martes, 23 de febrero de 2010

I felt stupid


And how've I lived my life too selfishly baby?

Jonathan Pierce / Jacob Graham

En esta ocasión me pondré más modernona. Como se puede notar, casi todas las canciones que he posteado hasta el momento son viejitas (oldies but goodies), pero incluí I felt stupid en mi lista por una simple y sencilla razón: ¡me encanta!

Esta canción, aunque es de 2009, me parece muy ochentera, y no es para menos, ya que The Drums tiene como influencia a New Order. Tan es así, que cuando la oigo no puedo evitar que mis pensamientos empiecen a concebir mi vida como si fuera una película de aquella época en la que todo era posible, sobre todo si de encontrar el amor se trata, y al crear estas imágenes en mi cabeza, inevitablemente me acuerdo de una ocasión en la que un amigo me preguntó por qué me gusta tanto lo ochentero, lo cual, obviamente, no supe responder, pero ahora creo que tengo la respuesta.

A mí no me desagradan las películas ochenteras, aun cuando algunas son medio sosas. Lo que se concibe como lo máximo en la vida lo decide cada quien, y así como hay personas que aman a Bergman o tienen orgasmos múltiples con cualquier escena kilométrica y soporífera de Wim Wenders o cualquier sueño de opio de Lynch, yo me divierto de lo lindo y paso ratos muy agradables con filmes como Me enamoré de un maniquí o El club de los 5 (aunque, por increíble que parezca, para mí es muy respetable que a alguien sólo le guste el "cine de arte" y nada más). En esas películas la vida es simple y los conflictos no se tienen que resolver con balazos o algún suicidio, o con una explicación surrealista que sólo comprendes después de cuarenta veces de ver la misma escena. No. Los problemas siempre tienen una solución al alcance de la mano y no ameritan que la gente se la pase sufriendo y lloriqueando por los rincones.

En las películas ochenteras la vida es bella y todo el mundo puede ser feliz, pero lo mejor es que te muestran a gente real, sin tanta cirugía ni los "arreglitos" que existen actualmente, y todas las personas tienen amigos (al menos uno) y no salen con ondas raras propias de la época en la que ahora vivimos. En estas películas, hasta la fea de la historia (como yo) logra ser feliz sin tantos miramientos, y la gente tiene una existencia de lo más natural y tranquila, pero no por ello aburrida.

Esta canción me recuerda esa naturalidad, esa tranquilidad que, sin quererlo, te saca de lo cotidiano. La letra me hace sentir bien porque me indica que aunque a mí me guste andar de a solapa, siempre habrá alguien que se preocupe y se interese por lo que me suceda, y siempre habrá alguien a quién pedirle una oportunidad, y alguien a quién regalarle la llave de mi corazón (no son palabras mías, así lo dice la letra). Creo que por más que me guste estar sola, por más que me resista a la compañía, siempre habrá una persona que sin pensarlo mucho querrá estar conmigo, no importa si es en plan de amistad o algo más.

En estos días me di cuenta de que siempre he sido como Will, de About a boy, pero en su etapa pre-enamoramiento. Él andaba solo toda la vida (excepto cuando había sexo de por medio, ¡qué envidia!) y organizaba sus actividades y su existencia completa con base en esa soledad. Yo, por mi parte, lo he practicado desde la secundaria, desde que me di cuenta de que no podía depender de nada ni de nadie, porque las cosas se acaban y la gente se va, y preferí concebirme como un ser independiente que está ahí para los demás, pero que no deja que los demás estén ahí para mí. Nunca había estado tan consciente de eso hasta hoy, que un amigo muy querido me dijo que me llevaba y yo le dije que no, y prácticamente me fui corriendo porque necesitaba un momento de soledad (¿qué más soledad quiero que no pueda encontrar en las madrugadas de trabajo en casa?), pero nunca se lo expliqué. A los pocos minutos me cayó el veinte de lo que hice y me disculpé, sin embargo, me quedé pensando en todo lo que la búsqueda de la soledad y la independencia hacen de mi persona. No dejo que nadie se preocupe, se acerque o me conozca un poco más, y aunque tampoco se trata de ser un cascabel todo el tiempo, sí creo que hay que permitirle a la gente que te quiera, porque ¿cómo puedes pretender dejar amor en todos y en todo lo que haces si no permites que nadie lo haga contigo?

Esta canción sin duda me ha enseñado que hay que dejarse querer y hay que aplicar la filosofía de las películas ochenteras, en las que el mayor conflicto era tener poco busto o que te saliera un barro, y no el hecho de que alguien quisiera escapar de todo lo que implique el cariño de otros hacia su persona. Incluso el video muestra esa filosofía, porque los dos personajes principales se agarran a madrazos y después se acuerdan de que son brothers y andan tocando juntos como si nada, porque, quiero pensar, no pueden escapar del aprecio que se tienen, que finalmente es más fuerte que cualquier conflicto zonzo que pudiera haber surgido.

A continuación, el video y la letra de la canción:


The Drums - I felt stupid

I felt so stupid
You were standing there
You were combing your hair so unaware

I felt so silly
You couldn't see me
I know you love your family

I'm sure you love your family
But come stay with me
Stay with me

I don't know if it's right or wrong but come
Stay with me I want to hear the beat of your heart
If it's good or bad come be with me
And i'll give you the key to my heart

Your arms around me
Seemed to be
The only good thing that ever happened to me

We can take a walk now
Down to the beach
The sun will be shining when we're finally free

I don't know if it's right or wrong but come
Stay with me I want to hear the beat of your heart
If it's good or bad come be with me
And i'll give you the key to my heart

And how've I lived my life too selfishly baby?
And how've I lived my life too selfishly baby?
And how've I lived my life too selfishly baby?
And how've I lived my life too selfishly baby?

I don't know if it's right or wrong but come
Stay with me I want to hear the beat of your heart
If it's good or bad come be with me
And i'll give you the key to my heart

I don't know if it's right or wrong but come
Stay with me I want to hear the beat of your heart
If it's good or bad come be with me
And i'll give you the key to my heart

And how've I lived my life too selfishly baby?
And how've I lived my life too selfishly baby?
And how've I lived my life too selfishly baby?
And how've I lived my life too selfishly baby?

La filosofía de película ochentera es la neta. Es más sencillo llevársela leve, tener una existencia alivianada y disfrutar el hecho de que no haya conflictos gravísimos que deban resolverse de forma complicada. Seguramente muchos piensan que el conflicto le da sabor a la vida, y sí, de hecho el ser humano necesita de él para tener una motivación para hacer las cosas, pero el punto es no tomárselo tan a pecho y solucionarlo por la vía sencilla, que no la más fácil.

Espero que mi amigo me disculpe por mis arranques de "soledad", porque no me doy cuenta de lo que hago sino hasta más tarde, y no me puedo pasar la vida sacando de onda a la gente y pidiendo perdón después. Con esa actitud me pasó como dice la canción: I felt stupid, pero así como se es de cierta manera, se puede dejar de serlo, y yo definitivamente dejaré de ser tan solitaria, porque está bien querer momentos con uno mismo, pero en grandes cantidades es abuso, y el abuso genera vicio.

Esta canción es para ti, amigo mío, que me entiendes y me apoyas. Te regalo una canción bonita, aunque tú mereces más, mucho más.

Ojalá te guste.

Lau dixit.

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