeza espiritual)... bueno, no grande, "buena" (sí, ya que me hizo sentir como basura)... »

- ¡Estás muy gorda! (dicho después de una mirada de desaprobación)

- ¿Toooodo eso te vas a comer?

- Que te vaya bien y ya no engordes (escrito en mi cuaderno de dedicatorias antes de salir de la secundaria).

- Intenta bajar unos kilos para que te puedas comprar algo bonito.

- «¿Cuánto pesas?» «No sé, ya no me peso, me causa conflicto.» «Tienes que pesarte, no entiendo por qué los gordos niegan la realidad. Sólo pesándote podrás tener idea de cuán grave es tu problema.»

- Mi amiga Carla es muy guapa, mi amiga Daniela es muy bonita y Laura, ehh, Laura... Laura es bien buena onda...

- Estás muy bonita, pero pasada de peso. ¿Te has puesto a pensar cuál es la causa? Seguramente es algo que necesitas resolver, la gente gorda siempre se refugia en la comida por algo que le pasó, y estoy seguro de que estás en una situación similar.

- «¿Sigues corriendo?» «Sí, lo hago a diario.» «Ahh... yo pensé que no.» «Y seguramente te preguntas cómo es que si corro estoy gorda, ¿no?» «Ehh, no... yo nunca dije eso.» (este comentario y el anterior fueron hechos por la misma persona)

- «¿Le puedo ayudar en algo?» «Sí, ¿tiene más blusas como ésta?» «Sí, por supuesto. Extra grande, ¿verdad?»

- Si bajaras veinte kilos estarías perfecta.


Al principio esos comentarios me dolían, después me causaban molestia y, al final, sólo me provocaban risa; de hecho, en estos años he aprendido a que no me importe nada, a aceptarme y a aceptar mi realidad, tan es así que he pensado en algunas respuestas que debí dar cuando todas esas personas y muchas más me dijeron cosas desagradables, y aunque el hubiera no existe y es mejor poner la otra mejilla, me divierto pensando cosas como las siguientes:


- ¿Por qué no dejas de comer un mes a ver si adelgazas?

¿Y tú por qué no dejas de hacerte chaquetas mentales durante un año, a ver si te vuelves más inteligente?


- Hacer sentadillas no te caería nada mal.

Y a ti no te caería nada mal hacerte un implante capilar.


- Intenta bajar unos kilos para que te puedas comprar algo bonito.

Ahora resulta que los gordos no nos podemos comprar nada bonito.


- Si bajaras veinte kilos estarías perfecta.

Y si a ti te dejara de apestar la boca, me caerías bien.


- Mi amiga Carla es muy guapa, mi amiga Daniela es muy bonita y Laura, ehh, Laura... Laura es bien buena onda...

¿Por qué muchos piensan que si alguien es gordo, por ende también es feo?


- Que te vaya bien y ya no engordes.

Igualmente, que te vaya muy bien y se te quite la cara de pendejo.


Mucho se dice que el físico no lo es todo, que los sentimientos y lo que uno tiene dentro es lo que cuenta, sin embargo, la vida se encarga de demostrarnos a los gordos, una y otra vez, que no es así. Ante la duda de si el aspecto es importante o no, me puse a preguntarle eso a varias personas, y todas concluyeron con que, efectivamente, el físico sí cuenta y es un factor más importante de lo que se pueda pensar. No quiero culpar a nadie, ni decir que están bien o mal, porque quién soy yo para tratar de definir lo que es correcto e incorrecto, o influir en los gustos de los demás, pero sí me deja pensando en que valoramos más la belleza exterior de lo que deberíamos y que, al hacerlo, perdemos de vista aspectos importantes, como las cualidades o los talentos que una persona podría tener.

He llegado a un punto en el que ya me cansé de que me digan gorda y que alguien más dicte cómo tengo que lucir o qué es lo que tengo que hacer para ser "aceptada". Sí, soy gorda, no lo voy a negar, y aunque sé que a algunas personas les choca que lo diga, no es nada más que la verdad; ya no quiero oír el típico "estás llenita, no gorda" para hacerme sentir bien, porque no necesito la pena ajena de nadie, al contrario, creo que los comentarios hirientes y los comentarios "empáticos" sólo me afectan y me hacen sentir más miserable, y como reza la frase de mi estimada Marge Simpson, "si no tienes nada bueno que decir de alguien, mejor no digas nada", así que es mejor el silencio, ese hermoso silencio que me ha ayudado a seguirme aceptando y a lidiar con mi gordura con tranquilidad.

Elegí You're the one for me, fatty como título de este post porque el señor Morrissey, al que no parecen gustarle las mujeres, los hombres ni nada de nada, tiene un punto de vista neutral al respecto, además de que expresa cosas que todos los gordos nos deberíamos decir mientras nos vemos al espejo o nos sentimos frustrados por no lucir como la gente que sale en la tele o en las revistas. Todos los fattys nos debemos querer mucho, todos los fattys debemos decirnos palabras amorosas y disfrutarnos, tomar con simpleza esa gordura para poder erradicarla, en caso de que así lo queramos, o conservarla, si es que así somos felices, el punto es no atormentarnos por querer vernos como alguien más o querer cambiar porque lo dice alguien más, el punto es preservar esa simpleza para alcanzar lo que queramos, aun cuando parezca inalcanzable.

A continuación, el video y la letra de la canción:




You're the one for me, fatty,
You're the one I really, really love.
And I will stay,
Promise you'll say if I'm in your way.
You're the one for me, fatty,
You're the one I really, really love.
And I will stay,
Promise you'll say if I'm ever in your way.
Ah-hey.

All over Battersea,
Some hope and some despair.
All over Battersea,
Some hope and some despair.
You're the one for me, fatty,
You're the one I really, really love.
And I will stay,
Promise you'll say if I'm in your way.
You're the one for me, fatty,
You're the one I really, really love.
And I will stay,
Promise you'll say if I'm ever in your way.
Ah-hey.

All over Battersea,
Some hope and some despair.
All over Battersea,
Some hope and some despair.
You're the one for me, fatty,
You're the one I really, really love.
And I will stay,
Promise you'll say if I'm in your way.
You're the one for me fatty,
You're the one for me-a-hey...


En otros países se tiene una visión más alivianada acerca de los gordos. En México sucede todo lo contrario, se tienen ideas equivocadas y muchos complejos acerca de la gordura, pero lo peor del caso es que la aceptación hacia nosotros es casi nula. No niego que la obesidad muchas veces es causada por una mala alimentación y por falta de ejercicio, pero no todos los gordos lo somos por las mismas causas, hay otros factores que la gente no considera antes de juzgarnos. No puedo hablar por otros, pero hablo por mí al decir que hago ejercicio y ya no trago tantos dulces como antes, y aun así estoy gorda, pues hay cosas que uno puede mejorar, pero no cambiar, y estoy segura de que así como sucede conmigo, sucede con más personas. Podríamos irnos a otro país, a Inglaterra, donde Morrissey se muere por un o una fatty, o a Alemania, donde les vale madre cómo te ves, más bien se fijan en otras cosas, pero no es la solución. La respuesta está en aceptarnos, en no permitir que se nos menosprecie y se nos dé un trato diferente sólo por ser gordos, pues no somos fenómenos ni nada parecido, lo único que nos diferencia del resto de la gente son unas carnes extra.

Sé que va a estar difícil que se deje de pensar que la causa de todos los problemas que tenemos los gordos son los kilos de más, pero no es algo imposible, y podemos empezar a hacerlo demostrando que tenemos cualidades que rebasan por mucho a la belleza física. Yo ya no quiero oír que si estoy gorda es porque soy pobre, o que si sigo engordando me voy a volver hombre, no quiero escuchar nada más, y no porque quiera escapar de la realidad o sea una mediocre que se conforme con poco (que también me lo han llegado a decir), más bien porque merezco respeto y sé que soy algo más que una gorda, y que debo rodearme de personas que sean más que lo que se muestra en este video, que me aporten cosas realmente importantes y que no me llenen de complejos y de odio hacia mi persona.

Creo que gordo o gorda son palabras horribles que deberían salir del diccionario, y creo que son conceptos que no deberían existir más. Considero que las personas pasadas de peso tenemos mucho que ofrecer, y que debemos armarnos de valor para demostrarnos a nosotros mismos lo grandes que somos (y no me refiero al tamaño), para lograr cosas igual de grandes, que se nos deje de ver como "el gordito chistoso" o "la gorda simpática", y que se nos empiece a ver como lo que realmente somos y siempre hemos sido: seres humanos.

Lau dixit.

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