viernes, 19 de marzo de 2010

Creep


I don't belong here...

Thom Yorke


En 1993 el mundo parecía un lugar terrible. Yo era adolescente y en la radio pasaban a Ace of Base todo el día, así que no había mucha música que me sorprendiera, a pesar de que en ese entonces salió el Versus, de Pearl Jam, y el In Utero, de Nirvana. Ambos grupos me gustaban, pero tenían un sonido que yo ya conocía y estaba ávida de conocer nuevas cosas, de oír propuestas que me dejaran algo más que el simple gusto o admiración por una banda.

Un día, cuando escuchaba Radioactivo, sonó Creep; simplemente no lo pude creer. Esa angustia juvenil, esa sensación de no encajar, estaban impresas en la música, en la voz de Thom Yorke, en los guitarrazos que le dan fuerza a los acordes, en cada una de las palabras de la letra, en cada nota, en la canción entera... Los adolescentes buscan algo con qué identificarse, e indudablemente mi estandarte de insatisfacción e inconformismo fue esta melodía.

Casi todos, cuando fuimos adolescentes, pensamos que el mundo estaba en nuestra contra o que no encajábamos en la escuela, en el grupo de amigos, en la casa, en la calle o donde fuera, y teníamos canciones que nos hacían ver que aunque nos sintiéramos inadaptados a este mundo, siempre había alguien más que se sentía de la misma manera. Creep habla de un jovencito ebrio que trata de acercarse al amor de su vida (si es que a temprana edad ya se puede hablar de eso), pero nunca se atreve, y a lo único que llega es a un lamento pre-emo en el que expresa cómo le gustaría ser para que su amada fije su atención en él, y cómo se ve en la realidad, lo cual dista mucho de las características del galán que cualquier mujer desearía a su lado.

Yo también fui de esas adolescentes que sentían que no encajaban, también sentía que era patética, y también para mí fue un alivio saber que otra persona, en alguna parte del mundo (Oxford, para ser precisos), se sentía de la misma manera. Al principio yo washawasheaba la canción, después conseguí la letra y por último vi el video; me sorprendió que Thom Yorke no era el tipo guapo que me imaginé, sino todo lo contrario: tenía el pelo como de Cachirulo y un ojo chueco, y el resto de la banda tampoco parecía apegarse a los parámetros de belleza masculina de los supermodelos ni nada parecido. Era un feo cantándonos a otros feos, y nos mostraba que el mundo también era horrible pero que no había nada qué hacer más que aprender a vivir dentro de esa fealdad.

A continuación, el video y la letra de la canción:


Radiohead - Creep
Cargado por lhommemediatik.


When you were here before,
couldn't look you in the eye.
You're just like an angel,
your skin makes me cry.
You float like a feather,
in a beautiful world.
I wish I was special,
you're so fucking special.

But I'm a creep, I'm a weirdo.
What the hell am I doing here?
I don't belong here.

I don't care if it hurts,
I want to have control.
I want a perfect body,
I want a perfect soul.
I want you to notice,
when I'm not around.
You're so fucking special,
I wish I was special.

But I'm a creep, I'm a weirdo.
What the hell am I doing here?
I don't belong here.

She's running out the door,
she's running,
she run, run, run, run, run.

Whatever makes you happy,
whatever you want.
You're so fucking special,
I wish I was special,

But I'm a creep, I'm a weirdo.
What the hell am I doing here?
I don't belong here,
I don't belong here.

Esta canción es sin duda una de las más polémicas que han existido. Para los "verdaderos fans" de Radiohead es inconcebible que la banda tenga una melodía tan comercial, y llegan a decir que a los que no nos causa conflicto e incluso nos gusta, no sabemos nada de música, que somos idiotas y no sé qué tantas cosas más. Se les olvida que si no hubiera sido por Creep, no los habríamos conocido, pésele a quien le pese; si esa canción no hubiera sonado en una estación "alternativa" difícilmente habríamos conocido la música "que sí vale la pena" de este grupo. No niego que hay personas que sólo conocen a la banda por esa composición o a las que únicamente les gusta esa canción de los ingleses, sin embargo no implica que sean "imbéciles" o que tengan "mal gusto" o que "no sepan nada de música". Esas peleas de quién es "más fan" o "menos fan" son como de primaria, las personas disfrutan la música que quieren por el simple hecho de que tienen la capacidad de decidir y elegir, pues en el mundo la variedad de pensamiento es necesaria para enriquecer la diversidad. Si no fuéramos personas con gustos e ideas diversas, probablemente viviríamos controlados, pensar estaría prohibido, las quemas de libros serían constantes y la población comería soylent verde.

El gusto por una canción o cierto tipo de música no define nuestra calidad como personas, y bien dijo el señor Voltaire: "no estoy de acuerdo con lo que dices, pero defenderé hasta la muerte tu derecho a decirlo". Si no nos agrada lo que oyen o piensan los demás no es nuestro problema, y sólo queda dejarlos expresarse  y no tratar de imponer nuestras ideas sólo porque pensamos que son mejores que las de otros o simplemente son "correctas". Los fans puristas de Radiohead pueden pensar que Creep es una porquería comercial que debe relegarse a las largas filas del banco del olvido, y están en su derecho, pero yo pienso que cuando eres seguidor fiel de una banda, la aceptas con todo y sus momentos malos (aunque esta canción no lo es). Quizás una parte del problema fue que los ingleses evitaban tocar la canción en sus conciertos, y de alguna forma esto se tomó como que renegaban de ella, pero fue el mismo grupo el que decidió reconciliarse con su pasado y la tocaba en algunos conciertos, tal como sucedió en su segunda visita a la ciudad de México.

Si la canción es o no es una porquería no me interesa, pues llegó a mi vida en un momento en el que necesitaba sentir que me identificaba con algo, apareció en un momento en el que anhelaba escuchar algo más que lo que ya me gustaba o ya conocía y, sin duda, llegó en un momento en el que saber que alguien entiende en cierta forma por lo que pasas te ayuda a sentirte mejor y comprender que el mundo no necesariamente es tan feo como lo concibes, que tal vez esa idea sólo está en tu cabeza y que si otros han sobrevivido a él, probablemente tú también lo hagas.

Lau dixit.

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