martes, 9 de marzo de 2010

Río Babel

Uno toma otro barco aunque no quiera hacerlo...

Gustavo Cerati


Todos los años, en el día de la mujer o unos días después, mando un escrito a todas las mujeres que conozco. Esta vez decidí incluir mis pensamientos en este humilde blog, en mi dinámica de las canciones que me gustan o cambiaron mi vida, pues la música para mí es la mejor manera de expresar cómo me siento y lo que pienso acerca de un acontecimiento.

En esta ocasión no hablaré de la lucha de las mujeres, ni de sus derechos, ni de nada parecido. Tampoco hablaré de lo maravillosas que son, ni de sus virtudes, ni de la diferencia que hacen en el mundo. No, no hablaré de eso, y no porque mi interés sea nulo, sino porque quiero dedicar esta entrada a una mujer a quien admiro y respeto mucho, una mujer en toda la extensión de la palabra, una mujer que personifica lo mejor de nuestro género.

A la mujer de la que hablo la conocí en mi trabajo, y desde hace casi tres años he sido testigo de su fortaleza, de su inteligencia y de todas sus cualidades. Realmente nunca me había puesto a pensar en ello con detenimiento, pues uno no analiza las circunstancias de algo sino hasta que éstas cambian, hasta que las pierde. Nunca había hablado de ella porque la veía muy segura, porque siempre creí que sería yo quien se fuera y porque, desafortunadamente, uno no se da cuenta de lo que una persona representa hasta que se va.

El lunes nos avisaron que ella se irá de la empresa. Lo primero que sentí fue preocupación, pues creí que algo grave había sucedido (tratándose de tu jefa, ese pensamiento es inevitable), después no supe qué sentir, porque pasaron por mi mente cientos de situaciones ficticias que intentaban explicar ese hecho, y al final, después de una plática con mi jefa, sentí tristeza, porque sin duda ella dejará un lugar muy grande y difícil de llenar. En estos años nunca conocí a alguien que representara con tanta dignidad y carácter lo que es ser una mujer, una de a de veras, de esas que llevan los pantalones bien puestos; de esas que no tienes la fortuna de encontrar seguido; de esas que con cada palabra te enseñan algo nuevo; de esas que te hacen ver que la honestidad y los valores todavía existen; de esas que transforman todo lo que está a su alrededor; de esas que no temen decir lo que piensan; de esas que luchan por sus ideales; de esas que son guerreras; de esas que pelean todos los días por que este mundo sea mejor; de esas que literalmente cambian todas las vidas que tocan...

Me duele saber que mi jefa se va, realmente es muy difícil concebir mi lugar de trabajo sin ella, que ha sido una de las personas gracias a las cuales la empresa es lo que es, y de la cual he aprendido mucho. Sé que en otras circunstancias no diría estas palabras, porque muchas veces sólo es cuando alguien parte que se le dice todo lo que uno piensa, sin embargo, lo digo ahora, porque es preferible a no hacerlo nunca, y me siento bien por ello. Aunque su partida sea un hecho triste, me da gusto por ella, porque es un cambio importante en su vida, y porque se lo merece, pues se lo ha ganado a pulso.

El día en que anunció su partida ante todos los miembros del equipo, mi jefa dijo algo muy sabio: "aquí estoy bien, tengo mucho, pero debo asumir nuevos retos, pues cuando uno permanece tanto tiempo en un lugar, por más que las condiciones sean favorables, corre el riesgo de estancarse". Esas no fueron sus palabras exactas, pero es la idea a fin de cuentas. Lo que dijo es muy cierto y se apega a mi creencia de que las personas somos como el agua y fluimos todo el tiempo, por lo tanto debemos avanzar, seguir nuestro curso y no estancarnos, pues la única agua que posee verdadera fuerza es aquella que se mueve, no la que se estanca, no la que carece de un uso o de un propósito. La canción que le da título a este post se apega a todo lo anterior, al hecho de dejarse llevar, de avanzar con la corriente sin pensar tanto en lo que sucederá, y más bien tener siempre en mente que poseemos la capacidad de sortear cualquier obstáculo que encontremos en nuestro cauce y que, por más difícil que parezca, por más cómodo que uno esté, la vida ofrece oportunidades que hay que tomar, porque no es el camino recto el que nos lleva al mejor lugar, al contrario, es el camino más escabroso y lleno de trampas el que, al final, nos hace más fuertes y más sabios.

A continuación, el video y la letra de la canción:


Gustavo Cerati - Río Babel (el video original tiene problemas con el código HTML, espero que este sí se vea)

Hervidero de palabras
sólo escucha tu alma
el lenguaje universal.

Toneladas pesan nada
cuando sólo flotas
sin más que pensar.

Por tu cauce, Río Babel,
aguas claras corren profundas.
Río Babel...

Uno toma otro barco
aunque no quiera hacerlo.
Río Babel...

Fluir sin un fin, más que fluir
sin un fin, más que fluir...


Al conocer a una mujer así, uno sabe que para el género es posible lograr grandes cosas sin importar lo que exista de por medio, pues todas tenemos la fuerza, la inteligencia y los pantalones para cambiar al mundo, sólo es cuestión de querer hacerlo. Es momento de dejar de quejarnos por lo que no tenemos; es hora de dejar de ser víctimas y de dejar de ser concebidas como el sexo débil; es momento de dejar de actuar según los estereotipos y empezar a ser nosotras mismas; es hora de abrir los ojos y darnos cuenta de que el mundo es nuestro; es momento de abandonar las creencias que nos impiden avanzar y tener uno solo lema de vida: "podemos con todo".

A mi jefa le esperan grandes cosas porque ella es grande, y sé que le irá muy bien, porque tiene la capacidad, la experiencia, pero sobre todo el corazón para llegar muy alto y seguir siendo un ejemplo de que el hecho de ser mujeres no nos cierra las puertas ni limita nuestras oportunidades, pues el único límite lo ponemos nosotras mismas. Sin duda ella seguirá fluyendo, sorteando obstáculos y usando su fuerza para transformarlo todo, y de corazón espero que a donde vaya sepan ver su grandeza y su sabiduría, y que aprendan tanto como yo lo he hecho, que sepan ver que no todos los días se encuentra uno con una mujer como ella, una mujer que lleva ese título con orgullo y lo ha puesto muy en alto.

Gracias, mil gracias por las enseñanzas, por la paciencia, por creer en mí y por ser una mujer maravillosa que me inspira y me da ánimos para ser mejor. Gracias infinitas por tu legado.

Lau dixit.

No hay comentarios: