miércoles, 3 de febrero de 2010

Musique

Everything about you is how I wanna be
Your freedom comes naturally
Everything about you resonates happiness
Now I won't settle for less

Muse

La música ha sido un aspecto muy importante de mi vida, al igual que para muchos, si no es que para todos. Según unas acepciones, en griego significa musa, otras dicen que es el arte de las musas. Cualquiera que sea la definición, todos podemos estar de acuerdo en que la música es el soundtrack de la vida, y que tiene efectos casi mágicos, desde encontrar consuelo hasta identificarse con un sentimiento.

El año pasado hice un ejercicio con un grupo de amigos muy queridos, y la inspiración fue una lista que publicó El País semanal, creada a partir de que cien músicos hispanoamericanos eligieran cinco canciones que cambiaron su vida, y de ahí se hizo una selección de 100 canciones. Al igual que mis amigos y yo, muchos no estarían de acuerdo con la dichosa lista porque se queda una sensación como de que faltaron canciones, y de hecho así es. Uno de nosotros comentó que aquellas melodías que cambian tu vida no necesariamente tienen que gustarte, y considero que tiene razón pero, por otra parte, ¿realmente son canciones que cambiaron nuestras vidas, o más bien nos traen recuerdos de algún suceso importante?

Sea como fuere, creo que independientemente de que cambien o no tu vida, son canciones importantes en el sentido de que pertenecen a un recuerdo, a una parte de nuestra existencia, son el soundtrack de un momento irrepetible que por alguna razón, muy íntima y personal, no se ha escapado de nuestra memoria.

La música y las películas son fundamentales en mi vida. Ellas forman parte de mí, de mi carácter, de mi personalidad, de mis creencias, de todo lo que soy. De ellas he aprendido muchas cosas, con ellas he reído y llorado, y si no fuera por ellas, sinceramente me habría vuelto loca (más de lo que estoy). Por ello he decidido postear las canciones que considero importantes en mi vida, que probablemente son miles, y la descripción del momento de mi existencia que va de la mano con cada una de ellas. Quizás en algún punto haga trampa y se cuele alguna película, o una canción extra, y no sé si acabe algún día, pero no es algo que me preocupe, pues este es un medio para expresarme, es algo mío que puede crecer según mi voluntad, sin importar si alguien lo lee o no, pues hay palabras que aún no se deciden a volar, todavía no eligen irse con el viento, y yo así veo a las que se encuentran en este blog, como palabras que se resisten a emprender el vuelo.

Para empezar, elegí una canción que representa exactamente lo que es la música para mí, y es la siguiente:



Frank Sinatra - I've got you under my skin (me encanta que aquí el señor Blue Eyes parece un Paul Newman cachetón, jeje)

Pareciera que el señor Cole Porter adivinó lo que siento con la música, lo que en mí provoca el amor que le tengo. La canción obviamente habla del amor que se siente por una persona, pero yo pienso que se puede amar algo intangible con la misma intensidad que a un ser humano. Para que se comprenda lo que estoy diciendo, vean nada más qué chulada de canción:


I've got you under my skin
I've got you deep in the heart of me
So deep in my heart
That you're really a part of me.

I've got you under my skin
I'd tried so not to give in
I said to myself:
This affair never will go so well.

But why should I try to resist
When, baby, I know so well
I've got you under my skin?

I'd sacrifice anything
Come what might
For the sake of havin' you near
In spite of a warnin' voice
That comes in the night
And repeats, repeats in my ear:

"Don't you know, little fool,
You never can win?
Use your mentality,
Wake up to reality."

But each time that I do
Just the thought of you
Makes me stop before I begin
'Cause I've got you under my skin.


I would sacrifice anything
Come what might
For the sake of havin' you near
In spite of the warnin' voice
That comes in the night
And repeats - how it yells in my ear:

"Don't you know, little fool,
You never can win?
Why not use your mentality,
Step up, wake up to reality?"

But each time I do
Just the thought of you
Makes me stop just before I begin
'Cause I've got you under my skin.
Yes, I've got you under my skin.

La historia de esta canción se remonta a 1993, año en que el señor Sinatra la cantó a dueto con el insufrible Bono, obviamente cuando éste tenía más credibilidad y no era tan mal visto decir que te gustaba U2. Un día fui a casa de una compañera de la secundaria y pasaron el video en MTV; su madre comenzó a chiflar la melodía con mucho sentimiento, y empecé a hacer un recuento en mi mente: mis padres no eran fans de Blue Eyes, no era la música que yo normalmente escuchaba, mi hermano nunca la cantó (él, durante mucho tiempo, fue mi mayor influencia en cuanto a música se refiere), no me la enseñaron en la clase de inglés... ¿Cómo, entonces, era posible que la conociera?

Un momento tan simple en apariencia, se quedó guardado en mi memoria todos estos años para que descubriera una cosa: el poder de la música. Ella une a la gente, independientemente de su edad, su sexo, su cultura o cualquier otro factor, y es tanta su fuerza que transforma todo lo que toca, hasta el grado de hacer treguas y convertir el odio en amor.

El ejercicio que hice con mis amigos me volvió más consciente de lo mucho que amo la música, de lo perdida que estaría sin su presencia en mi vida, y de que los momentos con los que la asocio, buenos o malos, son parte de mí, de la persona que soy ahora.

Las canciones que aparezcan en este blog no llevarán un orden, será algo así como un shuffle, y también consideraré, en su momento, las que utilicé en el ejercicio con mis queridos amigos, a los que les agradezco, una vez más, por haberme dejado conocer una parte de sus vidas, y ayudar a que esta idea se generara en mi mente.

Lau dixit.

3 comentarios:

Ágata Trementina dijo...

Es increible conocerte y hacerlo a través de la música que has hecho tuya aún más. Te quiero Lau, ojalá pronto puedas venir a visitar ésta que es tu casa, para que compartamos un rato de música y buenos momentos.
Un abrazo
Mar

Oswald dijo...

The Downward Spiral de NIN, Eraser: "The most aesthetically-moving and terrifying song of the entire Downward Spiral. Is a tremendous work in the notion of interacting and truly altering the listener's psychological state, but this song in particular conveys every bit of disturbing, fragmented nihilism that is synonymous with a mental breakdown. This really paints a picture of dementia, and it's one of the most disturbing songs I've ever listened to." Coincido con este hermano. Esa canción/álbum son el himno de mi vida. Mr Self Destruct.

Sea lo que sea dijo...

Lau! Qué gusto que hayas retomado el ejercicio. Me pongo a pensar si yo lo haría de nuevo... incluiría las mismas canciones u otras?
Creo que este ejercicio de las canciones es uno de los momentos más memorables del 2009. Ejercicio que además nos unió, nos hizo ver otros aspectos de nosotros mismos y darnos a conocer.
Curioso que ahora al escuchar alguna de las muchas canciones de "nuestra lista" ahora el recuerdo se remonta a esos días en la antigua sala de edición y la noche que las escuchamos todas juntas. En verdad, memorable el momento así como memorables los momentos que cada canción nos traen a la mente.

Un abrazote y sigue con el ejercicio!