lunes, 15 de marzo de 2010

The cold song



The future is now. People are always waiting for the future to come. I think we start right now, at this moment. This is where the future is. The future has begun.


Klaus Nomi


El sábado tenía la firme intención de ver An education, pero llegué tardísimo al cine, veinte minutos después de que empezó, sin embargo, como ya estaba ahí y no pensaba regresarme ni hacer otra cosa, entré a ver The young Victoria. No es la película más sobresaliente ni la mejor que he visto en mucho tiempo, aunque sí encontré dos que tres detalles interesantes e hice un descubrimiento musical.

Es curioso cómo todo lo que sucede en esta vida se teje en redes y una cosa lleva a otra y a otra y a otra, y así hasta crear una red inmensa. Uno va a ver un filme que aborda un tema bien sabido por muchos y no espera encontrarse con algo familiar, con un detalle conocido que fue importante en algún momento, y que al presenciarlo de nuevo, vuelven a la mente las anécdotas, las palabras, los recuerdos y todo aquello que va de la mano con lo que acabas de ver. En The young Victoria, hay una escena en la que la protagonista se encuentra en la ópera, y en el escenario están representando el tercer acto de King Arthur, de Purcell, para ser más precisos, el aria The cold song.

Esta pieza la conocí gracias a un amigo de internet con el que no hablaba de otra cosa que no fuera música. Un día me dijo que no me fuera a asustar por lo que iba a ver, y me pasó el link de un video en el que canta el fallecido artista alemán Klaus Nomi, cuya imagen y voz eran muy peculiares, pero necesarias para darle intención a esta aria. Después de ver lo anterior, busqué varias versiones de la canción, sin embargo, llegué a la conclusión de que nadie la canta como el contratenor teutón.

A continuación, el video y la letra de esta aria:


Klaus Nomi - The Cold Song (Live)
Cargado por Yoda63. - Explorar otros videos musicales.


What Power art thou
Who from below
Hast made me rise
Unwillingly and slow
From beds of everlasting snow!

See'st thou not how stiff,
And wondrous old,
Far unfit to bear the bitter cold.

I can scarcely move,
Or draw my breath,
I can scarcely move,
Or draw my breath.

Let me, let me,
Let me, let me,
Freeze again...
Let me, let me,
Freeze again to death!

La presentación de este video es de 1982, Klaus Nomi tenía sida y para esas fechas tenía graves problemas respiratorios. Su público nunca supo de su enfermedad sino hasta agosto de 1983, cuando murió en un hospital neoyorkino, con su cuerpo irreconocible, convertido en una llaga gigante a causa del sarcoma de Kaposi. En esos años poco se conocía acerca de esta enfermedad, hecho que provocó que al cantante le fueran desconectando poco a poco los aparatos que lo mantenían con vida, por el temor a que su padecimiento se esparciera. Por alguna razón, pienso que la letra de esta aria cobra mucho sentido en la voz de Nomi, pues sólo alguien a quien ronda la muerte puede saber cómo hablar de ella, cómo expresar con su canto el alivio, la liberación que ésta representa para algunos.

Nunca pensé que un artista pudiera amar tanto la música, que pudiera superar un obstáculo tan grande para seguir presentándose y entregarse a su público con la misma pasión del primer día. Nunca creí que un ser humano pudiera tener tanta fuerza como para aguantar todo lo que Nomi soportó, y seguir regalándole al mundo una voz tan hermosa e impecable, a pesar de estar debilitado y consumido por padecimientos tan terribles. Después de conocer su historia y de saber todo lo que vivió me quedo pensando en lo grande que puede ser la voluntad de una persona, en la increíble fuerza que poseemos los seres humanos y que muchas veces no nos atrevemos a emplear, en el impulso que nos puede dar el amor para hacer las cosas que nos gustan, en lo maravillosa que es la música, que inspira a muchos a vivir por ella y morir por ella, en fin, me quedo pensando en todo lo grandes que somos y podemos ser, y en lo mucho que nos cuesta reconocer esa grandeza.

Ver The young Victoria, aunque no era mi plan original, me dejó un buen sabor de boca porque recordé una canción que me llega mucho, me acordé de un amigo que me hizo conocer mucha música y descubrir nuevos gustos, y me hizo pensar en que la música a veces no tiene vigencia, pues esta composición barroca ha sobrevivido al tiempo, casi cuatro siglos para ser precisos, y sigue despertando sentimientos y evocando anécdotas en las personas, tal como lo hace conmigo.

Lau dixit.

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