sábado, 3 de abril de 2010

Wake me up before you go go

Makes me crazy when you act so cruel...

George Michael


En primero de primaria tuve una maestra malvada que me odiaba y no tenía reparo en demostrarlo. Por esos años yo tenía problemas con las matemáticas y siempre sacaba 5 en los exámenes, lo cual era un drama familiar y un motivo más para que esta profesora me despreciara y lo expresara ante mis compañeros, que eran en su mayoría niños insufribles y pedantes que acusaban a cualquiera por cosas de lo más estúpidas e insignificantes como reírse, decir "popó" o no traer lápiz.

Esa maestra malvada se llamaba, o se llama, Adriana; por desgracia, mi mejor amiga en quinto de primaria se llamaba así, pero esa, como decía la nana Goya, es otra historia. La miss Adriana era mala como la carne de puerco y nunca pude entender por qué me tenía tanto coraje y se regocijaba cada que tenía oportunidad de regañarme. No había semana en la que no mandara llamar a mi hermana para quejarse de mi irresponsabilidad y de mi falta de talentos para las labores escolares, y yo terminaba sintiéndome como cucaracha porque hasta me mandaban con la psicóloga de la escuela para saber si mi burrez se debía a algún trauma, y en esencia así era, con esos tratos cualquiera queda traumado, pero no decía nada porque era la miss, la autoridad, la persona adulta que seguramente tenía juicios acertados acerca de mi pequeña persona, por lo tanto estaba en lo cierto cuando decía enfrente de todo el grupo que yo era una burra burra burra burra burra.

Esta profesora era bastante joven en ese entonces, por ello seguía las modas y hablaba de los temas fresas que eran el deleite de la juventud de 1986-87. Recuerdo que ella tenía una amiga igual de insulsa que era miss de inglés y me tocó en segundo año, pero a diferencia de Adriana, esta mujer era buena onda y no andaba poniendo en evidencia a los niños por cualquier pendejada que a ella no le parecía; pedagógicamente hablando, estaba mucho más preparada que su comadre y la superaba por mucho en el modo de tratar a los alumnos. Estas dos amigas en una ocasión se pusieron unas playerotas como las que usó Wham! en el video de la canción que le da título a este post, y recordarlo me da mucha risa, porque parecían hermanitas lelas pasadas de moda, pues estas prendas estuvieron en su apogeo en 1984, año en que Wake me up before you go go fue un hit, aunque tal vez no fue culpa de ellas pues es bien sabido que las modas llegan a México con dos o tres años de retraso, por eso relaciono a la miss con esta melodía, pues me guste o no, las cosas que "me enseñó" forman parte de mi pasado, de mis recuerdos y de lo que soy, pero sobre todo de lo que no soy gracias a ella.

A continuación, el video y la letra de la canción:



Wham! - Wake Me Up Before You Go-Go (Official Music Video) - Funny bloopers are a click away


You put the boom boom into my heart,
You send my soul sky high when your lovin' starts.
Jitterbug into my brain,
Goes bang bang bang till my feet do the same.

But something's bugging me
Something ain't right
My best friend told me
What you did last night.

Left me sleeping
In my bed.
I was dreaming
But I should've been with you instead.

Wake me up before you go go,
Don't leave me hanging on like a yo-yo.
Wake me up before you go go,
I don't wanna miss it when you hit that high
Wake me up before you go go,
'Cause I'm not planning on going solo.
Wake me up before you go go,
Take me dancing tonite.
I wanna hit that high...

You get the gray skies outta my way,
You make the sun shine brighter than Doris Day.
Turn a bright spark into a flame,
My beats per minute never been the same.

'Cause you're my lady,
I'm your fool.
Makes me crazy
When you act so cruel.

C'mon baby,
Let's not fight.
We'll go dancing
And everything will be alright.

Cuddle up baby,
Move in tight.
We'll go dancing tomorrow night.

It's cold out there
But it's warm in bed.
They can dance,
We'll stay home instead.
(return to top)


En una ocasión la escuela organizó un paseo a Reino Aventura (muchísimo antes de que se convirtiera en Six Flags) al cual asistí preparada con mi sándwich, mi Boing de piña y muchas ganas de subirme a todos los juegos y pasar un rato agradable. Cuando ya estábamos en el parque de diversiones, la miss Adriana me dijo que no me podía subir a ningún juego. Según recuerdo, no tenía alguna condición médica o de otro tipo que me impidiera disfrutar de los juegos mecánicos, tampoco me había portado mal y todavía no era época de exámenes, lo cual me indicaba que no había una mala calificación de por medio que motivara a la maestra a castigarme, pero como era adulta y tenía autoridad sobre mí, pensé que ella estaba haciendo lo correcto, y que yo merecía quedarme abajo viendo cómo mis compañeros se divertían. La miss de inglés, después de algunas horas, se dio cuenta de lo que estaba pasando, y como llevó a su hijita al paseo me "encargó" que la cuidara; al nombrarme niñera de su pequeñita me hizo sentir mejor, porque pensé que estaba haciendo cosas de grandes (cuidar a una niñita) y porque de esa manera pude subirme a unos cuantos juegos. Recuerdo vagamente que a la miss Adriana no le pareció, pero como la miss Uribe (la de inglés) era una persona respetable y mayor que ella, no pudo decirle nada.

Quien lea esto probablemente se pregunte por qué hablo de una experiencia tan desagradable y que encima la relacione con una canción que no tiene nada que ver. Considero que en la vida siempre hay cosas que nos molestan o preferimos no recordar, pero nunca es tarde para una catarsis, y qué mejor que hacerlo con una canción que invita a sonreír, a no complicarse y ser felices todo o la mayor parte del tiempo. En verdad no me quita nada desearle lo mejor a la miss Adriana y desear también que sus hijos, si es que los tuvo, hayan sido educados por buenos maestros, que nunca se hayan sentido expuestos y que nadie los hiciera menos sólo porque se le dio la gana de que así fuera, sin necesitar un motivo o tener un fundamento. Espero con todo mi corazón que nadie haya tomado su ejemplo y que las personas a las que "educó" hayan aprendido únicamente las cosas buenas, y desechado las negativas.

La única vez que la miss Adriana tuvo un detalle decente conmigo fue cuando por primera y única ocasión saqué 9 en matemáticas. Recuerdo que ese día hice cuentas con los dedos de las manos y de los pies, con manzanas, peras y naranjas en mi mente y con todo lo que me fue posible; la maestra, al entregarme el resultado, intentó abrazarme y me felicitó como para sentirse menos mal por su actitud para conmigo durante todo el año escolar. Una tía muy querida, que prácticamente me crió, me dijo que le había rezado a San Antonio, y realmente no sé si fue gracias a mis cálculos complicados o por intercesión divina que pasé el examen, pero definitivamente fue muy satisfactorio callarle la boca a la profesora y que por lo menos una vez en mi corta vida no me dijera burra enfrente de todos mis compañeros.

Las palabras no sólo son para comunicarse, también pueden destruir o construir, sobre todo cuando de personas se trata, por ello hay que tener cuidado con lo que se dice, pues una sola es capaz de determinar en qué se convertirá un hombre o una mujer, por ello, es mejor usarlas para bien, para crear y para educar, no para descalificar ni para dañar.

Lau dixit.

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